Capítulo 31: Más preocupaciones...

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Kyuhyun, Yesung y Hangeng llegaron quince minutos después a las puertas del club de Zhoumi. La vez anterior de su presencia allí, Yesung solo había entrado por sentir la presencia de Kyuhyun en el lugar, sin embargo ahora estaba perplejo al notar qué tipo de establecimiento era ese, y peor, a qué tipo de criatura pertenecía.

Aunque no tanto como lo estaba Hangeng, ya que al ver la señal en la pared se quedó sin saber qué decir, más después de observar cómo Kyuhyun ingresaba casi como si el lugar fuera suyo.

—Yesung-ah este lugar es…—dijo preocupado, atrayendo la mirada de Yesung que se había quedado tan estático como él ante la impresión, ya que en su ceguera por buscar al menor en la oportunidad anterior de estar allí, había ignorado todo, a tal punto de no ver siquiera ese signo en la pared.

Un instante después, ambos ingresaron tras Kyuhyun, quien dio una mirada general por el club buscando a su amigo “el dueño”, y al verlo algo alejado en la barra se encaminó de inmediato hacia él.

Para Zhoumi fue una curiosa e inesperada sorpresa ver entrar a Kyuhyun acompañado por nada más y nada menos que Kim Jongwoon, mejor conocido como Yesung o para defecto “el sujeto que había besado al menor durante un concierto” y que no era sino un vampiro de sangre pura al igual que el hombre que lo seguía unos pasos más atrás, ambos mirando en su dirección al instante con expresiones de shock, algo totalmente opuesto a la mirada relajada que tenía Kyuhyun en el rostro, mientras bajaba las escalinatas para avanzar en su dirección.

En la entrada Hangeng y Yesung permanecían estáticos, mucho más al ver que la persona hacia la cual se dirigía el menor no era sino un demonio, algo que ninguno de los dos esperaba encontrar ni en el peor de los casos.

—Esto es… no lo puedo creer—dijo Hangeng atrayendo la atención de un ya incrédulo Yesung, que miraba como el menor se alejaba hacia el demonio como si nada, prácticamente como si fuera lo más común del mundo encaminarse hacia una de las criaturas más peligrosas.

Zhoumi desde su lugar notó la preocupación y sorpresa de ambos, resultándole curioso y ciertamente divertido, más considerando que Yesung había estado en sus dominios antes y no parecía haberlo notado en el lugar, lo que le hacía sentir mucha más curiosidad.

Por supuesto para Zhoumi esa curiosidad no era tanta como la que había sentido la primera vez que había visto a Kyuhyun. El chico tenía un alma increíblemente poderosa y a diferencia de todos los mortales que él había conocido alguna vez, estaba prácticamente fundida en el cuerpo que habitaba, o tal vez lo mejor era decir que parecía estar sellada en él, algo que podía notar perfectamente, al igual que el hecho de que el menor había ya reencarnado por bastantes generaciones y muchas veces; algo que se notaba simplemente con ver en el fondo de sus ojos.

Ante un espécimen tan curioso y poco común, no pudo evitar deducir que sin duda debía tener un deseo enorme de permanecer en la tierra, específicamente con esa apariencia que lucía. Lo que era sin duda interesante y único, ya que él había visto a muchos mortales rendirse en sus deseos y aspiraciones fácilmente, no aguantando más que una reencarnación o dos para luego ceder su alma al mejor postor, sin embargo Kyuhyun era diferente y eso cualquier criatura de la noche podía notarlo.

Mientras Zhoumi meditaba aquello al ver avanzar a Kyuhyun hacia su persona; Yesung sentía una angustia enorme que no podía contener en su pecho… ¿en realidad Kyuhyun tenía tratos amigables con un demonio?... eso no lo podía creer aún; el menor era algo singular en su actual reencarnación, sin embargo… ¿llegar a ser cercano a un demonio… una criatura que se vanagloria de no tener amigos y usar a todo el mundo para buscar beneficio propio?... eso no hacía más que preocuparlo, sobre todo porque a cada momento, Kyuhyun le mostraba una parte de sí mismo que no esperaba conocer.

Eternamente Mío.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora