Después del trauma

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Capitulo 20: Después del trauma.

MALENA

 

-          ¡Nicolas! ¡Tomas!- seguí gritando después de salir de esa sala en la que me dijeron mi condena.

Ahora estaba siendo arrastrada contra toda mi voluntad a un lugar que no conocía, pero sabía que sería mi perdición. Según los chicos yo estaba condenada, que al salir de ese lugar no sería la misma y la frase que más recuerdo se repetía sin cesar en mi cabeza. "¡La mataran!", esa fue la frase que necesite para saber que esto sería lo peor en el mundo.

Estaban arrastrándome por un pasillo hasta que abrieron una puerta, rápidamente entramos para que nadie nos viera. No sé como lo hicieron, pero antes de darme cuenta ya estaba atada a una silla metálica con las muñecas y tobillos atados a esta con cadenas. Esos hombres salieron sin decir nada, y aproveche mi oportunidad para forcejar un poco con las cadenas. Pero no importaba que hiciera, las ataduras no se rompían, me sentía como una humana otra vez. Mire a mi alrededor, no hay nada más en la habitación, excepto por esa cosa. No sé que es, pero parecía una palanca que sobre salía de la pared. Pero mientras yo descifraba que podía ser esa palanca, escuche como la puerta se volvía abrir. Fije mi vista en la persona que se encontraba ahí, era un hombre de ojos negros, cabellera castaña, era un licántropo, vestía con una remera azul oscuro, unos jeans y unas zapatillas. Nunca antes lo había visto, pero él me sonreía con malicia y eso no me ayudo a calmarme con su presencia.

-          ¿Quién eres tú?- le pregunte entrecerrando los ojos, aunque estaba muriéndome del miedo.

-          Sabes Malena, me dijeron que intentaste matar a una vampira.- dijo ignorando mi pregunta, se apoyo contra la pared.

-          ¿Por qué estoy aquí?- insistí.

-          Sabes que eso está prohibido, sin importar que, no tuviste que intentar matarla.- dijo negando con la cabeza.

Parecía que ambos estábamos teniendo dos conversaciones diferentes y ninguno iba a ceder a continuar con la charla del otro.

-          ¿Por qué estoy atada?- pregunte.

-          ¿Sabías que la plata es el único metal que un vampiro no puede romper con facilidad?- dijo sonriendo como si fuera lo más sorprendente, esto ya me estaba asustando.

No es tu vita, es mi animaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora