Besos maternales (Lésbico)

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Los invitados a la cena de navidad finalmente se marcharon y mami me dijo que fuera a la cama enseguida, ya que Santa Claus no viene hasta que los niños se encuentran ya acostados y dormidos. Yo desde luego obedecí, ese año pedí a Santa un obsequio muy especial que esperé con mucha ilusión.

Casi una hora después ya me encontraba dormida, tenía la certeza de que al despertar tendría mi regalo y lo presumiría con todo el mundo. Suaves caricias en mis muslos y tiernos besos en mis mejillas me desperaron en plena madrugada.

Encendí la lámpara que estaba al lado de mi cama y observé con sorpresa y desconcierto. Mami estaba en mi cama, vestida de Santa Claus aunque su atuendo consistía una lencería roja sexy y provocativa. Llevaba el típico gorro navideño y guantes blancos, entonces pude notar que su brassier dejaba totalmente expuestos sus pezones a la vista.

"Feliz navidad, princesa. ¿Has sido una buena niña este año?"

Yo asentí emocionada y ella se colocó sobre mi cuerpo, se acercó a mi rostro y con mucha dulzura y delicadeza besó mi boquita. Enseguida entreabrí los labios y mi lengua tocó la suya, haciendo que el beso se hiciera más húmedo y pasional; solo con eso empecé a excitarme. Separé las piernas y busqué rozar mi sexo contra el de mami.

Ella se apartó y sonrió al entender lo que yo quería, justo luego de sentir que mi entrepierna estaba muy caliente.

"Parece que este año fuiste muy traviesa también"

"Solo cuando mami me deja serlo". Respondí con vocecita melosa, esa que a mami le ponía cachonda.

"¿Quieres hacer travesuras ahora, bebé?"

"¿Santa Mami me dará mi regalo?

"Por supuesto, amor. Santa te trajo algo especial pero solo te lo dará si demuestras que lo mereces"

"¿Y que tengo que hacer?"

"Tócate. Quiero verte teniendo tres o cuatro orgasmos de seguido".

Ella se encargó de desprender y retirar mi pijama hasta dejarme desnuda y boca arriba en la cama, con las piernas abiertas y bastante sonrojada. Antes de que yo empezara a tocarme, mami volvió a acercarse y dejó sus enormes pechos frente a mi cara, sus pezones erectos se veían deliciosos y yo moría de ganas por saborearlos un poco.

"Puedes chuparme las tetas, bebé"

Yo sonreí al obtener ese permiso y mis labios se cerraron alrededor de su pezón izquierdo, succioné y lamí con ganas. Ella suspiró excitada y me ordenó que me tocara; yo le hice caso de inmediato y mi mano derecha fue hasta mi vulva para autoestimularme con mis dedos.

Realmente odiaba masturbarme pero ahora lo disfrutaba. Presionaba mi clítoris con mis dedos, los masajeaba mientras mi boca se encargaba ahora del pezón derecho de mami, chupando fuerte y llenándolo con mi saliva.

Mami observaba todo muy emocionada pero se daba cuenta de que me iba a costar correrme, así que cambiaría de estrategia aunque para entonces yo ya estaba bastante húmeda.

"¿Quieres que Santa te dé besitos aquí también?"

"Sí. ¿Santa quiere probar la 'lechita de bebé'?"

El brillo de la lujuria en los ojos de mami se hizo presente y sabiendo cómo la excitaban mis palabras, retiré adrede mi mano para que viera mejor mi clítoris todo húmedo y ansioso. Ella bajó lentamente besando mi abdomen pero antes que usar su boca, tomó su seno derecho y lo apoyó contra mi vulva; lo movió de abajo hacia arriba y entonces me di cuenta de que mami estaba usando su pecho para masturbarme un rato.

Yo gemía y me removía al sentir el roce de su duro pezón contra mi hinchado clítoris. Se sentía muy rico y podía sentir que mi vagina lubricaba demasiado, tanto que podía sentir mis fluidos bajando hasta mi zona anal y eso me calentaba más.

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