Desde hace unos meses mantengo contacto via email con una muchacha de otro sitio, nuestras conversaciones son para masturbarnos. A veces simplemente le escribo para relatarle con detalle como me masturbo, otras le indico a ella como quiero que se masturbe y me responde contándomelo todo. Y viceversa.
Por supuesto es tan traviesa y cerda como yo. Ella sabía que yo no usaba juguetes, pues nunca compré, aunque siempre tenía a mano un par de objetos que utilizaba para meterme en mi conchita. De hecho mas de una vez, nos hemos retado mutuamente a probar diferentes objetos para meternos dentro, pero esa historia sera para otro día.
Una tarde, Sofia (mi compañera virtual) me envió el link de un sex shop con dos objetos en el carrito un dildo realista y unas bolas chinas. Me indicó que ponga mi dirección y que en cuanto reciba sus regalos tenia que masturbarme y luego por supuesto contarle todo. Sin dudarlo la obedecí. Complete mis datos y ahora solo me restaba esperar que mis regalos lleguen.
Esa tarde estaba terminando de prepararme para ir al gimnasio y justo cuando estoy por salir tocan el timbre, atiendo, era el de DHL. Mis juguetes habían llegado.
Los abrí rápido, me mataba la intriga. Al ver el tamaño del dildo se me hizo agua la boca. Era largo y grueso, con las venas marcadas y unos huevos grandes. Lo primero que hice fue metermelo en la boca, me quedaba casi la mitad afuera de lo largo que era. Jugué con la verga de silicona un rato, metiendo y sacándola de mi boca, pasándole la lengua por esa hinchada cabeza. Podía sentir como un cosquilleo invadía mi zona íntima y estuve tentada de faltar al gimnasio, pero me obligué a ir. Sabia que si me aguantaba una hora, en cuanto volviera iba a estar mucho mas cachonda que en ese momento.
Y así fue, después de estar una hora ejercitándome, viendo a esos hombres transpirar y gruñir mientras cargaban muchísimo peso y las mujeres con sus ropas deportivas super apretadas. Ufff estaba que no daba mas de calentura.
Cuando por fin llegue a mi casa, me quite la ropa de inmediato. Me contemple desnuda frente al espejo, la piel sudada, roja por el ejercicio y la calentura, mis pezones ya duros por el repentino cambio de temperatura.
Comencé a acariciar mi cuerpo y lleve mis dedos directo a mi entrepierna y por supuesto ya estaba mas que mojada. Fui por mi caja de regalos y tome mis bolas chinas. Las metí en mi boca solo para mojarlas un poco, aunque con mis fluidos era mas que suficiente. Juguetee un poco con mi dedos por mi rajita y finalmente saque las bolas de mi boca para meterlas en mi. La primera entro super facil, después la segunda. Me quede inmóvil un momento, para acostumbrarme a la sensación de tener algo dentro. Fue una sensación extraña, pero placentera sin dudas. Me sentía llena, pero no del todo y el hecho de estar contrayendo todo el tiempo para mantenerlas en su sitio era un plus de placer. Me deje las bolas chinas puestas y me preparé la ducha. Por supuesto que el dildo era con sopapa, asique lo puse en la pared a la altura de mi cola, solo para sentirlo ahí atrás de mi.
El agua corría por mi cuerpo, comencé a enjabonarme lentamente, sentía esa verga detrás de mi rozando mi cola con cada movimiento y mi conchita que no paraba de contraerse con las bolas chinas adentro. Uff, estaba prendida fuego. Hacía mucho no estaba tan excitada y eso que aun no estaba metiéndome mano. Eran pequeñas cosas, sutiles, el roce del dildo, mis caricias, las bolas chinas haciendo lo suyo. Pegue mi espalda a la pared y comencé a moverme para sentir el dildo moverse por la rajita de mi culo mientras me pellizcaba los pezones y amasaba mis pechos.
Mi respiración estaba cada vez más agitada, ya sin darme cuenta estaba gimiendo con cada respiración y eso me calentó mucho mas. Escuchar mis gemidos, la verga en mi culo, mis pezones, mi concha todo estaba a un tope de placer de hacia mucho no sentía.
AY SI, SEGUI ASI, DALE DALE. Estaba como loca gritando y gimiendo en la ducha. Estuve no se cuanto tiempo así, hasta que finalmente sentí esa electricidad que recorre todo el cuerpo y explotó en mi zona íntima.
Me quede quieta, sosteniéndome de la pared mientras el clímax me invadía. Me tomé unos minutos para recuperarme mientras me quitaba las bolas chinas. Me sentí vacía, necesitaba llenar mi hueco con urgencia.
Quite el dildo de la pared y lo puse en el piso de la ducha. Mientras lo contemplaba ahi, esperando a que lo monte empece a jugar con mi clitoris, estaba muy hinchado y deseoso de atención.
Empece el manoseo como me gusta, y de inmediato volvieron los gemidos. Sin dejar de tocarme, me sente sobre el miembro que me esperaba allí. Tuve que hacerlo lento, era muy grueso y no estaba acostumbrada a algo de ese tamaño. Poco a poco fue entrando mas y mas. Con cada centímetro podia sentir como mi concha se abría y amoldaba a ese enorme dildo.Apoye mis manos en el piso, y comence a montarlo lentamente. UFF, QUE RICO. Me sentia mas que llena. De a poco mi concha se acostumbro al tamaño y pude aumentar la velocidad. Empece a moverme rapido, sentia como entraba y salia de mi. Estaba cada vez mas agitada, los gemidos ya eran gritos de placer y un poco dolor, estuve mas de veinte minutos montada. No aguantaba mas el placer, sentia que iba a explotar en cualquier momento pero el orgasmo no llegaba y por supuesto no iba a parar. Asique segui y segui hasta que finalmente llegó. Grité como nunca cuando noté como mis fluidos inundaban el dildo.
Me quede unos minutos con el jueguete aun dentro, para recuperar el aliento y finalmente sali. Mis piernas temblaban por semejante orgasmo y mi conchita estaba ardida y muy abierta después de tener semejante miembro adentro tanto tiempo.
Aproveche el correr del agua para terminar de estabilizar la respiración, termine la ducha que habia comenzado hacia bastante tiempo y en cuanto sali, por supuesto le conte todo a Sofia. Y a decir verdad, luego de leer el email que le envié, me parecia un poco injusto no compartirlo con ustedes tambien..