Que difícil es volver a verte y que tu mirada no me reconozca.
Desearía también borrarte de mi mente.
...
Estaba ahí por fin frente a Jimin, con un profundo dolor en el estómago, sintiéndome tan mareado y asustado. Había pasado tanto tiempo sin saber nada de él después del accidente, y ahora que finalmente había conseguido verlo, mi corazón estaba a punto de explotar.
Me sentía tan indigno de su amor.
Caminé por el pasillo hacía su habitación en la segunda planta. Su padre venía delante de mí con una expresión seria, mi corazón latió más fuerte cuando se detuvo frente a una puerta donde rápidamente deduje que era de la habitación de Jimin.
El sr. Park me miro con ojos cansados, y suspiro. ─ Espero que cumpla su palabra.
Fue lo que dijo para después irse por el mismo pasillo donde antes me sentí tan cobarde.
Me quedé parado frente a la puerta, mi corazón latiendo con ansiedad. Respiré profundamente, tratando de calmar mis nervios. Mi estómago estaba revuelto, y mi mente llena de pensamientos oscuros. ¿Qué pasaría si Jimin no se recuperaba? ¿Que si mis disculpas no fueran aceptadas?
Me recordé a mi mismo que debía ser fuerte, que Jimin necesitaba mi apoyo. Pero era difícil mantener la esperanza cuando todo parecía ir en contra de la marea. Su padre estaba en contra antes y ahora de nuestra relación, lo que parecía el propio destino para estar también luchando en nuestra contra.
Tomé una última respiración profunda y empujé la puerta con la mano, temblando. La habitación estaba en silencio, y Jimin yacía en la cama, en su rostro había rastros de hematomas al igual que sus brazos, su labio rojo por la sangre seca de una herida apenas cicatrizando. Mi corazón se detuvo al verlo así.
Me acerqué a él, mi mirada fija en su rostro pálido y demacrado. Mi amor, mi corazón, mi todo. ¿Cómo podía haber sufrido tanto?
Y entonces, sus ojos se abrieron encontrándose con los míos.
No había nada. Sus ojos no expresaban nada, no había reconocimiento en ellos. Nada. Era como si me estuviera viendo por primera vez, sin sentimiento, sin amor...como si yo fuera un extraño en su vida.
─ Jimin ─ susurré, tratando de contener las lágrimas ─ Soy yo, Yoongi.
Él me miro con desdén, su expresión vacía de cualquier reconocimiento o de afecto. No había ninguna conexión emocional en sus ojos. Quería llorar.
─¿Quién eres? ─ preguntó con una voz distante.
Mi corazón se hundió en mi pecho. ─ Soy Yoongi ─ respondí, tratando de mantener la calma.
Jimin frunció el ceño. ─ No te conozco.
Sentí una oleada de dolor y desesperación, como si me atravesaran el pecho con una daga. ¿Cómo podía no reconocerme? ¿Cómo podía haber olvidado todo lo que habíamos compartido?Me sentí lejano a este mundo, comencé a temblar, mis piernas amenazaban con dejarme caer.
─ Nos conocimos en la iglesia ─ intenté explicarlo, pero Jimin sacudió la cabeza confundido.
─ No recuerdo. Lo siento en verdad.
Mi voz se quebró. ─ ¿No recuerdas nada? ¿Nada de nosotros?
Jimin me miro con una expresión indiferente. ─ Nada.
Me sentí como si me hubieran golpeado en el estómago. Tantas preguntas que no tenían respuesta.
─¿ Qué pasó? ─ pregunté, tratando de mantener la conversación.
Jimin se encogió de hombros. ─ No lo sé. No puedo reconocerte.
Mi corazón se rompió en mil pedazos. ¿Qué había pasado con el Jimin que conocía y amaba?
Me senté en la silla junto a su cama, sintiendo como mi vida se venía abajo. Como todo lo que amaba se estaba escurriendo por mis lados, yéndose. No estaba listo para perderlo sabiendo que está justo a mi lado. Él es mi felicidad, mi dulce amor, no podía perderlo.
─ Jimin ─ susurré, tomando su mano. ─ Por favor, recuerda algo. Cualquier cosa.
─ No puedo hacerlo, yo... no logro verte
Sentí lágrimas en mis ojos, esto era mucho más de lo que podía soportar. Esto era tan irreal, tan estúpido.
─ Estuvimos juntos ─ le dije ─ Fuimos felices.
Él no dijo nada, se guardo sus palabras. Me miro conmovido, sus ojos llorosos, pero no veía a mi Jimin.
Me levanté y me acerqué a la ventana mirando hacia fuera. No podía soportar ver lo extraños que éramos el uno para el otro. En su mirada no quedaba rastro del Jimin que había tocado mi corazón y él no encontraba en mí lo que un día fuí para él.
─ Yoongi... ─ dijo Jimin detrás de mí.
Me di vuelta. ─ ¿sí?
─ ¿Quién soy? ─ preguntó
Mátame.
¿No sabía quién era?
─ Eres... Jimin. ─ dije ─ Mi amor.
Mátame tan bien, hasta que no quede rastro de mi amor por ti.
─ Y estoy aquí porque te amo.
Tal vez no puedas amarme en está vida. Tal vez lo que vivimos nunca fue suficiente para recordarnos. Entonces, prometo buscarte en todas nuestras vidas, y en cada una te lameré las heridas y besaré tus moretones de tu preciosa piel. Te amaré tan desgarradoramente.
Nos reencontraremos en todas nuestras formas, hasta que muramos una vez más. Sostendré tu mano en tu último aliento, hasta el final de las galaxias, en todos nuestros finales alternativos, en todas nuestras historias, en cada una de ellas estaré a tu lado. Jamás te soltaré, porque soy tuyo.
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En este coment les dejo el link de la playlist en la que me inspiré para escribir. (Por si gustan escucharla)
