Hasta el Final [Camren]

•Capitulo 32•

Narrador omnipresente

Lauren y Camila se encontraban en el aeropuerto de Miami, listas para emprender el viaje de su luna de miel. Era de madrugada, y las luces del aeropuerto brillaban intensamente.

Camila, sin embargo, no tenía idea de hacia dónde se dirigían. Lauren había mantenido el destino en secreto desde el principio, disfrutando de la emoción de sorprenderla.

-¿Me vas a decir finalmente a dónde vamos? -Preguntó Camila con una sonrisa, mientras tiraba suavemente del brazo de Lauren, buscando respuestas.

Lauren, con una mirada traviesa, negó con la cabeza mientras sostenía su pasaporte en la mano.

-Ni en sueños, amor -Respondió, inclinándose para darle un beso rápido en los labios -Tendrás que esperar un poco más. Pero te prometo que valdrá la pena.

-Ya hemos esperado suficiente. Nos casamos ayer, y aún no tengo ni idea de dónde vamos a pasar nuestra luna de miel. -Camila suspiró, aunque en el fondo le encantaba la emoción del misterio -¿No me puedes dar ni una pequeña pista?

Lauren rió mientras arrastraba su maleta hacia el mostrador de facturación.

-Bueno, puedo decirte que no vamos a quedarnos en Miami, y que es un lugar que es muy mágico. Pero de verdad, Camz, vas a tener que ser paciente. Ya casi estamos.

Mientras hacían la fila para el control de seguridad, Camila no pudo evitar pensar en los mellizos, Emma y Ross. Sabía que estaban en buenas manos, Harry y Louis se habían ofrecido a cuidar de ellos mientras ellas disfrutaban de su luna de miel, pero eso no evitaba que los extrañara.

-Voy a extrañar a los niños -Dijo Camila suavemente, inclinándose hacia Lauren mientras se colocaban los cinturones de seguridad en el avión.

-Yo también -Respondió Lauren, tomando su mano y acariciando suavemente el dorso -Pero esto es algo que también necesitamos. Un tiempo solo para nosotras, después de todo lo que hemos pasado. Los niños estarán bien, y cuando regresemos, haremos un viaje solo los cuatro.

Camila asintió, aunque todavía sentía ese ligero tirón en el corazón al pensar en estar lejos de los mellizos. Sin embargo, también estaba emocionada por pasar tiempo con Lauren, solo ellas dos, sin las responsabilidades del día a día.

Una vez en el avión, Camila intentó adivinar su destino una vez más.

-¿Europa? -Preguntó, mientras el avión comenzaba a rodar por la pista de despegue.

-Nope -Respondió Lauren, sin dejar de mirar por la ventana.

-¿Asia? -Intentó de nuevo, su curiosidad creciendo.

Lauren sonrió, pero no dio ninguna confirmación.

-Iremos a Oceanía -Dijo con expresión seria.

-¿En serio? -Dudó un poco.

-Vamos a ir a playas e islas que son iguales a Miami, amor -Lauren contuvo la risa.

-Lauren... -Advirtió Camila

-Solo relájate, amor. Cuando lleguemos, lo sabrás -Lauren dijo riendo mientras le daba un beso en la frente.

El vuelo fue largo, pero entre las charlas, las comidas y las películas a bordo, el tiempo pasó más rápido de lo esperado. Aún así, Camila seguía dándole vueltas a su cabeza sobre cuál podría ser el destino, aunque cada vez que intentaba preguntar, Lauren la evadía con una sonrisa juguetona.

Después de varias horas, aterrizaron en su primera escala, en Doha, Qatar. Camila miró a Lauren con los ojos muy abiertos.

-¿Estamos en Qatar? -Preguntó, claramente sorprendida.