El lobo roto - The broken wolf

Capítulo 56

Me despierto con la sensación de estar segura y protegida en los brazos de mi compañero. Suavemente, paso mis dedos por su fuerte mandíbula, agradeciendo a la diosa que él sea mío. Es tan difícil creer todo lo que me ha sucedido en solo unas semanas, pero no puedo imaginar cómo serían las cosas ahora sin él. No me habría cortado el dedo, pero tampoco habría encontrado a mi lobo.

Suspiro profundamente. Sé que todos los recuerdos han regresado, pero he evitado revisarlos hoy. Hay un pensamiento que me atormenta, así que pienso cuidadosamente, buscando los recuerdos específicos que quiero.

Ten cuidado. Puede que no te gusten las respuestas. Escucho a Sage advirtiéndome en mi cabeza, pero necesito saber.

Cuidadosamente, pienso en el recuerdo que recordé ayer de Benjamin enviándome de vuelta a mi habitación después de que Jason había muerto. Empiezo allí, y miro hacia adelante, buscando cómo actuó después de eso.

Benjamin está sentado en la mesa del comedor mirando papeles que cubren la superficie. Su rostro está marcado por la preocupación.

—Papá, ¿puedes colorear conmigo? —le pregunto desde la mesa de centro.

—Vuelve a tu habitación. Ahora —me dice severamente a la versión pequeña de mí misma.

La versión pequeña de mí misma se levanta y recoge todos los papeles y crayones, dirigiéndose a mi habitación.

—Benjamin, es solo una niña —escucho a Lily decirle desde el pasillo mientras me voy.

—Tiene que aprender —dice bruscamente—. Ya ha causado suficiente daño.

La versión pequeña de mí misma está sentada en mi cama, Lily detrás de mí cepillándome el cabello mojado.

—Papá está muy enojado conmigo —digo tristemente.

—Pronto estará bien —me dice suavemente—. Extraña mucho a tus hermanos. Es importante que escuches lo que te dicen y te quedes dentro. Solo quiere mantenerte a salvo.

La versión pequeña de mí misma se retuerce en la cama.

—Lo sé, papá me gritó. Ya no puedo salir afuera.

La versión pequeña de mí misma está en la cama, escondiéndose debajo de la manta por el sonido de gritos en la otra habitación.

—¡No puedes pedirme que le haga eso a ella! —grita Lily.

—¡Es la única manera de mantenerla a salvo! —responde la voz profunda de Benjamin.

—¿Para mantenerla a salvo? ¿O para tus planes para esta manada? —replica ella.

Benjamin gruñe.

—No puedes controlarla.

—¡Es solo una niña! ¡Tiene 5 años! —responde ella con un siseo—. No puedes esperar honestamente que entienda lo que está pasando.

—¡Harás lo que te digan! —grita él y yo coloco una almohada sobre mi cabeza al sonido de vidrio rompiéndose.

—Te arrepentirás de esto —le sisea Lily—. Me aseguraré de que te arrepientas todos los días.

—Hola, amor —escucho decir a Seth, sacándome de los recuerdos y llevándome de vuelta a donde estoy con él—. ¿Qué está pasando?

—Solo decidí echar un vistazo a algunos recuerdos —le digo, sin querer contarle mis preocupaciones—. Estoy bien, de verdad.

—¿Quieres hablar de ello? —me pregunta con una pequeña sonrisa y mi corazón duele un poco por no contarle.

—No —susurro, sacudiendo ligeramente la cabeza. Afortunadamente, mi estómago ruge, distrayéndolo de continuar esta conversación.