UNIVERSE Of NEW SPECIES (Universo de Nuevas Especies)

CAPITULO 26 EL DIARIO VAMPIRO.

La Sombra del Rey Rashak

Las tinieblas se sienten en el oscuro y sangriento Reino de Rashak. Los guardianes, sonrieron caminando, mientras escuchaban los susurros de terror. Esta era música para sus latentes oídos y las sonrisas en sus rostros se notaban llenas crueldad, la  falta de humanidad, alejaba cada vez más la  piedad en los seres sobrenaturales, seres de la oscuridad.

Con la Reina Maleisha, todo se había vuelto más tenebroso, más siniestro y sanguinario. La piedad en ella no existía, menos en súbditos traidores y entre esos estaba Marey y su Reinado.

Andrew, caminó observando a los vampiros gritando, dirigió la mirada hacia uno de ellos mezclado con la Tribu Saibugor.

Andrew, suspiró observando como Maleisha, ordenó más experimentación sobre la Tribu de Rashak, buscando el núcleo más poderoso.

Los gritos se hicieron más fuertes y dos vampiros se encendieron en llamas latentes, como si le hubiesen encendido antorchas a su cuerpo, en vez de una simple inyección de unos colmillos, para experimentar la mezcla de varias especies, para causar más híbridos poderosos.

Andrew, continuó con sus pasos, debía alimentarse antes de volver con su amada, porque en eso se había convertido Samira, para él, su amada.

Andrew, miró los cuerpos que habían caído y vio como se desintegraban, ni siquiera, para las criptas servían, ya que de sus cuerpos, no quedaba nada. Con el Reinado de Maleisha, hasta las criptas han sido olvidadas.

Andrew, siguió dispuesto a la caza fuera del castillo, donde sobraban alimentos, pero también sexo, lujuria y pérdida de controles. En esos momentos solo Samira, era su apetencia favorita.

Andrew, observa el suelo deseando llegar a los confines de la tierra y preguntarle a... Ella, si se ha vuelto a presentar en el cuerpo de Samira. Cuerpo que no desea que está vez, arranquen de su presencia. Samira, la hembra, su hembra, la cual debe proteger.

Andrew, camina y sus ojos se expanden al conseguirse de frente a...

─ ¿Qué haces aquí? ─ Le pregunta a Samira.

─ Protegiendo tus pensamientos, para que no seas descubierto por... ella. ─ Susurra Samira.

─ Debo alimentarme ─ susurra Andrew, observándola.

─ Lo sé ─ murmura Samira, señalando un híbrido de la Tribu Saibugor.

Andrew, devuelve la mirada hacia ella y...

─ Nos alimentaremos los dos ─ susurra Samira y es ella, quien le da el primer mordisco al hibrido y extiende su mano, para que Andrew, se alimente de su propia sangre, él por un momento lo duda. Teme matar a Samira, pero... ella insiste y Andrew, se acerca y sus colmillos, se clavan en ella, enseguida su mente se eleva y la transición del degustar de la sangre de ella, lo transporta a otro mundo.

Una cueva especial, la reconoce.

─ Yanhiuska ─ susurra Andrew, poseído.

─ Samira ─ sonríe la misma mujer y Andrew, comprende que ambas, son la misma, son el mismo linaje y el mismo complemento.

Samira, señala la cueva, es una gran piedra y ambos ingresan.

La gran piedra Onix, parece un asfalto líquido, que se va volviendo rojo sangre y las paredes de las cuevas parecen grandes  tablas talladas en oro oscuro, oro negro.

Andrew, se sienta en el medio y observa las grandes escrituras, talladas con sangre que parecen gotas llameante dando gritos a voces.

Andrew, reconoce el gran diario vampiro, que tiene milenios escritos, cada pared y pliego de esas paredes, eran los relatos de la existencia vampira, el avance y evolución, también las batallas y los cambios surgidos.