Me acomodé sobre la cama en lo que Evelin parecía buscar las palabras para expresarse parecía un tema delicado pero no podía contener mi curiosidad.
- Mi familia y yo vivíamos en una isla al sur, éramos felices y con nosotros había toda una comunidad de habitantes que nos hacían compañía, era perfecto, pero todo cambió cuando ellas llegaron -comenzó.
- ¿Pero quienes son ellas? No me queda eso claro -insistí pero ella sólo bajo la mirada y apretó los labios y entonces comprendí que era un tema complicado-. Esta bien si no puedes decirlo, perdona mi imprudencia.
- No importa, sé que eres curiosa pero...a ellas es mejor no mencionarlas. Eran tan temidas que la gente se estremecía con sólo oír sus nombres.
- ¿Y qué es lo que hacían, que pasó cuando llegaron a la isla?
- Ellas reclutaban talentos al rededor del mundo, pero era con fines diabólicos y macabros, si te escogían y te negabas ellas te desaparecían del mapa a ti y a tu linaje. Mi hermana Selestia tenía un don hermoso o eso era lo que nuestros padres decían y que por eso nos debíamos ocultar o ellas nos encontrarían -siguió explicando con un tono de voz de melancólica-. Todos en la isla vivían cada día con el constante temor de que ellas nos encontraran -pausó con un suspiro profundo-. Y así fue.
Un pánico me recorrió por la espalda al escuchar lo ultimo, lo cuál me hace pensar que no será una historia agradable para Evelin de recordar.
- Pasó una noche oscura, la luna estaba oculta y todo estaba en una penubra total. Todos comenzó cuando llegó el anuncio de que habian avistamientos sercanos a la isla, recuerdo que papá nos ordenó a mi y a mis hermanas ocultarnos pero Selestia no paraba de llorar diciendo que no queria irse con ellas, yo era la segunda de tres hijas y no comprendía que estaba sucediendo pero sabía que esa noche algo malo sucedería, fue horrible -los ojos azules de Evelin se comensaron a humedecer y ella trataba de reprimir las lágrimas pasandose las palmas de sus manos por el rostro-. Todo es borroso pero recuerdo que todo se puso oscuro afuera y los gritos de horror fueron insoportables -sollozó-. No sé que fue lo que sucedió pero mamá nos ordenó que huyeramos y no miraramos atrás y yo hice eso y me escodi...-Evelin tuvo que parar por el llanto que le provocaba recordar aquella trágica historia a lo cuál yo me levanté y fuy a abrazarla.
- Está bien Ev, ya pasó -animé abrazandola fuerte-. Tranquila.
- En el silencio rotundo oí los gritos de Selestia, alguien se la estaba llevando pero estaba tan lejos que no podía hacer nada pero aún asi lo intenté -continuó despues de separarnos un poco mas calmada-. Mis padres se lanzaron al mar para alcanzarlas pero el oseano se puso en su contra y delante de mis ojos unas olas gigantescas se los tragaron -recordó con angustia en el habla-. Los vi desaparecer en un torbellino mientras Selestia gritaba auxilio, intenté ir tras ellos por impulso y la corriente ne arrastró y me di tantos golpes en la cabeza que estuve dias sin despertar.
- ¿Y cómo te encontraron?.
- Yo...-suspiró un poco- Cuando abrí los ojos desperté en un hospital y no lograba recordar nada de lo que pasó, encontré a mis abuelos gracias a que difundieron la notícia, cuando logré recordar que había pasado nadie me creyó -sus ojos volvieron a humedecerse-. Mis abuelos paternos me digeron que todo estaría bien, que nos iríamos lejos y comensaríamos de nuevo -suspiró secándose el rostro.
- ¿Pero y tus padres y la isla? -pregunté y ella apretó los ojos con tristeza y se tomó su tiempo en responder-
- No sé, no lo recuerdo.
- ¿No recuerdas la isla? -ella negó.
- Todo lo que recordaba era el ataque y los gritos, solía decirle a los médicos que unas criaturas malas se llevaron a mi hermana pero ellos sólo creían que estaba loca, todo lo que sé lo he ido acomulando a traves de los sueños sin saber cuanto hay de verdad -me mira con tristeza y sus ojos estan inchados y enrojecidos.
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The Night (Libro:1)
Teen FictionUna chica llamada Abigail es obligada a mudarse a un pueblo aparentemente tranquilo y sin nada fuera de lo común con sus padres, en circunstancias misteriosas. Pero pronto ella descubrirá que nada es lo que parece y sin querer acabará desatando un t...