Eternamente Mío.

Capítulo 5: Cita de Locura...

Lo que realmente paso el día anterior...

— Kyuhyun-ah, recuerda que ella es una joven de familia, así que por favor no seas maleducado y trátala con delicadeza —decía la señora Cho, mientras miraba a su hijo quien se encontraba frente al espejo del baño en su departamento, observando su reflejo y de paso arreglándose con desgano y seriedad la corbata.

Ella había llegado allí con el simple motivo de prepararlo mentalmente o tal vez es mejor decir "advertirle" que cualquier comportamiento fuera de lugar tendría consecuencias, la situación una muy poco agradable para él... una cita a ciegas organizada por su madre... una total desgracia.

Así fue que provocó que nada más entrar el joven la mirara con mala cara y decidiera continuar lo que hacía, fingiendo que ella no estaba allí — Si con eso te refieres a que me quitarás otra vez el saludo... ¿no crees que esa amenaza ha perdido eficacia?, deberías buscar una nueva porque esa nunca la cumples en su totalidad —dijo el menor con una sonrisa algo burlona pero oculta, ganándose un pequeño golpe en la parte trasera de la cabeza.

— Yah!!, respétame por lo menos una vez, soy tu omeoni y si hago esto es porque me preocupa que será de ti en el futuro Kyuhyun-ah —añadió la mujer, poniendo morros y esperando por lo menos con eso derretir un poco la muralla de indiferencia que ponía Kyuhyun delante de su persona cuando se trataba de situaciones que él consideraba desagradables como salir en citas con chicas que no conocía.

— Escucha, relájate... ¿quieres omeoni? —respondió finalmente el menor al ver que ya estaba todo listo en su atuendo, incluyendo su peinado y perfecta expresión de "ángel"... algo que solo pasaba cuando encontraba un beneficio en las situaciones que le ocurrirían. — Ya te dije que no lo arruinaré esta vez, llegó la hora de sentar cabeza y creo que la chica esa, Seohyun shi puede ser un buen prospecto de compañera en mi camino al éxito, así que no seré descortés ni nada parecido, a menos que ella sea la que empiece por supuesto —respondió caminando hacia la sala seguido de cerca por su madre.

— Por lo menos me gustaría que cuando hablaras de este tema también involucraras sentimientos... Seohyun shi es una chica linda y agradable, perfectamente capaz de enamorar a cualquier hombre, solo tienes que darle una oportunidad y abrir tu corazón a ella, más cuando le ha dicho a su omeoni que tú le pareces atractivo y que está dispuesta a dar lo mejor de sí para hacer que funcione entre ustedes, de hecho hace bastante tiempo que sus padres intentaban contactarse con nosotros para que tú aceptaras una cita con ella y con eso un posible compromiso —añadió la señora Cho, buscando que su hijo le diera una respuesta por lo menos en su expresión.

Kyuhyun solo sonrió levemente por sus palabras, ya sabía todo eso, su madre le había dejado claro que esa chica llamada Seohyun, era parte de su universidad cuando él estaba en los últimos años y que siempre lo había mirado desde lejos sin atreverse a acercarse, nunca se había dado cuenta que ella moría por él pues no tenía interés en salir con chicas en ese momento, pero la entendía, de hecho quién la culparía... más ahora que tenía un futuro brillante que pronto lo respaldaría.

— Me conoces desde que nací y aún pareces no darte cuenta que el amor es algo de lo que realmente no estoy preocupado, además una relación con Seohyun shi no necesita de eso, probablemente ella me amará por los dos no importa si soy solo amable con ella, así que deja de insistir o preocuparte por ello —añadió Kyuhyun, tomando su teléfono y su cartera para colocarla en el bolsillo interno de su chaqueta.

— A veces no sé por qué saliste tan insensible, ni tu abeoji ni yo somos así... es como si no te preocupara estar solo por el resto de tu vida —respondió la señora Cho, viéndolo algo triste y también decepcionada —Espero que a pesar de ese discurso tan poco humano, cambies de opinión en un futuro, estoy segura que cuando tengas un hijo esa visión cambiará —respondió la mujer desde la pared donde estaba apoyada, esperando a que el joven terminara de buscar sus cosas.