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- ¡Maddox! ¡Necesito que esto esté listo lo antes posible! - broto, entrando en su habitación, viendo a Maddox dejar de jugar con algo

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- ¡Maddox! ¡Necesito que esto esté listo lo antes posible! - broto, entrando en su habitación, viendo a Maddox dejar de jugar con algo.

- majestad - se inclina ante mí. Giro los ojos, yendo al sillón en el que vivo sentada.

- ¡Sin esas tonterías, Maddox! Necesito saber cuándo podré acceder al castillo de Chloe - lo miro, con la esperanza de que lo diga hoy mismo.

Maddox abre una sonrisa, quitándose su sombrero loco, yendo a su mesa, dejándome curiosa con sus actos.

- para su alegría, majestad - se da la vuelta, con varios artilugios sobre su mesa. - hoy mismo, como me has pasado todo lo que hay dentro del castillo, podré detener o incluso advertirte los pasos de los guardias - una sonrisa surge en mis labios, levantándome en un salto.

- ¿Entonces ya podemos empezar? - pregunto, eufórica por volver a ver a Chloe.

Dos días sin verla, dos días que parece una eternidad. No tengo acceso a nada sobre ella y ni siquiera sé lo que hizo Matteo.

- cuanto más rápido vayamos, más rápido tendrás a tu dama en tus brazos - dice, ajustando su equipo.

- ¡cierto! Me voy entonces - digo, dándome la vuelta para salir de su habitación.

- ¡Espera! Pon eso - me extiende un tipo de auricular. - Hablaré contigo por aquí - informa y estoy de acuerdo, saliendo de la habitación después.

Mientras camino por los pasillos, pienso en todo lo que haré, necesito ponerle fin a Matteo, o Chloe nunca estará en paz.

...

En el silencio, sobre la ventana del pasillo, escucho pasos ligeros, pero con la intensa oscuridad que domina el lugar, no puedo decir quién es.

Cuando los pasos se acercan, puedo ver la silueta acercándose, tan tranquila y serena, en un vestido azul florido pegado al cuerpo, camina aérea, como si estuviera pensando en algo.

- ¿Está perdida? - pregunto en un tono bajo, tratando de no asustarla, pero es casi imposible cuando se trata de Chloe.

La chica se sobresalta, volteando su rostro hacia mí, abriendo mucho los ojos horrorizada, pero que rápidamente se suaviza.

- ¿Red? - se acerca para ver mejor, con el ceño fruncido, tal vez confundida por estar aquí a esta hora. - ¿qué haces aquí? ¡Es peligroso! - ella mira hacia un lado, comprobando si no hay nadie antes de acercarse.

- También te echaba de menos - sostengo su muñeca con cuidado, acercándola, dejándola entre mis piernas.

Chloe hace una mueca de dolor, haciéndome extrañar su acto.

- ¿Qué pasa? - Trato de girar su brazo para ver, pero Chloe lo tira, poniendo su mano sobre su muñeca.

- no es nada - ella mira al suelo, solo dándome la certeza de que está mintiendo.

ENTRE CARTAS - CHLOEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora