SERPINAP - SECRETO ENTRE HUMOS

13. TRATO PROHIBIDO

La noche había llegado rápidamente y con ella los chicos diciendo que deseaban quedarse y hacer una pijamada, algo que Sapnap y Sylvee aceptaron solo que ella sabiendo que era más para hombres decidió irse a dormir a su propia habitación, le agradaban pero aun no sentía plenamente esa confianza que tenía con Sapnap, los demás insistieron pero terminó ganando Sylvee.

Serpias quien se sentía mejor de que ella se hubiera ido finalmente lo acepto, no había nada entre ellos eran solo amigos, pero aun sabiendo eso no podía evitar tener esos sentimientos en contra de ella todo por culpa de su irracional miedo. Siendo muy tarde todos volvieron a tener hambre, un ramen sería perfecto, con el frío siempre viene bien, pero a esas horas sería difícil encontrar uno, todo lo demás fue rápido, ir y regresar, comer una última vez y que las camas quedaran tres en la habitación de Sapnap, tres en la de invitados dejando así que todos pudieran dormir en una cama, era increíble que Sapnap haya decidido comprar camas matrimoniales, nunca pensó que usaría poniendo a tres personas a dormir juntas. Fue un fin de semana productivo en cuestión de amistad, más no en trabajo de la universidad, habían trabajos acumulados especialmente por el final del segundo parcial, no era momento de más distracciones, por lo que después de su amistad arreglada volvieron a enfocarse en proyectos propios.

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El de vida perfecta ya no sería tan perfecta, tan pronto regresó a su casa su familia se encontraba esperándolo, sus miradas eran serias, ¿era su culpa? pero que él recordara no había hecho nada malo, solo salir con amigos, había mantenido un perfil bajo desde que sucedió lo de Shadoune, eso no era algo que debiera molestarlo. -¿Sucedió algo en mi ausencia? Estaba en la casa de un amigo...- Serpias jalo la silla hacia atrás y se sentó, no tenía ni idea de que estaba pasando,

-Explica esto- Dijo seriamente su padre, sacando una bolsa con polvo ¿como había llegado eso ahí? Nunca en su vida se había drogado, pudo haber tomado, fumado tabaco pero sabía que su límite eran las drogas, definitivamente había alguien en su contra la única pregunta era ¿quién? siempre supo que aun siendo muy bien recibido y halagado no todas las personas genuinamente lo querían debía de haber al menos una persona a la que le cayera mal, de una u otra forma, no todo puede salir siempre a la perfección.

-Eso no es mío, papá sabes que yo jamás lo haría alguien debe de haberme inculpado, tu me conoces, me has criado bien, mi mamá y mi hermano lo saben además ¿por qué lo haría? es obvio que no le agrado a alguien- Replicó después de unos segundos, jamás lo haría, menos sabiendo que eso afectaría a su familia. Su padre lo quería mucho, incluso lo defendería de eso, definitivamente no se dejaría llevar solo por eso, confiaba en él y eso Serpias lo sabía. -Confía en mi papá, buscaré al que intentó hacerte daño a ti y a mi.-Fue lo último que pronunció, eso definitivamente no se quedaría así.

Y justo como él pensaba su padre lo sabía bien, la droga, una pequeña bolsa con menos de treinta gramos por supuesto que no eran de su hijo, él lo conocía de pies a cabeza, no haría eso nunca, él lo crió bien, demasiado bien.

Se estaba acercando, el fin de su amado hijo, tenía entre dos opciones, cavarle su propia tumba o disfrutar todo como un desafortunado accidente, ese padre y esposo amoroso como pensaba su propia familia en realidad no existía, el trato empezó a ponerse en marcha desde que Serpias nació. ¿Era correcto decir que amaba a su familia? No, eso era mentira, era bueno en la actuación pero alguien como él no podía tener sentimientos de ese tipo después del trato que hizo hace más de veinte años, cuando él apenas iba en la universidad. Sacrifico dos cosas en ese momento, sus emociones y a su segundo hijo.

Los demonios no eran fáciles, podrían cambiar los términos del trato en cuanto pudieran y ese era definitivamente el caso de Bad, una completa carrera de éxito a cambio de esas dos cosas, era algo fácil para él, y aún así el preferiría arruinar la vida a su sangre, sera una violación si dejara que un demonio lo hiciera en su lugar, preferiría hacerlo él mismo, no lo dejaría a Bad.

En el momento en que lo contacto no pensó correctamente con quien lo haría, era completamente casualidad que fuera Bad, uno de los demonios supremos, un ser de piel negra, con ojos blancos y cueros grandes, vestidos con túnicas gris oscuras rozando al negro, con detalles rojo sangre, un ser que demostraba tanta elegancia, dar un vistazo pudo dar vista que podría hacer lo que sea, con una mirada arrogante que demostraba dominancia sobre cualquier ser vivo, eso fue lo que a simple vista noto el padre de Serpias, quien segado por el poder hizo un trato con él, que importaba la vida de un hijo cuando podría tener más, que significaban las emociones cuando podías tener tanto poder y dinero quisieses.

Más sin embargo el poder es limitado, es bien conocido que el poder no es algo que todo mundo pudiera manejar, algunos nacen con la capacidad de ejercer poder y otros... lamentablemente no. Solo los que podían tomar y consumir una gran cantidad de poder sabrían manejar de manera correcta de otra forma se desviarán del camino. "¿cuál sería el caso de él?" Bad sabía la cantidad de estupideces que podían hacer los humanos, tenía una inmensa curiosidad, ese hombre haría cualquier cosa con tal de tenerlo todo entre sus manos, lo cual quedó claro cuando hicieron el trato.

No se quedaría quieto, siempre es bueno ver la caída de las personas, la vida común siempre termina aburriendo, era mejor darle su propio toque a ese trato, algo que ese joven estudiante no pudiera soportar algo que lo llevara a su propia ruina, ¿pero no sería mejor que pasaran unos años? verlos caer desde la cúspide siempre es lo mejor, definitivamente sería algo sumamente disfrutable. El tiempo pasaba lento en el infierno, él se encontraba ocupado y aburrido, pero tal vez no lo estaría más en veinte años.

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-Algo malo debía de tener, nadie nunca es perfecto, pero... ¿drogarse? JA, ¿cómo puede alguien así seguir mostrando la cara?- Fue lo primero que escucho apenas entro a su edificio y desde la entrada a su edificio pudo ver cómo las personas lo miraban como si vieran a la peor persona jamás vista.

-¿No su padre es abogado? Seguro lo estará encubriendo- Dijo otra persona, no intentaban esconderlo, lo que no sabía es cómo se enteraron, todo era falso, alguien lo intentaba inculpar, o tal vez no era solo uno, pero esa persona debía tener tanta influencia como él para que haya salido todo así.

-Su amigo falleció hace poco, debió de haber sido un gran golpe para él como para caer en las drogas, debe de sentirse tan mal... me da pena- Soltó otra chica intentando no ser escuchada por Serpias fallando completamente, al parecer era la única que no olvidaba la situación en la que se encontraba. El salón tan versátil como siempre, lo miraba con ojos de depredador, era una presa fácil en ese momento. Claro, la naturaleza humana, una codicia sin fin, siempre sería así, pero el lo resolvería, no era tonto y definitivamente no dejaría que se lo comieran, ni a él ni a sus amigos; porque así es la vida, todo pronto daría un giro de 180° a su favor. 

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Hasta aqui el cap, estoy en desarrollo de otro fic, pero no tengo una buena portada, se me da dibujar a mano limpia más no en electrónico, pero intentare de todas formas, ya le tengo un avance bueno, tal vez al final de esta semana lo suba. 

Buenas noches, tqm <3