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La alimentación

Mientras más depuro, desintoxico o limpio mi cuerpo, creo el suficiente espacio para asimilar la información de mi Ser superior. Ahora, comprendo por qué somos canales de luz. Somos como tubos de ensayo, que pueden contener a todo el universo. 

Uni-verso, debe ser que ya alguien averiguó la etimología de esta palabra tan mágica. Para mí, simboliza la verdad. Por eso es importante utilizar las palabras con mucha consciencia y discreción.

En el momento que todo este canal está limpio, es más fácil acceder a la plenitud, tranquilidad y el equilibrio que necesitamos, para ser libres y vivir en paz.

Es una tarea individual, sin duda. Otra clave, es preguntarnos qué es eso que nos tenemos que dar, para alcanzar la tan anhelada felicidad. (otro capítulo)

En cuanto a la alimentación, vale la pena cuestionarnos, respecto a este tema. Nada mejor que empezar a explicarlo con la misma pregunta ?A qué se le considera un alimento? Continuamente, ingresan por nuestros sentidos, una serie de estímulos, unas veces visibles como, materia y otras invisibles, como vibraciones. Todo esto constituye, lo que llamamos comida. 

De acuerdo al grado de atención que le damos a eso que "comemos" puede afectarnos o nutrirnos. Recordemos que, todo lo que ingresa a nuestro cuerpo, es vibración; visible o invisible.

La realidad es, el resultado de lo que creemos, tal como lo explica la física cuántica. Entonces, en qué estoy creyendo? Qué porcentaje de la realidad que ven mis ojos y experimenta mi cuerpo, es totalmente, el producto de mi potencial creativo? 

Si a esto, añado que casi todo lo que captan los sentidos, ocurre de manera inconsciente, es muy probable que la responsabilidad de nuestra alimentación, se haya escapado de nuestras manos.

Si vivo en la ciudad, sólo basta con salir a la calle, y darme cuenta de esto que explico. Ruido, esmog, conversaciones ajenas, música, tv, redes sociales, etc.

Todo esto constituye la alimentación, en la ciudad. Y eso es sólo el inicio, porque cuando verdaderamente necesito alimentarme, me encuentro con comida en las calles, que muy probablemente, sea rápida y ya se ha hablado mucho acerca de este tema.

Sin embargo, cuando detenemos el automatismo, comenzamos a buscar alternativas y soluciones, para generar el balance que está disponible; en todo momento y en todo lugar.

Qué pasaría, entonces si pongo todo mi enfoque y atención en darme una alimentación sana, siendo más consciente de cada uno de mis hábitos, acciones y palabras? Qué pasa cuando agudizo mi capacidad de discernimiento?

Todo es energía. Los cuerpos de materia que constituye la realidad 3D contienen ondas vibratorias. los seres que habitamos el cosmos, somos el packaging de dichas ondas o campos electromagnéticos. Quizás, estamos vibrando como un instrumento musical. En el momento en que nos afinamos, emitimos un sonido, que se convierte en nuestra marca de autenticidad. De esta manera, es muy sencillo alinearnos con el propósito de vida y con la misión que el Universo crea, en un espacio de atemporalidad total.

Es decir, que la alimentación es un espectro amplio por explorar. 

Por lo tanto, el alimento es el resultado de ondas que pueden o no alterar nuestro estado físico, mental y etérico.

Me doy cuenta de este fenómeno, en los momentos en que disfruto del sabor dulce de una naranja que he cosechado del campo, que ha crecido sobre tierra libre de la manipulación genética, sin pesticidas o químicos; es decir, el producto de un ser viviente sano.

El sabor es tan delicioso que inmediatamente, mi cuerpo agradece y disfruta. Imaginemos, que cada vez que algo así de puro ingresa en un cuerpo que está acostumbrado a los sabores artificiales, del supermercado, la sensación es auténtica y pura. En seguida, la renovación a nivel energético, es imposible obviar o dejarla pasar inapercibida. Preguntémonos, entonces  si ocurre que esto a diario, será que el resultado se convierta en un verdadero milagro.

Será posible que sólo así, seamos capaces de aportar desde la utilidad y el servicio inocuo, entonados y vibrando desde la consciencia y la armonía? Tal vez, no lo sé con seguridad, pero siento que a través de estas palabras, que también son alimento, soy cada vez más consciente de mi responsabilidad sobre la salud, de mi propio cuerpo y de aquellos con quién comparto mi melodía.