Dónde Bakugou Katsuki conoce a la nueva estudiante de intercambio de México, Elita Sato. Una chica semidiosa con linaje de los dioses del mictlán, Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.
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Los siguientes días ignoré por completo a Bakugou, no podía verlo a los ojos después de todo lo que le dije, ademas aún sentía ese coraje del como me había tratado. Me sentí como una muñeca que él podía hablarle a su antojo y manejarla como le plazca, no sabía que percepción tenía de mí como para que ese día me haya dicho que no sintiera lástima por él para acercarme a Kirishima. Me sentía rara él no hablarle, después de todo me había acostumbrado a sus cortas pláticas y a su presencia, se sentía extraño.
Las pasantías pasaron rápido, hice mi pasantía junto con Uraraka ya que ella había escogido a un héroe que la ayudaría en su potencial en combates físicos, quería algo similar ya que hasta ese entonces había dejado de lado mis entrenamientos de box.
Terminando mis pasantías decidí buscar un trabajo de medio tiempo que me permitiera pagarme mis pasajes y demás cosas que llegara a ocupar en lo que mis papás me mandaban dinero, me aceptaron para trabajar en un maid café, al principio fué raro ya que no estaba acostumbrada a esos lugares pero el uniforme era muy lindo y el ambiente en el trabajo con las demás chicas era muy ameno.
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P.O.V Katsuki Bakugou
Nunca pensé que un día terminaría en un lugar como este, pero aquí estoy, sentado en un maldito maid café con estos idiotas. La idea, por supuesto, fué de Denki.
— Será divertido —dijo— Algo diferente — insistió. Maldición, debería haberlo mandado al infierno cuando tuve la oportunidad.
— ¿No crees que es algo incómodo hablar acerca de trabajos escolares en un maid café? —dijo Todoroki
— ¡Para nada! ¡Aquí hay buenas bebidas y comida para pasar un rato agradable y que el trabajo fluya! —insistió
Deku, como siempre, estaba callado, mirando alrededor con esos ojos grandes como si todo fuera un maldito descubrimiento. Todoroki se mantenía indiferente, como si nada de esto le importara, y Denki... bueno, Denki no paraba de reír y hacer comentarios estúpidos sobre las chicas que servían.
— ¡Mira, Bakugou! ¡Esa chica es linda, eh! —dijo Denki dándome un codazo mientras señalaba a una maid que estaba de espaldas tomando los menús, poco a poco se acercaba a nuestra mesa.
Lo ignoré, hasta que finalmente me di cuenta de quién era la chica. Mi corazón se aceleró al oler el dulce perfume de la chica y no pude evitar fruncir el ceño. Era Elita. ¿Qué demonios hacía ella aquí? La última vez que nos vimos discutimos por una estupidez y desde entonces me había estado sintiendo raro al ignorarla, cómo si estuviera fuera de lugar. Pero ahora, verla con ese uniforme ridículo... No sé cómo explicarlo, pero algo dentro de mí se agitó.
Ella se acercó a nuestra mesa, manteniendo la compostura a pesar de la sorpresa en sus ojos cuando me vió.
— Bienvenidos, amos —dijo con una sonrisa que se notaba un poco forzada— ¿Qué les gustaría ordenar hoy? — Denki estaba encantado.
