El lobo roto - The broken wolf

Capítulo 152

Elegí escribir este artículo yo misma porque, como futura Reina de todos los Hombres Lobo, es importante para mí tener una relación abierta y honesta con cada lobo en el reino. Hasta ahora, no he sido muy honesta con todos ustedes y, por eso, lo siento profundamente. Todos ustedes merecían algo mejor, pero dada la situación, estábamos preocupados de que podría ser peligroso para mí y para mi familia. Estábamos equivocados.

Las profecías pueden ser algo curioso y pueden causar estragos en una familia, o incluso en un reino. Hubo una vez una profecía que decía que un descendiente del Rey Rebelde ascendería al trono para ser el gobernante de todos los hombres lobo. Pero a veces, podemos malinterpretar una profecía y cambiar el curso de lo que está por venir.

El Alfa Benjamin fue desterrado a la tierra de los Rebeldes, pero cuando muchos miembros de su manada lo siguieron, a menudo se le conocía como el Rey Rebelde. El Rey Peter recibió esta profecía en su momento y, al hacer lo que pensaba que era lo mejor, intentó proteger el trono y a su único hijo. El Rey mató a los tres hijos del Alfa en un desesperado intento por evitar que algún descendiente de Benjamin tomara el trono de su hijo. Sin embargo, él no sabía sobre su hija secreta.

Yo no lo sabía, pero llegaría a enterarme de que era su hija secreta cuando conocí a mi compañero. Después de ser desterrado, Benjamin conoció a su verdadera y predestinada pareja en el territorio de los Rebeldes, una bruja llamada Lily. Son compañeros predestinados y la Diosa no comete errores. En un esfuerzo por mantenerme a salvo, Benjamin y Lily pusieron un hechizo sobre mí para ocultar mi identidad y me enviaron a la manada Lunar Falls, sabiendo que tendría una vida más segura donde nadie supiera quién era.

Fui encontrada por el Alfa Randall en la manada Lunar Falls y rápidamente fui acogida y cuidada por él y la Luna. Eventualmente, después de algunos años, convencieron al Rey Peter para que aprobara y realizara una adopción de sangre. No me pasa desapercibido que el hombre que causó la necesidad de que me enviaran lejos fue, sin saberlo, el hombre que me hizo parte oficial de una familia increíble.

La familia Bardulf me cuidó y me amó, criándome junto a su hijo y nunca tratándome de manera diferente a como lo hacían con él. Sin embargo, siempre fui muy consciente de lo diferente que era de ellos. Aunque era loba—olía como loba y tenía audición avanzada—no compartía la mayoría de los otros aspectos que mis compañeros sí tenían, lo que a menudo me dificultaba las cosas. Aun así, seguí esperanzada de que eventualmente cambiaría en la luna llena y cada una de ellas solo me dejaba más desconsolada que la anterior.

Mis padres nunca me trataron mal por esto, y siempre me aseguraron mi lugar en la familia, así como en la manada. Un querido amigo y su madre me abrieron los ojos a un amor por la cocina, y eso me hizo sentir que tenía un lugar en mi manada cuando sentí que podía contribuir a la manada de mi propia manera, por más poco convencional que fuera. Con un poco de persuasión de mi madre, finalmente mi padre me permitió trabajar en la cocina y pude subir hasta ser la Chef Principal. Aunque esto puede parecer una meta extraña para muchos que anhelan ser guerreros, me encantaba poder ayudar a cuidar a mi manada con las habilidades que tenía.

A principios de este año, llegó el momento de que mi hermano asumiera su lugar como el Alfa de la Manada Blood Moon. Tal ocasión tan alegre dio mucho motivo para celebrar y nos emocionamos cuando la Familia Real decidió unirse a nosotros para el evento. Esto, como ahora saben, sería un punto de inflexión para mí, ya que estaba segura de que, al tener un lobo roto, no tendría compañero. Sin embargo, me sorprendió mucho que se me acercara un hombre guapo, sabiendo de inmediato que él era mi compañero predestinado. Fue aún más sorprendente que mi compañero fuera el Príncipe Seth.

No estoy segura de cómo empezar a poner en palabras la amabilidad y paciencia que me ha brindado el Príncipe, ya que me ha costado aceptar el simple hecho de que tengo un compañero y la dificultad que viene con saber que estar emparejada con este hombre tan bondadoso también me convertiría en una Princesa. Él ha sido paciente, amable y alentador mientras me adapto a este nuevo rol en mi vida.