The Night (Libro:1)

Capítulo XIX: Preguntas sin respuestas

Regresé a mi habitación y me quedé en la puerta observando como el trío analizaba las pruebas y tarjetas haciendo anotaciones en pequeñas agendas que les di.

- Se ven tan lindos -interrumpí desde el umbral a lo que todos levantaron la cabeza con desconcierto y después sonrieron.

- ¿Dónde fuiste? -pregunta Toño doblado a medida silla ya que la puerta le quedaba a la espaldas al asiento, Evelin estaba al frente y Maggie en el centro de ambos completando la mesa y como el otro extremo estaba pegado a la pared, nunca necesité la cuarta silla y ni idea por donde ha de andar.

- Surgió algo -dije mientras entraba sin alejarme mucho de la puerta-. Esta tarde tendremos la compañía de alguien más.

- Ah si, ¿de quien? -curiosió Maggie.

Hice una seña hacia afuera y seguidamente Lucio entró en la habitación con rostro agradable pero sin sonreir, llevaba un abrigo nengro con capa la cuál traía puesta y unos pantalones oscuros con zapatos a juego. Era la primera vez que lo veía usar algo más que no fuera el uniforme y luce bien aunque más pálido con toda aquella vibra neutral.

El grupo se quedó entre estupefacto y boquiabiertos con su inesperada aparición, ni yo podía creerlo. Él solo los observó a todos y solo dijo, Hola.

- ¿Eso es nuevo? -bromeó Maggie a lo que todos incluso él tuvieron que reír, y no lo podía creer. Aquel chico de dureza en el rostro y aura sombría ahora estaba sonriendo y era una risa hermosa con unos dientes perfectos, cuanta novedad en un sólo dia.

- ¿No me digas que también te unes a la  investigación en masa? -pregunta Toño a lo que él se encogió de hombros con una media sonrisa. La verdad se sentía bien verlo sonreír y creer que nosotros logramos tal hazaña, no dijo ninguna palabra pero hay que trabajar en eso.

- Lucio puedes tomar asiento en aquel sofá -le indiqué el mueble que estaba un poco más adelante el cual usaba para ver la televisión instalada en la pared contraria a unos pequeños centímetros de la ventana. Él se acercó a la mesa y tomó los papeles apartados que aparentemente ya habían analizado el resto, agarró una de las pequeñas agendas que había en una pequeña cajita en un extremo del escritorio y se acomodó en el sofá.

Maggie le hizo una seña a Evelin y ella ni la mirada levantó ya que estaba como un tomate, yo sonreí con tolerancia y fui hasta la cama y seguí mi análisis por mi parte.

- ¡Ah, Toño! -dijo Maggie-. Olvidé mostrarte mi parte favorita de la habitación.

Maggie se levantó y le indicó a Toño que la siguiera, cerré los ojos con tolerancia ya que sabía exactamente a donde se dirigiría. Se colocó frente a las cortinas que tenía tapando la pared del lado izquierdo de donde estaba mi cama y al correrlas dejó ver el inmenso mural que tenía de los McGlagen, fotos, teorías, apuntes, observaciones y anotaciones.

- Wao, esto es McGlagen-tropolis -deslumbró el nerd.

- Supongo que es mejor de como lo llamó Maggie -declaré. Evelin también observaba desde su silla y Lucio también miraba el mural con atención.

- Admiraría esto sin cansarme y eso que ahora es mas grande, cuando lo vi por primera vez sólo era un collage de Aiden -indicó la castaña.

- Parece un expediente policial de esos que cuelgan en las paredes de las oficinas de los detectives -observó Toño.

- De hecho es mi propia mural de deducciones, y ha crecido más de la cuenta gracias a los documentos que me diste Toño, desde entonces anoto todo lo que puedo referente a ellos, pero centrémonos en lo importante de acuerdo.

Ambos asintieron y retornaron a sus posiciones anteriores y durante minutos todos estuvimos en silencio. Estaba concentrada pero de vez en cuando podía escuchar el sonido del garabateo de un lápiz y algunas risitas nasales, alcé la vista y vi al trío en la mesa bastante concentrados y Maggie molestando a Evelin con el pies debajo de la mesa y cuando ella miraba le hacía señas con la cabeza rumbo a donde estaba Lucio lo cual la hacía ponerce colorada y bajar la mirada negando con la cabeza lo que hacía a Maggie reir discretamente.