Blood Hands- Royal Blood
(Cadillac-Michigan , 11:50 p.m. 1 año antes de la actualidad )
Tantos años y parecías que nada había cambiado
El bar estaba a reventar, los jóvenes reían y fumaban, tomaban y se besaban. Faltaban diez minutos para la media noche y aún quedaba demasiado trabajo por hacer.
Ella estaba en su mesa bebiendo una cerveza, mirando su celular mientras vibraba y sonaba, era un número sin nombre, pero ella sabía quien era.
John era persuasivo, sus ojos claros siempre parecían atraerla como una mosca a la mierda, pero esta vez ella no iba a contestar, tenía trabajo y además el no le ayudaría en nada si sabía lo que iba a hacer, de hecho habían peleado por ello la noche anterior, los moretones en sus costillas lo probaban, pero se encargaría en la mañana de él.
Suspiró, era tan tonta.
El teléfono se calló por unos segundos, ella cerró los ojos y volvió a suspirar, el silencio era exquisito, como una cubeta de agua fría en medio de un desierto, el dolor de cabeza desaparecía por un momento y ya no tenía necesidad de querer anestesiarse. Todo estaba bien, por un momento.
El teléfono volvió a sonar, pero era un tono diferente, uno especial para cierto número.
Aceptó la llamada y puso el celular contra su oreja, no dijo nada, no debía decir nada.
-Ha llegado- dijo una voz fría y rasposa para colgar inmediatamente
Ella volvió a poner el celular en la mesa y lo apago para mayor comodidad, movió su cabello de una forma sensual y se quitó la chamarra para mostrar su vestido rojo satinado, se puso brillo de labios y esperó. Un hombre entró al bar, con una mirada fría y severa, esperando que alguien lo tocará para poder golpearle la cara, pero era bastante atractivo, lo suficiente como para irradiar ego por los poros. .
Jennyfer se quedó viendo la botella frente a ella y esperó a que la viera, ella sabía que lo haría, todos siempre la veían, saco un cigarro de su bolsa junto con una caja de fósforos, lo puso entre sus labios, y antes de que ella pudiera prender el fósforo, un encendedor prendido se encontraba frente a su cara.
-Muchas gracias- murmuró ella para acercar el cigarro y prenderlo con la llama y soltar una gran nube de humo. El hombre se sentó frente a ella, con una sonrisa seductora y pesada mirada
-¿Qué hace una joven como tú aquí a estas horas?- ella miro sobre su hombro, mirando a los jóvenes de su edad divirtiéndose ruidosamente
-Lo mismo que ellos- dijo, regresando sus oscuros ojos a los suyos con cierta condescendencia, haciendo que el interior del hombre ardiera -divirtiéndome
-¿Y por qué no te vas con ellos?- pregunto el, aún con una sonrisa que erizaba los vellos de la piel de Jennyfer
-No les caigo bien- hizo un puchero tierno, como el de una niña pequeña- yo me divierto con otras cosas- el amplio su sonrisa, trato de esconderse tras sus manos, pero Jennyfer lo había notado
-¿Cuál es tu nombre reina?- ella sonrió por puro compromiso, odiaba que le hablaran como perro
-Germanía- obviamente no era su nombre, pero Jennyfer sabía que su aspecto exótico junto un nombre de igual rareza atraparían al hombre de una vez por todas
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𝐀𝐃𝐈𝐂𝐂𝐈Ó𝐍 𝐀 𝐓𝐔 𝐍𝐎𝐌𝐁𝐑𝐄
Teen FictionMe gusta cuando guardas secretos, cuando me miras mal por decirte que te quiero, me gustan tu manos y lo frías que siempre están, déjame acordarme de cuando te amaba y aún podía confiar en alguien, déjame recordar cómo se sentía tener 17, cuando el...