SERPINAP - SECRETO ENTRE HUMOS

17. FAMILIA

Serpias se había ido, tenía miedo de lo que su padre escondía había decidido que ya no quería ser cercano a él, esa cosa le abrió los ojos no de la manera en que quería;no quería nada más que ver con él, sólo había descubierto cosas malas, si había hecho promesas por el entonces no debían ser buenas, había admirado a su padre toda su vida y ahora resulta que había hecho un trato con un demonio, las cosas que había pedido eran desconocidas aún y tampoco deseaba saberlo.

Cuando llegó a su casa y estaciono el auto vio las luces prendidas, no era tan tarde pero definitivamente era extraño que lo estuvieran, Serpias entró a su casa y lo vio, a su padre sentado frente al televisor no se encontraba en su oficina -Papá ¿que haces aqui? siempre estas en tu oficina...- Intentaba hablar lo más normal posible pero era imposible, ya nada era igual, quería preguntar cual era el trato que hizo hace tres décadas antes de que el siquiera naciera, pero si preguntaba acerca de eso entonces no sabría cómo reaccionaría por lo que decidio quedarse callado.

-Necesitaba un aire diferente, la sala es el mejor lugar ¿por qué no te sientas a tomar el té conmigo?- Serpias no podía negarse, temía cometer cualquier error, no debía parecer diferente-Serpias, Serpias, Serpias... ¿creíste que no me iba a enterar?- dijo su padre mirando a sus ojos.

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Sapnap fue a recoger a Sylvee quien se notaba estresada, Sapnap la miró de reojo y pregunto -¿que tan mal te fue?- La chica solo suspiro y miro por el espejo retrovisor, no se veía de buen humor, aunque ya habían pasado semanas del incidente pudo reconocer al chico que le había tirado el café encima en aquel momento pasado.

-Nada, osea... no fue mal el trabajo pero en lugar de ir a la cafetería fuimos a la casa de mi compañera y resulta que el chico que derramó mi café hace dos semanas o tres no recuerdo es su hermano mayor, lo reconocí por su peinado de emo jaja... se me hizo extraño el chiste es que se me acercó como si fuéramos cercanos, fue tan raro... me pidió mi número... pero le di el tuyo, perdóname pero no me agrado la idea de darle mi número.

Sapnap río -¿entonces la mejor solución fue darle mi número? bien, no te preocupes yo lo bloqueo por tí. ¿pero estás segura que no pasó nada más?

-¿Sapnap que piensas sobre adoptar un gato? Me siento sola sin mis gatos, resulta que mi compañera se encontró dos gatitos bebés hace unos días pero no puede cuidarlos, ¿podemos quedarnos uno o los dos?- A sapnap no le desagrada la idea pero tenía miedo ¿y si tenía un ataque y por error les hacía daño a esos gatos? odiaba eso, Sylvee lo odiaría, pero era verdad, la casa se sentía tan vacía, tal vez no era mala idea

-Vale, debemos escoger unos nombres para ambos- Sapnap dijo, amaba los gatos, y tenía experiencia cuidándolos, además siempre traen amor a una casa, dejarlos solos con este frío sería horrible, ellos dos, especialmente Sapnap tenían los recursos para adoptarlos. -Mañana vamos por ellos.- Diciendo eso miro de nuevo a Sylvee quien cambió de cara a una feliz.

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El tiempo realmente pasaba rápido, en dos semanas Serpias se había ido a vivir solo como le había pedido a su padre, pero pasaba más tiempo en la casa de Sapnap que en la suya propia, aquella vez cuando su padre estaba en la sala, realmente no era nada preocupante, a pesar de que había hecho un trato con un demonio lo trataba con amor, un amor fingido por supuesto, cumpliendole cualquier capricho, todo antes de que lo que había prometido se cumpliera.

Resultó que su padre le dijo que sabía que no le gustaban las mujeres, su padre había identificado lo raro e incómodo que se sentía siempre que estaba una mujer a su alrededor, y como por arte de magia como si alguien le hubiera dicho también sabía de la atracción que este mismo sentía hacia su amigo -Eres mi hijo por supuesto que te voy a aceptar, no hace falta que lo ocultes, no serás un fenómeno ni nada si te gustan los hombres, tu puedes hacer lo que quieras, este padre tuyo siempre estará de tu lado- Fue lo que dijo para acto seguido abrazarlo, ese abrazo fue incómodo o asqueroso sería el término correcto. Ahora entendía porque siempre había sido tan comprensible con él, incluso más que con su hermano mayor.

A su hermano mayor realmente nunca le pareció raro el favoritismo de su padre hacia Serpias, de hecho era imposible no querer a Serpias, desde niño había sido tierno y así mismo sabía que desde pequeño le tenía miedo a las mujeres y niñas sin importar su edad, y era obvio, si no le agradaban las mujeres entonces le gustarían los hombres, y eso no estaba mal. Se hizo aún más obvio cuando él presentó a su novia a la familia, la única persona incómoda era Serpias, le daba miedo estar cerca de ella, una fobia tan extraña que no podía ocultar en casa pero que ocultaba casi a la perfección fuera de la casa. Fuera parecía llevarse perfectamente con todas las mujeres, tenía varias pretendientes, pero él ignoraba a todas.

-Hijo lo mejor sería que te vayas independizando, ya que me lo sugeriste estoy de acuerdo, confío en tí y sé que tu no consumes drogas, pero ten cuidado, te rentare un departamento en el centro cerca de tu universidad, creo que es lo mejor para que te despejes- Fue lo que dijo mientras mostraba una sonrisa perfecta.

Así fue como se fue a vivir solo, todas las pertenencias estaban ya en su departamento, Serpias conocía a su padre, sabía que no lo había hecho realmente por él sino que fue para mantener su estatus, alejar a su hijo que era una oveja negra era lo mejor.

Pero ese departamento también lo odiaba, era bueno ya que su padre no estaría cerca de él pero lo odiaba, no soportaba la idea de que todo fuera planeado y lo peor era que estaba resultando. Pasaba tiempo en la casa de Sapnap, en la casa de sus demás amigos, en la biblioteca, en restaurantes para no estar en ese departamento.

Los rumores de las drogas milagrosamente disminuyeron, las miradas seguían pero parecía que habían sido amenazados para quedarse en silencio, seguramente había sido su padre, comenzó a sufrir de insomnio. Las noches eran largas y agotadoras, esa sombra lo seguía acosando entre sueños, le decía cosas pero siempre que despertaba olvidaba esas palabras. La investigación había quedado estancada, no había nada, todo estaba completamente limpio para esa semana.

Era momento de preguntarle a su padre, esperaba que al menos fuera sincero y le contara todo pero la respuesta de este no era lo que esperaba -Yo tampoco sé lo que planea, si te pido perdón no será sincero, esperaba darte una gran vida sabiendo lo que te pasaría pero yo realmente no sé lo que deparará el futuro. Es mejor que te prepares, el demonio no es cualquier demonio, no, él se encuentra en la cima de la cadena. No hay mucho que puedas hacer, no puedes escapar de tu destino- Fue lo que le dijo, Serpias se asustó, esas últimas palabras no fueron de su padre, era de esa cosa. Seguía sin resolver su destino ¿que era y que tiene que ver con Sapnap? 

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¿Como amanecieron? ¿que tal la escuela o trabajo o lo que sea?