Eternamente Mío.

Capítulo 39: Encuentro...

En otro piso del centro comercial, Donghae y Sungmin seguían sus compras, al inicio ambos parecían incómodos con el otro, pero con el paso de los minutos y las ideas de lo que debían preparar para la fiesta, se empezaron a llevar mejor al punto de que reían y compartían de lo más cercanos mientras decidían qué cosas llevar y cuales no.

—No creo que a Yesungie hyung le guste eso de andar colocando figuras de porcelana por todas partes—empezó Donghae observando las figuras que Sungmin estaba enseñándole—además de lo que he visto del carácter de Kyuhyunie… estoy seguro que es capaz de lanzármelas por la cabeza y nos estamos llevando mejor, así que no quiero que me mate—añadió rascándose la mejilla, al tiempo que Sungmin rodaba los ojos.

—Es cierto… Kyuhyun-ah no tiene buen gusto—respondió pensativo, el menor probablemente mataría al chico y considerando que sabía que él le ayudó seguro lo culparía y sería quien moriría después.

—Tal vez deberíamos llevar solo lo que tenemos ahora—añadió observando que ya tenían un gran grupo de bolsos.

—Sí puede ser… si nos pasamos Hyukie puede molestarse conmigo y no volverá a dejarme salir de la mansión—añadió haciendo puchero. Hasta ese momento no había recibido una respuesta de Eunhyuk diciéndole que regresara a casa, así que suponía tenía permiso para estar en el centro comercial, sin embargo si la fiesta salía mal seguro que terminaría siendo castigado y no quería aquello.

—Te aseguro que todo saldrá bien y todos quedarán complacidos—respondió Sungmin sonriéndole, mientras lo sujetaba de los hombros para darle apoyo. Estaban por volver a hablar cuando repentinamente y de la nada se escuchó la voz de alguien desde atrás de Sungmin.

—Pensé que tu mensaje decía que estabas con Kyuhyun shi—era Eunhyuk que los miraba fijo y no de muy buen humor.

En cuanto lo vieron Sungmin sintió la presión de sus ojos, intimidación y muy mal humor; sin embargo Donghae sonrió levemente ruborizado acercándose al instante para llegar frente a él.

—Hyukie!!—añadió sonriendo emocionado con los bolsos en las manos—mira lo que compré!!—agregó extendiéndolas hacia adelante.

—¿Viniste a buscarnos?, te dije que no te preocuparas que estaríamos bien—agregó frunciendo levemente el ceño, ya que no esperaba que de la nada llegara allí, por lo menos esperaba un poco de confianza.

Eunhyuk por su parte miraba aun fijamente a Sungmin, quien notaba perfectamente la señal de “no te acerques a lo mío” que le mandaba con los ojos y le hacía sentir levemente preocupado, sobre todo considerando que éste era un vampiro y él solo un nekomata, por mucho que supiera artes marciales. Eunhyuk estaba tan pendiente de matar a Sungmin con los ojos que no se dio ni cuenta cuando ya estaba siendo jalado de la oreja por Donghae.

—Hey!!, Yah!!, Hae-ah!!, ¿por qué me lastimas?—se quejó alejando la mano de Donghae que hacía puchero aun viéndolo feo, cosa que le llamó la atención ya que no entendía la razón, aunque eso no fue lo que atrajo la mayor parte de su sorpresa sino el hecho de que éste empezara a reclamarle delante del desconocido quien quiera fuera.

—Estás mirando feo a Sungmin hyung y él está siendo muy amable conmigo hoy, así que no seas descortés, discúlpate y saluda—añadió Donghae empezando a mandarlo, causando que Eunhyuk se sorprendiera en un inicio, pero al ver como el otro lo miraba casi obligándolo con los ojos… esos ojos inocentes y enormes… terminó resoplando resignado.

—Está bien, está bien… lo siento Sungmin shi—murmuró frunciendo el entrecejo, haciéndole notar al instante a Sungmin que solo saludaba y se disculpaba por presión emocional.