Verano en Brasil (Lésbico)

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Mis vacaciones de 2017 decidí pasarlas en Río de Janeiro, Brasil. Muchos conocidos me dijeron que no viaje sola allí ya que se trata de una ciudad bastante insegura pero yo no los escuché y fui de todas maneras. Ellos no sabían que elegí ese destino porque tenía algo en mente hace tiempo y eso era, la fantasía de follarme a una linda brasileña.

Las mujeres de ese país tienen fama de ser muy fogosas en la cama y completamente desinhibidas a la hora del sexo. Supuse que una vez allí no me sería demasiado complicado hallar a una hermosa carioca que me ayude a corroborar lo que dicen.

Sin embargo, me fue muchísimo mejor de lo que pude imaginar. Luego de alojarme en un hotel en Ipanema, fui a internet a buscar recomendaciones de lugares gay friendly donde pudiera ir a observar un poco el panorama para un posible ligue.

Encontré un lugar, una discoteca gay bastante conocida en la zona donde los sábados estaban enfocados a las mujeres, en especial a las lesbianas. Supuse que habrían shows eróticos de chicas y ese tipo de cosas, parecía un muy buen plan.

No soy una persona que frecuenta demasiado ese tipo de lugares pero se trataba de una ocasión especial, así que me propuse disfrutarlo. Aproveché mis atributos físicos para hacerlos resaltar. Me puse un blusa blanca escotada que dejaba apreciar mis grandes pechos, quería que se notara que no llevaba sostén. También unos shorts de jeans gastados que dejaban ver mis muslos bronceados y resaltaba mi trasero ya que era un tanto ajustado. Me peiné y me maquillé sencillamente y estar lista, partí rumbo al club nocturno.

Eran cerca de las 10 de la noche y la discoteca en cuestión no estaba muy lejos de mi hotel, así que fui caminando hasta ahí. Al entrar el ambiente era bastante ruidoso, alegre y festivo, cosa que hizo que me animara bastante.

Pude notar enseguida que logré atraer las miradas de varias chicas allí presente y sonreí. Al parecer, las cosas me resultarían muchísimo más fáciles de lo que pensé y una mujer sola en un lugar así era de lo más cotizada entre quienes buscaban revolcones de una noche.

Fui hacia la barra y ordené una bebida. Quería observar mejor lo que sucedía a mi alrededor, buscar a una chica que llamara mi atención y la lograra hacer que me mojara con solo verla, esa sería la elegida. Permanecí mirando alrededor de 15 minutos, tuviendo que rechazar algunas invitaciones de sujetos que me enviaban bebidas o me invitaban a sus mesas. Eran esos clásicos buitres heterosexuales que van a lugares así para ver si logran levantar a alguna lesbiana que se anime a un trío con ellos y sus mujeres pero yo no estaba allí para eso. No quería a ningún hombre.

Fue entonces que vislumbre a la garota que provocó un efecto casi orgásmico a mis sentidos. La vi ahí en la pista, era una diosa moviéndose sensualmente al ritmo del osado funky y mis ojos se perdían en su enorme trasero. Pude sentir que mis pezones se erectaban viendo bailar a esa mulata preciosa e imaginaba como se movería en la cama.

Me causaba morbo la idea de poder follar a una chica negra. Nunca había estado sexualmente con una mujer de color pero me resultaban atractivas de todas maneras. Acabé mi bebida y me levanté de mi butaca para dirigirme a la pista, no era como si yo bailara muy bien pero diría que podía defenderme aunque yo solo quería que ella me viera. Necesitaba acercarme y saber si tenía una chance o estaba perdiendo el tiempo.

La respuesta vino sola ante mis ojos pero me decepcioné enseguida. Ella comenzó a a bailar con otra mujer, le ponía el trasero y la otra se lo agarraba simulando movimientos sexuales. Me fijé en ella y también era bastante hermosa, alta, piel bronceada, cabello rubio teñido, cuerpo escultural y envidiable. Pensé que había perdido toda chance cuando las vi besándose apasionadamente. ¡Maldita sea! Resultó que las dos estaban juntas.

Ya estaba allí y no quería pasar la vergüenza de dar media vuelta para regresar a mi butaca, así que no lo pensé dos veces y me puse a bailar sola cierta distancia de ellas, que seguían tan campantes, besándose y acariciándose por encima de las ropas mientras yo solo podía mirarlas con ganas.

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