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Meses después, cumpleaños de Chloe Charming | 09:23

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Meses después, cumpleaños de Chloe Charming | 09:23.

-¡Chloe! ¡Vamos, cariño, despierta! - escucho a mi madre hablar, abriendo las cortinas de mi habitación, haciendo que la luz golpee mi rostro.

Abro los ojos, cerrándolos algunas veces, acostumbrándome a la claridad que invade mi habitación ahora.

No quiero vivir este día. No quiero levantarme de esta cama y enfrentar mi realidad, mi matrimonio, mi futuro esposo y mi reinado.

- Chloe, hoy es tu cumpleaños, mi amor, y tu boda, ¡levantarse! - mi madre se quita el edredón que está sobre mí, haciéndome sentarme quejándome.

- Mamá.. no quiero - hablo en voz baja, tirando de mis rodillas hacia mi pecho, apoyando mi cara sobre ellos.

- Sé que no quieres, mi amor - se sienta frente a mí, poniendo su mano en mi brazo de forma reconfortante. - pero sabes que es tu deber hacerlo - dice en voz baja, llevándome de nuevo a la realidad.

Me casaré con Matteo y asumiré el trono. Tenderé que ocultar mi tristeza que llevo en estos nueve meses con una sonrisa amable en los labios. Tendré que forzar un romance con Matteo en la fiesta de bodas que insistí en no tener.

- está bien, lo haré para hacerlos felices - me levanto de la cama, sin mirarla.

El día será muy agitado, tengo que acompañar a mi madre para decidir los últimos detalles de la boda, por la tarde, tendré que empezar a prepararme para la ceremonia, y luego obligarme a mantenerme bien en esa fiesta, sabiendo que la veré.

Cojo un vestido azul y mi toalla, yendo directamente al baño, tratando de mantener mi mente lo más ocupada posible.

Me quito el pijama, dejándolos tirados al suelo. Enciendo la ducha y entro en el agua caliente, dejando que el agua se lleve todo mi cansancio y dolor.

Después de terminar mi largo baño, salgo del baño ya vestida, viendo a mi madre en la ventana de mi habitación, observando el jardín de afuera.

- podemos ir - digo, sacándola de sus pensamientos.

Ella estuvo de acuerdo y salió de la habitación, y yo la seguí en silencio. Caminé por el pasillo del castillo que está abierto por grandes ventanas sin vidrio, dando una vista perfecta de la entrada del castillo.

Sigo en silencio detrás de mi madre, bajando la gran escalera con alfombra roja, viendo el salón dorado bien iluminado.

Varios empleados están organizando las miles de mesas y las decoraciones.

Aunque no me guste nada la idea de casarme con Matteo, sigue siendo mi sueño casarme y decidir cada detalle de la decoración. Y no puedo evitar quedar encantada con cada pequeño detalle de esta decoración.

Las mesas redondas están cubiertas por un tejido azul oscuro, sobre ellas, hay platos dorados junto con los cubiertos, encima de los platos, hay pequeños paños enrollados y atados con una cinta roja. Junto a los platos, contiene cuencos de cristal y en el centro de la mesa, una gran jarra de cristal que lleva un ramo de rosas rojas, dejando todo más encantador.

ENTRE CARTAS - CHLOEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora