Capítulo 7: En la oscuridad y las tinieblas...

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Cuando llegaron frente al club, Kyuhyun pareció recuperar un poco la vida o mejor dicho el humor que había perdido anteriormente. Obviamente la fila era larguísima, sin embargo el menor no tuvo ningún problema para ingresar, ya que uno de sus mejores amigos era el dueño y por consiguiente era conocido y tenía vía libre a pasar saltándose toda regla de ingreso, así que tras pasar al guardia de seguridad con un saludo tranquilo, ingresaron caminando directamente hacia la barra donde se podía ver al barman un sujeto agradable que Kyuhyun ya conocía por el hábito de ir regularmente allí.

En el interior ya se podía percibir el buen ambiente, cosa que hizo que su humor mejorara notablemente, más al recibir el saludo del dueño que estaba en la barra hablando con el barman y que al verlo giró feliz.
— Hey!! Kyu-ah!! —escuchó el menor, notando la sonrisa de su amigo y como lo llamaba con una mano. Al instante Kyuhyun guió a Seohyun en dirección a él, mientras ella miraba perdida y deslumbrada el sitio, no acostumbrada a visitar lugares como ese.

— Hola Zhoumi —respondió Kyuhyun llegando a su lado y sentándose en el asiento libre que había junto a él, luego giró mirando al barman.
— Hey Shindong hyung, te ves bien hoy —éste le sonrió y al instante trajo una botella del mejor vino, lo único que el menor bebía pues tenía un gusto algo único y exageradamente caro en cuanto a licores.

— Creo que Shindong hyung ya sabe lo que te gusta Kyu-ah —agregó Zhoumi divertido al ver al barman servirle en una elegante copa, fue entonces que notó como la joven los miraba curiosa desde atrás de Kyuhyun. — Oh!!... trajiste compañía, esto es nuevo viniendo de ti —añadió curioso, Kyuhyun no pudo evitar la expresión de fastidio cosa que Seohyun no notó, ya que le daba la espalda pero que Zhoumi percibió perfectamente al estar frente a él.

— Estoy en una cita, la traje aquí para divertirse un rato y ver si yo puedo hacerlo por lo menos un poco —respondió de forma simple el menor, haciéndole notar a Zhoumi que era otra de las citas planeadas por su madre y de las que Kyuhyun se quejaba tanto, sinceramente él no sabía por qué seguía accediendo a ir a ellas cuando cada vez que tenía una terminaba todo fastidiado, reclamando de lo sosas que eran y de lo mal que lo había pasado en su compañía.

— Entiendo —respondió finalmente Zhoumi, sonriendo algo burlón y malvado.
— entonces Shindong hyung, sírvele a la señorita algo ligero, no queremos que se emborrache y arruine la bella imagen que estoy viendo —añadió haciendo que Seohyun se ruborizara un poco más antes de agradecer ni percatándose de las palabras de Kyuhyun pues el menor había sido lo suficientemente cuidadoso de hablar lo suficientemente fuerte para que solo Zhoumi escuchara.

Al instante Shindong sonrió agradablemente antes de servir un cóctel de colores para la menor que miraba la copa totalmente alucinada antes de tomar su teléfono y sacarle una fotografía. — Yo los dejo entonces, no quiero arruinarte o interrumpir tu cita —agregó tocándole el hombro a Kyuhyun antes de irse, haciendo que Kyuhyun refunfuñara silenciosamente... ya se las pagaría.

Mientras bebían aún frente a la barra, Kyuhyun parecía estar en otra dimensión, solo enfocando sus ojos en la copa, la que aún no había tocado pero que miraba fijamente como si evaluara la calidad del licor que contenía, aunque sus ojos se desviaban por momentos hacia Seohyun que hacía lo mismo con su cóctel antes de probarlo, mientras Shindong conversaba amenamente con ella distrayéndola un poco, “un momento de relajo”, pensó el menor que al instante llevó la copa a sus labios por fin sintiendo paz, cosa que no le duró mucho porque no pasaron ni cinco minutos cuando fue interrumpido, pero no por la menor sino por un escalofrío extraño que sintió recorrer su espalda... lo más curioso era que sentía como si alguien lo estuviera observando fijamente.

Al segundo siguiente, giró para buscar a quien estuviera mirándolo, sin embargo no pudo ver a nadie, aunque entre tanta gente, era obvio que no lo conseguiría, “tal vez es solo mi imaginación… aquí hay demasiadas personas”, pensó buscando explicaciones a esa sensación que no se volvió a repetir.

Eternamente Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora