Capitulo 35: Parejas (1ra Parte).
MALENA
Hoy era el día, esta tarde nos íbamos de Alaska, y la verdad es que no sabía si alegrarme o entristecerme. No por el lugar, que era un hecho que extrañaría, sino por lo que pudiera pasar cuando lleguemos a Santa Fe. Tenía miedo de todo, sobre todo de volver a ver a Tomas. No sabía si mi cuerpo reaccionaría como antes, con el cariño que siempre le había tenido a ese vampiro o simplemente lo odiaría. Y tampoco sabía que pasaría cuando viera a esa chica, que por lo que suponía, era humana. La verdad me decepcionaba lo que él había hecho con ella, nunca me lo hubiera esperado de él. Pero sobre todo que hubiera sido con una humana, la verdad me sorprendía que la hubiera involucrado en todo esto, pero ya no se podía volver atrás.
Todo estábamos haciendo las maletas, pero como yo fui la primera en terminar, decidí bajar a la sala. Me quedé pensando en todo esto cuando veo bajar a Sol. Noté que sus manos temblaban ligeramente sobre la baranda de la escalera, algo que me preocupo. Cuando llegó al pie de la escalera, la llamé para que se acercara. Y fue en ese entonces como si se hubiera despertado de un sueño y recién se daba cuenta donde estaba.
- ¿Sol, estás bien?- pregunté parándome del sillón y acercándome.
- Sí, solo...estoy algo distraída, ya se me pasara- dijo haciendo como si su mano alejara una mosca que la molestaba.
- Eso espero...
- Male, terminaste la maleta?- preguntó.
- Sí, hace unos minutos.
- Que bien, entonces hagamos algo- propuso acercándose a mí.
- ¿Cómo qué?
- No sé, podemos mirar la tele o salir afuera.
- Ha, bueno, entonces esperemos a...
- ¿Podemos ir a cazar?- preguntó en apenas un susurró- Solo nosotras dos- dijo echando una mirada rápida hacia arriba de las escaleras.
- Si tú quieres- dije restándole importancia.
- ¡Chicos, ahora volvemos!- gritó Sol llevándome hacia la entrada.
- ¡¿No quieren que las acompañemos?!- escuché que preguntaba Katie.
- ¡No está bien, solo voy con Male!- gritó antes de que saliéramos y alguien pudiera decir algo.
Empezamos a caminar en silencio hasta la entrada del bosque, la nieve seguía sobre las ramas como en el primero día que vinimos. Escuchaba el ruido lejano de un alce caminando, pero se calló cuando Sol entró al bosque. Ignoré el olor de la sangre y me dirigí en la dirección contraria. Antes de que me alejara demasiado de mi amiga, ya había encontrado mi propia presa. Mis colmillos se clavaron en el cuello del animal después de partirle el cuello, dejando así una mayor disposición para alimentarme. Recordé la explicación de cómo cazar, que me había dicho Tomas. Escuchar su voz en mi cabeza solo provoco dolor e ira dentro de mí. Pero esos sentimientos no eran hacia él, eran hacía mí misma. Me sentía culpable de todo lo que él creía de mí, y me daba pena a mí misma.
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No es tu vita, es mi anima
VampirosLa pareja destinada a un licántropo es llamada vita, pero entre vampiros se les llama anima. Estas dos personas son almas gemelas que son indispensables entre hombres lobo y vampiros. Estos seres darían sus vidas para protegerlos y si los perdieran...