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Dos días después| 23:34

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Dos días después| 23:34.

Estoy media hora sentada en la cama de Red, inquieta esperándote. Pensando en cómo corresponder todos los sentimientos eufóricos que me da, pero tengo tanto miedo de hacer algo mal.

Oigo que la puerta del baño se abre y giro mi rostro hacia ella, viendo a Red salir tarareando una canción baja, solo con una toalla envolviendo su cuerpo y su cabello húmedo.

Nuestra..

- ¿Algún problema? - guio un par de veces, viendo a Red acercarse, preocupada.

- sucedió - me levanto, frente a ella.

- ¿Qué? - ella pregunta seria, haciéndome tragar seca, nerviosa.

- Quiero devolverte lo que haces - hablo en un tono bajo, bajando mi mirada al suelo, con ganas de meterme en un agujero.

- no tienes que devolver nada, Chloe - dice ella, poniendo la mano en mi barbilla, levantándola.

- ¡pero quiero! - agarro su cara, acercándola a la mía. - déjame hacer eso, por favor copas.. - es lo último que digo antes de domar tus labios.

Red no protesta ni me aleja, lo que agradezco. La tiro con calma, besándola como tranquila, dándole la vuelta y dando pequeños pasos hasta su cama.

La empujo cuando choca con el borde de la cama, haciéndola caer sentada en la cama.

Evito mirarla, solo pongo mi mano en su hombro, empujándola para que se acueste. Tan pronto como se acuesta, pone las manos entre sus piernas, abriéndolas con calma, encajando entre ellas.

- ¿Estás segura? - ella pregunta, tan pronto como me coloco encima de ella. Ella pone mi pelo detrás de la oreja, intercalando su mirada entre mi boca y mis ojos.

- Tengo - digo, besándola a continuación.

Red sostiene mi cara con una delicadeza que no es suya. Mi mano sube por su muslo hasta llegar al nudo de su toalla, donde la saco.

- Chloe, ve con esto - no puedo hacer lo que ella pide y bajo mi mano al medio de sus piernas.

Deslizo mis dedos por su clítoris con calma, haciendo que la chica se arquee un poco por la ola de placer.

Respiro hondo mirando a Red, que se mantiene atada en mí todo el tiempo, dejándome angustiada. Intento no pensar demasiado y entierro mis dedos en ella, haciéndola gemir de sorpresa.

- ¡Mierda, Chloe! - ella gime, haciéndome reír.

- Parece que los papeles se han invertido, ¿no es realmente alteza? - susurro contra su boca.

- ¡cállate, Charming! - ella agarra mi cabello, sellando nuestros labios.

Continué con los movimientos rápidos dentro de ella, sintiendo sus paredes internas apretándome y ella suspirando sin parar.

ENTRE CARTAS - CHLOEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora