Cempasúchil | Katsuki Bakugou

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La velada fue todo un éxito, rompieron piñatas y probé muchísima comida que en mi vida nunca creí probar.

Me encontraba caminando con Elita rumbo a su hogar, la camioneta que nos trajo nos espero justo en la entrada de la calle ya que tenía que dejarme también a mi a los dormitorios de la escuela, sin embargo quise acompañar a Elita hasta su casa.

— Muchas gracias por acompañarme Tsuki, la pase muy bien —dijo Elita mientras se detenía enfrente de la puerta de su casa

— No tienes que agradecerme, la pase muy bien —dije con una sonrisa mientras me despedía de ella con un abrazo, nos quedamos así un par de minutos, no quería que esta noche terminara tan pronto y algo en mi me decía que ella se sentía igual por la manera en como me abrazaba.

De repente ella corto ese abrazo, se separó de mí, tenía la mirada perdida, con un suspiro cortó ese silencio.

— Sobre la carta que me diste...—dijo haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo

— No es necesario que digas algo, solamente quería hacerte saber como me siento cuando estoy contigo, es todo —dije adelantándome antes de que ella pudiera decir algo más, algo en mi tenía miedo de su rechazo así que me adelanté antes de tan siquiera escucharlo

— Yo... me siento de la misma manera —dijo así sin más, haciéndome sentir aún más nervioso de lo que de por si ya estaba— No entiendo como llegue a encariñarme tanto contigo cuando al principio apenas y podía soportarte, pero ahora no me imagino estar sin ti. Desde que llegaste a mi vida todo ha sido un torbellino de emociones, llegaste fuerte y sin más a alterar cada parte de mi ser. Desde que te conozco tengo otra perspectiva de todo, incluso de mi misma, me impactas y me inspiras a cambiar, a dar lo mejor de mi en cada pelea, como tú lo haces.

Sentí como me sonrojé ante sus palabras, desde que ella llegó a mi vida todo ha sido un sube y baja de emociones, ella me altera en todos mis sentidos, es una sensación que no quiero que se vaya.

Tímidamente se acercó a un más a mi, mientras yo me quedaba estático, mirando su delicada figura a metros de mi.

— Nosé que nos depare el futuro, el futuro es tan incierto y siempre está en constante cambio, pero lo que se es que te quiero en el, que formes parte de mi pasado, de mi presente y me acompañes en el futuro, te amo, Tsuki

— Elita...—dije mientras acercaba mi rostro al suyo, sus mejillas sonrojadas y aquellos ojos brillantes hacían una tierna combinación en ella.

Sin más la tomé con delicadeza de la cintura y la traje hacia mi, uniéndonos en un beso, un beso que parecía haber esperado mucho tiempo para que ocurriera. Era un momento cálido, romántico bajo a la luz de la luna. Los latidos de su corazón sonaban en sintonía con el mío, era como si todo a nuestro alrededor desapareciera y solamente estábamos ella y yo,besándonos.

Después de un breve momento nos separamos, mirándonos a los ojos sonriendo, no dijimos ni una palabra, nuestras miradas y corazones hablaban por sí solos.

Ella se separó un poco de mí con esa sonrisa tan hermosa que solo a ella la caracterizaba.

— N-Nos vemos Tsuki —dijo torpemente alzando su mano en modo de despedida

— N-Nos vemos, descansa... —dije mientras la veía entrar lentamente a su casa.

Después de asegurarme que ella haya entrado comencé a caminar en dirección al carro que me esperaba para llevarme a los dormitorios. No se que me depare el futuro con ella, no sé si seremos una pareja pero de lo que estoy seguro es que la amo, amo a Elita como nunca pensé amar a alguien.