Capítulo 14

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Artemisa.

Salgo del salón sintiendo como mis mejillas arden furiosamente, camino por los inmensos pasillos ignorando las miradas curiosas de algunos de mis compañeros que se quedaron fuera del salón para ver que pasaba, camino a paso rápido hasta que ingresó a uno de los baños de mujeres más cercanos para intentar minimizar el intenso sonrojo de mi rostro, me miro al espejo y sin perder tiempo mojo mis manos para luego ponerlas en mis mejillas intentando que el sonrojo desaparezca, repito la acción algunas veces más frustrandome cuando veo que sigo igual o peor que antes, suelto un pequeño suspiro mientras miro mi reflejo.

Artemisa: Pareces un jodido tomate.

Inhalo hondo antes de salir del baño luego de secarme la cara, caminó hasta mi próxima clase ansiosa por ya irme de este lugar, las horas pasan y las clases parecen interminables, mi mente no deja de traicionarme desviándose al nuevo profesor de pintura y dibujo, siento como mis mejillas vuelven a sonrojarse al recordar cómo lo traté.

Dios.

Salgo de mis pensamientos cuando por fin la última clase termina, me levanto de mi asiento para salir del salón y por fin ir a mi habitación y darme un baño, cuando estoy por salir del ala de artes recuerdo que tengo que buscar unos libros en mi casillero, me doy la vuelta caminando por los solitarios pasillos en busca de mi casillero, mi teléfono vibra y lo sacó de mi bolsillo viendo que es una foto de Jasper comiéndose un enorme tarro de helado de chocolate, hago un pequeño puchero involuntario.

Maldito.

Le texteo un rápido mensaje antes de abrir mi casillero e ingresar una de mis manos mientras espero la respuesta de mi amigo, suelto un pequeño quejido cuando algo pincha mi dedo, saco mi mano de forma inmediata viendo que uno de mis dedos gotea pequeñas gotas de sangre, frunzo el ceño y miró hacia el interior de mi casillero quedando estática cuando divisó una flor negra llena de espinas y gotas de sangre en sus pétalos.

¿Qué mierda significa esto?

Miro hacia mis lados intentando encontrar una respuesta a mi pregunta pero me encuentro totalmente sola en el pasillo, a pesar de eso, siento que alguien me mira, me alzó en las puntas de mis pies para ver mejor el interior del casillero encontrándome con una hoja descansando en uno de mis libros, la tomo entre mis manos y siento que el mundo me da vueltas cuando veo el contenido.

Es un dibujo de mi aquella noche en el bosque.

El dibujo es tan jodidamente realista que me provoca escalofríos, mis manos tiemblan cuando veo a detalle cómo parece capturar el momento en el que creí que nadie me veía, en el fondo del mismo se logran divisar seis siluetas viendo fijamente una llama de donde sobresale un brazo humano calcinado, eso no es lo que me paraliza, no; lo que lo hace es ver cómo uno de ellos tiene su mirada fija en mi.

Ellos saben que los vi.

Al final del dibujo hay unas palabras escritas en una perfecta y elegante letra en cursiva que hace que la respiración se me corte.

La próxima vez no temas en acercarte.

[*🩸*]

Termino de preparar el trago y se lo pasó al chico que no duda a la hora de lanzarme miradas que intentan ser seductoras, le regaló una pequeña sonrisa incómoda a sabiendas de que es un cliente y tengo que comportarme si no quiero que me echen antes de cumplir la semana en este lugar. Owen se fue hace unos minutos porque tenía que resolver algo con relación a un show, en realidad no entendí muy bien a lo que se refería así que solo caminé hasta la barra e inicie a servir bebida junto a otra chica.

Chico: ¿Eres nueva verdad?— asiento con mi cabeza no queriendo entablar una conversación con este tipo, la sensación de estar siendo observada vuelve a mi haciendo que mi cuerpo se tense— podría mostrarte el pueblo cuando quisieras, preciosa.

Acaricia una de mis manos cuando le entregó otro trago, mi cuerpo se tensa aún más y sin poder evitarlo aparto mi mano de forma inmediata, agradezco cuando una chica se acerca a pedir un trago, me alejo del sujeto para atender a la chica y me tomo mi tiempo no queriendo volver a toparme con el, muerdo con fuerza mi labio inferior cuando la chica se retira y quedó sola, volteo en dirección al chico frunciendo el ceño cuando veo que no está, suelto un pequeño suspiro de alivio pensando que quizá se percató de mi incomodidad y decidió irse, me sobresalto cuando siento una mano en mi hombro y una voz a mis espaldas.

Owen: ¿Estás bien?

Llevo una de mis manos a mi pecho, volteo y lo fulmino con la mirada.

Artemisa: ¿Acaso quieres matarme?— niega con su cabeza con una sonrisa burlona, frunzo el ceño cuando las luces bajan de intensidad, las personas en el bar se dirigen hacia el escenario y la música cambia— ¿Qué está pasando?

Suelto confundida, Owen me sujeta de los hombros y hace que me dé la vuelta hasta quedar de frente con el escenario.

Owen: Esto, hermosa Artemisa, es el infierno.

Trago grueso cuando unas luces alumbran el cuerpo de una mujer en el escenario, un tubo baja desde el techo mientras la música avanza al igual que los sensuales movimientos de la chica, veo con detenimiento cómo la chica sujeta el tubo entre sus manos volviéndose uno con él; mi mente se traslada a las clases de Lady Bergman, de todo lo que viví en Suecia, los días en que tenía que ir al estudio y pasar horas y horas mejorando mis movimientos y dominando cualquier tipo de baile eran mis favoritos, ver cómo esa chica se desenvuelve en el escenario me traslada a todos esos días en los que Lady Bergman me pedía pura y absoluta perfección; mi pecho se calienta cuando el anhelo se hace presente, relamo mis labios sin dejar de ver las vueltas que da la chica sobre el tubo mientras todos la miran.

Artemisa: Owen, ¿Qué tengo que hacer para bailar en ese escenario?

Owen: Eres toda una cajita de sorpresas.

Soy la jodida reina del arte de la seducción.

Soy la jodida reina del arte de la seducción

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Alas De Seducción [+21]Where stories live. Discover now