•Capítulo 29•

265 17 0
                                    

4 años después

Un par de ojos color verde esmeralda con tonos levemente marrones observaban a la mujer sentada detrás de su escritorio.

-¿Qué haces mami? -Se acercó Ross a su madre.

-Estoy trabajando amor, ¿Necesitas algo? -Lauren miró levemente a su hijo que la miraba curioso.

-Solo preguntaba -Negó con la cabeza -Emma no juega conmigo -Señaló a su hermana que se encontraba en su espacio para pintar.

-¿Por qué no haces lo mismo que Emma? -Le sugirió -Así no te aburres.

-No mamá, Ross no sabe pintar -Se quejó la pequeña ojiverde desde su mesa de trabajo, si es que eso se puede llamar trabajo.

-¿Viste? Siempre está aburrida -Ross resopló.

-Entonces ayúdame con el trabajo -Le dió una pila de carpetas -Organiza por color y ya -Ross asintió riendo y se fué a la mesa donde se encontraba su hermana.

-No me molestes, estoy trabajando con mami -El niño creyó que estaba trabajando al igual que su madre.

-No te estoy molestando Ross -Emma dijo muy calmada sin despegar la vista de su dibujo.

Ross la miró de mala gana ya que no le prestaba atención, ambos eran mellizos pero eran tan diferentes uno del otro.

Tanto Ross como Emma habían heredado los ojos de Lauren, ya que en el proceso Lauren había dado su óvulo para que Camila sea la portadora de los bebés. Ross tenía un gran parecido a Camila, piel un poco morena, cabello castaño, tenia los mismos gestos de su madre, incluso cuando arrugaba la nariz, cualquiera podria decir que era la versión masculina de Camila a diferencia de que tenía los ojos verdes esmeralda de Lauren.

Con Emma era otra cuestión, según Clara, exactamente así era Lauren cuando era niña, había heredado todo de su madre a excepción del color de piel, no era de extrañarse que Lauren era demasiado blanca a diferencia de Camila y sus hijos, por qué ambos tenían el mismo tono de piel de la mujer de ojos marrones.

A medida de que fueron creciendo Emma se destacó de ser más reservada y callada, muy a diferencia de Ross que era un tsunami que se llevaba consigo todo a su paso, eran tan opuestos pero algo que tenian en común era la forma de protegerse el uno al otro, podrían estar peleados pero no soportaban estar separados tanto tiempo.

-Listo mami, ya terminé -Ross "organizó" por colores pero no lo habia hecho del todo bien ya que habian colores en el lugar equivocado.

-Esta mal, Ro -Emma se levantó de su asiento dejando de hacer sus trabajo y ayudó a su hermano -¿Ves? Este está mal -Acomodó la carpeta en el lugar correcto -Pero lo hiciste bien -Le removió el cabello.

-Gracias Em -Ross le sonrió a su hermana y luego se levantó con las carpetas para entregar a su madre.

-Todo listo mami -Dejó las carpetas en el escritorio de Lauren que observaba la interacción de sus hijos.

-Muchas gracias, Ro -Buscó dulces y se lo dió -Por que me ayudaste.

-De nada mami -Ross le dió un beso a su madre y se dió vuelta para ir donde se encontraba su hermana -Toma Em, por qué me ayudaste -Le dió la mitad del puñado de dulces.

-Gracias Ro -Emma pestañeó un par de veces en forma de agradecimiento a su mellizo.

Lauren estaba pendiente de la conversación que ambos tenían y se sintió muy orgullosa de que sean bastante apegados uno al otro, habían casos de hermanos que no se soportaban, pero este no era uno de ellos.

Hasta el Final [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora