Capítulo 13

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Me despierto al sonar el despertador, el primer rayo de sol se filtra por la cortina, bañando la habitación con una luz dorada. Me estiro y me levanto de la cama, sintiendo cómo los músculos aún piden unos minutos más de descanso. Bajo las escaleras con una sensación de anticipación y llego a la cocina, donde mi mamá ya está preparando el desayuno.

—¡Buenos días, cariño! —dice mi mamá con una sonrisa cálida—. Espero que hayas dormido bien.

—¡Buenos días! —respondo, sentándome a la mesa—. Dormí bastante bien, gracias. Estoy lista para el día.

Mientras mi mamá pone las tostadas en la mesa, mi hermano recién llegado, Thomas, entra con una taza de café. A pesar del cambio de horario, parece estar ajustándose bien. Le doy un rápido abrazo.

—¿Cómo va todo, Thomas? —le pregunto—. ¿Te estás acomodando?

—Sí, poco a poco. Aún me estoy adaptando, pero todo está bien —responde con una sonrisa—. ¿Qué planes tienes hoy?

—Solo tengo clases y una reunión sobre el intercambio a Italia —le cuento, mientras acaricio a Molly y Bella, mis perritas que se acercan moviendo la cola—. Estoy emocionada pero también un poco nerviosa.


Mi papá entra en la cocina y se sienta a la mesa, saludándonos con su característico tono firme pero afectuoso.


—¿Preparada para la gran reunión? —me pregunta, mientras toma un sorbo de su café.


—Sí, creo que sí. Estoy lista para escuchar todos los detalles —respondo, disfrutando del desayuno familiar.

Al terminar el desayuno subo rapidamente a mi habitacion para lavarme los dientes, retocarme el maquillaje lindo pero sencillo y al final acomodarme el pelo.


Mi mamá me da un cálido abrazo antes de que salga de casa.

—Buena suerte hoy, Zoe. Estoy segura de que todo saldrá genial. No olvides mantenernos al tanto de cómo te va.


—Gracias, mamá —digo—. Te prometo que te mantendré informada.

Salgo de casa con una mezcla de emoción y nerviosismo, y me dirijo a la universidad. Al llegar, encuentro a Sofía y Kai esperándome en la entrada. Nos saludamos con entusiasmo y comenzamos a charlar sobre nuestras clases mientras caminamos hacia el edificio principal.

De repente, mi teléfono vibra con un mensaje del director de la universidad. Les pido a mis amigas que me esperen y me dirijo a la oficina del director. Al llegar, el director me recibe con una expresión que mezcla seriedad y cordialidad.

—Zoe, te llamé para informarte que en breve tambien llegará Erick —dice—. Él te acompañará al edificio donde está la coordinadora y les dara la informacion necesaria para el intercambio.

Siento un nudo en el estómago al escuchar el nombre de Erick, pero trato de mantener la calma. Salgo de la oficina y, justo cuando me dispongo a regresar con Sofía y Kai, me encuentro con Erick en el pasillo. Lleva una sonrisa confiada y se acerca a mí.

—Hola, Zoe —saluda con tono juguetón—. Parece que el destino nos une de nuevo.

—Hola, Erick —respondo, tratando de ocultar mi desinterés—. Sí, parece que sí. ¿Listo para el intercambio?

—Siempre listo. —Sonríe—. Vamos, la coordinadora ya debe estar esperandonos.

Comenzamos a caminar hacia el edificio administrativo. Erick empieza a charlar conmigo, manteniendo un tono ligero y desenfadado.

Rivales y Amantes en la Ciudad EternaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora