2. CARNE

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Después de que la llamada terminará a Sapnap se le fue el apetito y se fue a dormir sin cenar nada, o bueno eso tenía pensado, para su mala suerte esa noche no pudo conciliar el sueño, intentó tomar pastillas para dormir pero estas no hacían efecto en él. A la mañana siguiente era lunes, no intentó siquiera disimular las sombras bajo sus ojos, ese día su universidad haría una elogio fúnebre para mostrar respeto al alumno fallecido el anterior viernes. Era definitivamente un mal comienzo de semestre, algo que vendría con grandes cambios.

Fue una ceremonia sumamente aburrida, pronto miro a Serpias subir al estrado para hablar, él joven sentía la necesidad de hablar como un sentido de justicia, para arreglar algo que no provocó, en un momento Sapnap cruzó miradas con él, una mirada sin ningún sentido aparente, observando con más detalle pudo ver que el joven parado en el estrado se le notaba un poco pálido y tambaleante, Sapnap comenzó a oír susurros de las personas que lo rodeaban, se les escuchaba preocupados, pronto vio subir a alguien casi corriendo hacia donde se encontraba Serpias, un amigo de suyo, pero también era alguien con quien Sapnap mantenía una buena relación, tal vez no de amigos, pero si un compañerismo amplio que se quedaba en la frontera entre amigos y compañeros. Shadoune un francés pelirrojo que tenía su acento muy marcado, se llevaba bien con él porque ambos eran extranjeros, y estudiaba a su vez ingeniería aeronáutica, un joven alegre al que no le importaban los rumores de la otra persona, quien necesitaría juzgar a la persona por su cuenta, fue de ese modo que conoció a Sapnap, en primera porque era otro extranjero y en segunda por los extraños rumores a su alrededor; el joven sabía que Sapnap no lo consideraba amigo, no aún.

Shadoune llegó en el momento exacto, antes de que Serpias pudiera reaccionar, este mismo cayó, sobre los brazos de su amigo.

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La tarde anterior.

Lo primero que hizo Serpias al llegar a su casa, fue tomar una ducha, no quedaba mucho para que su padre llegara, su viaje termino el día anterior pero apenas regresaría ese día, seguramente estaría feliz de verlo a él y a su familia, traería regalos para cada uno de ellos y tendrían una feliz cena en familia.

Apenas su padre llegó reunió el valor de decirle la verdad a su padre, pero este lo abrazo -Temí por un momento que fueras tu el que murió en esa fiesta, Serpias estoy tan feliz de que no hayas sido tú- Murmuró a su lado, eso provocó que Serpias recuperara un poco de su energía, no entendía porqué se preocupo, su padre siempre fue tan comprensible con él.

-Papá... me alegro que volvieras bien, no se como lidiar con esto, fue en la fiesta que organicé ¿como sucedió? no entiendo papá- Dijo con los ojos llorosos, él sabía que era pesimista y paranoico pero aunque quisiera no podría dejar de segunda el hecho de que se relacionaba con él.

-Escúchame, mañana darás un discurso, y yo arreglare todo para que no tengas que preocuparte hijo, no fue tu culpa, solo fue mala suerte, verás que todo se arreglara- Fueron las últimas palabras de su padre antes de dirigirse hacia su habitación en el segundo piso donde se encontraba su esposa. Serpias no lo sabía pero apenas su padre avanzó hacia el segundo piso dejó salir una cara preocupada por lo que iba a venir. Aún con esas palabras Serpias no se sentía más seguro, el peso imaginario que cayó sobre sus hombres no lo dejo dormir y mucho menos desayunar al día siguiente, había arruinado el discurso y el elogio fúnebre hacia su compañero, sentía cada vez un peso mayor, sintió su estómago revolverse por la culpa después de despertar, seguía sin tener hambre pero sus amigos lo obligaron a comer aunque sea un poco, pero con eso, se sentía aún peor, el solo pensar en que el se encuentra comiendo algo mientras la familia del chico está llorando lo hizo sentir aún más culpable.

Cuando el médico de su universidad le atendió ahora ya consciente y le pidió a sus amigos que salieran, este le dio el pase libre para retirarse a su casa a descansar ese día y el siguiente, el se tomaría la molestia de redactar justificación por dos días.

SERPINAP -  SECRETO ENTRE HUMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora