La Modelo ── Peso Pluma

037. Unspoken

Los Angeles | 29 de Julio
── Mackenzie Barker.

Desperté cuando sentí movimiento a mi lado. Entreabrí los ojos y vi a Hassan ya de pie, poniéndose la camiseta. Me estiré un poco, disfrutando unos segundos más en la cama antes de incorporarme.

—¿A dónde vas tan temprano? —pregunté, sentándome en la cama y echando las sábanas a un lado.

—Al estudio, amor —respondió, mientras se abrochaba la correa del reloj — Revisaremos algunas grabaciones.

Recordé que, desde hace un tiempo, Agnes, una de las chicas que trabaja con él, no dejaba de mirarlo de una forma que me incomodaba. Intenté sonar casual, aunque por dentro quería ver cómo reaccionaría él si traía el tema a la conversación. Me mordí el labio, queriendo que no se notara mi curiosidad, pero acabé soltando la pregunta que me rondaba la cabeza.

—¿Y… Agnes también estará ahí?

—¿Agnes? Sí, creo que estará —dijo, encogiéndose de hombros como si fuera algo sin importancia— Ella también tiene cosas pendientes con el equipo. ¿Por qué?

Traté de disimular mi incomodidad con una sonrisa, asintiendo lentamente. ¿Acaso no notaba cómo lo miraba esa chica cada vez que tenía la oportunidad? Me resistí a comentar nada más y cambié el tema de forma sutil.

Sacudí la cabeza, intentando que mi voz sonara casual.

—Por nada. Solo me dio curiosidad.

Respiré hondo, tratando de relajarme y no dejar que algo tan pequeño me afectara.

—¿Tienes planes para hoy, amor? —dijo mientras se veía al espejo.

—Algunos, sin relevancia... —Me acerqué a él y lo abracé por detrás— Hueles muy bien... Me encanta.

Se dio la vuelta y sujetó mi cara con sus manos.

—A mí me encantas tú —dicho esto, me besó—. Nos vemos al rato, cariños. —Me dio un apretón en el trasero.

Esta vez no íbamos a desayunar juntos, y dudo que él lo vaya a hacer, ya que es tan desorganizado. Me metí al baño para tomar una ducha y arreglarme, saldría con Juliette y Amelie.

Mientras estaba con ellas, conversábamos y reíamos, pero aún así me inquietaba un poco la cercanía de Hassan con Agnes.

—¿Te pasa algo, Ken? —preguntó Juliette.

—No... Bueno, sí... —bufé—. Es sobre Hassan.

—Uyyy —Amelie alzó las cejas—. ¿Qué pasa?

—Es sobre una chica... Siento...

Amelie me interrumpió.

—¿Celos? —Asentí.

—He notado cierta cercanía de ella hacia él... Algunas intenciones que no me agradan para nada —tomé de mi café.

—¿Está esa chica ahora mismo con él?

—Sí, están en el estudio con Hassan... Valeria y más.

—¿Y qué estás haciendo aquí? —Miré a Juliette sin entender—. ¡Ve por tu hombre, Mack!

—¿Debería?

—¡Tienes que! —Amelie completó—. ¡Por Dios, mujer, ve ahora!

Finalmente hice caso a las chicas, pero antes llevé un desayuno a mi novio. Bajé del taxi, acomodé mi bolso antes de caminar. Al llegar, me encontré con un ambiente tranquilo. Caminé por los pasillos hasta divisar la sala donde trabajaban y, efectivamente, ahí estaba Agnes, inclinada hacia Hassan mientras revisaban unos documentos. Al entrar, ambos levantaron la vista.