Las hienas encerraron el laberinto dejando el cruce del fuego armado sin armas, solo las garras despiadadas de cada tribu.
Maleisha, junto a Irina, iban cruzando cada línea del laberinto. Cuando el Rey de los Felinos se unió a ellas y a sus colmillos desgarrantes, que deboraban las entrañas que la leyenda, desgarraba y las hienas desbarataban sin piedad.
Huesos crujiendo y órganos volando, eran el espejo de esas tierras bañadas en sangre que iban recorriendo.
El camino de Sauces, se hizo presente y era extraño que encontraran esos árboles, nunca vistos en esas tierras.
Allí las hienas amazónicas, tomaron una posibilidad de defensa. Estos árboles estaban a metros del suelo y podrían servir de escudo y de ataque a los enemigos, Pero...
Andrew, el hombre de más confianza de la tribu de Rashak, visualizó a la reina de las hienas salvajes. Los ojos demoníacos y enrojecidos del vampiro escorpión, se lanzaron hacia las amazónicas mujeres.
Todavía el desplante de esas guerreras en su tribu, le calcomía las entrañas. Andrew, pensó en las catorce hijas de la reina, un magnífico regalo a sus hombres y una deshonra a la fiera traidora.
Irina, reconociendo la mirada del líder mayor de la tribu de Rashak, observó a sus hijas. La madre, vio por su propia cuenta como se posicionaban en caso de un ataque imprevisto.
Irina, sonrío al reconocer el buen entrenamiento. Elena, se acomodó al frente de sus sobrinas, pero fue Maleisha, quien en un abrir y cerrar de ojos desgarró los cientos allegados a las tribus de Rashak.
Carina, una de las hijas medianas de la reina amazonas, se posicionó en el frente, siendo resguardada por sus hermanas camuflajeadas entre los arbustos.
Otra de las hienas, se posicionó en un ángulo bajo de cuarenta y cinco grados, el cual le hacía más fácil la tarea de disparar, no solo los aros entallados con dientes de acero, sino cualquier arma forjada a mano, era de fácil manejo, para esta hija de la reina de las hienas, pues su gen estaba mezclado y tenía el poder de un Carmillion, otorgando el don del ocultamiento con gran facilidad.
Las demás amazonas, convertidas en su transformación en esas hienas salvajes y depredadoras, entre ellas estan Alana, una de las gemelas, era una de las amazonas ágiles e inteligente, subió a uno de los árboles, a metros del suelo y desde allí comenzó a disparar los discos metálicos, obra de toda amazona. A su derecha su hermana Etíope, no se quedaba atrás y se posicionó a metros de esta.
Estas dos gemelas unidas utilizaban el método defensivo y violento, modo guerreras, llevando consigo la preparación de Cuchillas y dagas infectadas con el propio veneno de Rashak, pero una de ellas además tenía el don que le habían regalado el apoyo de sus antepasados, don restituido por esos espíritus guerreros teniendo sus garras venenosas.
Las hermanas carroñeras eran expertas con arco y flechas, también envenenadas con mezclas licantropas y los escudos de media luna, con los poderes de tragarse a todo lo que hiciera contacto con estos hierros, otorgados por antepasados.
Samira, la más pequeña de las guerreras. Esta era la que más protegía Irina de todas y la que más cuidaban sus hermanas.
A Samira, su lugar todavía no había Sido otorgado por los dioses, pero sus habilidades ya eran muy sustanciosas, ya que era capaz de doblegar hasta el demonio más poderoso.
Irina, observa a Samira, así como lo hace Elena, cuando el demonio de Andrew, la observa. La reina corre a su hija cuando escucha el fuerte gruñido que ha lanzado Rashak, su pecho palpita y su cuerpo se estremece.
Samira, es un don que Rashak, no puede poseer y la reina madre, reconoce el llamado de Rashak, lo cual le era insufrible de aguantar.
Al escuchar los zarpazos en el camino, las hienas y los felinos saltaron al ataque. La era sangrienta había comenzado y ahora nadie la podía paralizar.
Los bandos se unieron completamente al combate, las garras de todos destruían, cruzaban y cercenaban los órganos.
Irina y su tribu ahora estaban a la defensa de Samira. Ella, no podía caer en las garras de Rashak, sin embargo, el rey demonio no solo quería tener en su poder a Maleisha, su reina, sino a cada una de las hienas, pero principalmente Samira.
Rashak, las quería de su lado, por todos los medios posibles.
Urquiza, Alisa y Fana, se unieron al encuentro cerrando el aro de protección, sin embargo Maleisha, junto a las tribus felinas desgarraban sin piedad.
Samira, trepó los árboles y corrió a través de ellos, pero Andrew, fue tan astuto y veloz como ella.
La Kakuya y el líder de los vampiros, se alejaron cruzando el laberinto a gran velocidad. La Kakuya, sonrió al notar que había conseguido su cometido.
Ella, era muy veloz, pero Andrew, también y el choque del pecho del macho, con la espalda de la hembra, fue seco, sacando los gruñidos de ambos.
La Kakuya, giró a gran velocidad enfrentándose con el líder vampiro, mezclado con el veneno del escorpión y la cobra.
Las miradas de ambos se cruzaron, las garras de la Kakuya, chocaron con intensidad los costados del líder vampiro, quien ni se estremeció y sus dientes filosos salieron a flote.
Samira, movió apresurada su mano sacando de su costado su daga con la punta de oro envenenada con el conjuro de la destrucción, pero el audaz vampiro, se movió apresurado clavando sus dientes en la clavícula de la Amazonas y su intención no fue otra que marcarla, estampando su sello.
La Kakuya, se movió apresurada enterrando la Daga envenenada, no en su pecho, pero sí en su costado, siendo detenida por el Vampiro.
Samira, llena de impotencia por la marca de la esclavitud, desnudó sus colmillos, clavándolos en el hombro del vampiro, el cual se sorprendió cuando los incisivos y caninos, penetraron su piel, marcándolo también.
─ Eres mi esclava ─ gruñó Andrew, con fuerza.
─ Y tú, el mío ─ sentenció la Kakuya, con asco y vergüenza.
Irina, tomó su arco y flecha a punta de disparos envenenados Fana, salió de su escondite aún lado de la masacre. La madre, le había pedido que hiciera lo posible por esconder su poder.
Pero Fana, no podía contenerse y al abrir los labios provocaba un grito que resonaba en angustia y provocaba un vómito que podía acabar en gran parte con la tribu de su creador.
Rashak, sintió el olor de su propio veneno y este lo dirigió a Fana. El rey de los vampiros, observó a la Kakuya, comprendiendo de dónde obtenía esa tribu su propio veneno.
Irina, se percató de la contención y del descubrimiento, del gen mezclado en una de sus hijas.
Irina, observó la gran masacre y sacó de su cuello un colgante en forma de calavera, procediendo a sonar el silbato a todo volumen y haciendo que sus hijas, entedieran que había llegado la hora de retirarse.
En la llegada de la Tribu de las Amazonas, faltaba una.
Irina, observó a su hija Fana, comprendiendo la procedencia de la angustia que trajo su vómito.
-¿Dónde está Samira? - Gruñó Irina.
Las Kakuyas, se observaron unas a otras.
- La vi trepar por los árboles - respondió Samara, una de las hermanas gemelas de Samira, hermanas de la misma camada.
Irina, recorrió el lugar con la mirada desesperada. Rashak, solo clavó la suya sobre ella, desapareciendo con toda su Tribu, pero Irina, con esa mirada sabía donde estaría su hija y eso la llenó de temor y pesar por Samira.
Irina observó a Maleisha, frunció el entrecejo notando un cambio en ella, su mirada no era la misma sanguinaria. Sabía que ella, era la leyenda y también que era la que podía acabar con Rashak, pero de repente, sintió ganas de matarlo ella misma, con sus propias manos.

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UNIVERSE Of NEW SPECIES (Universo de Nuevas Especies)
Science-FictionUNIVERE OF NEW SPECIES (Universo de Nuevas Especies) El Universo ha sido infectado, solo los más fuertes sobreviven y se refugian en el único planeta, que permite su existencia. Pero, la humanidad se ha perdido y solo queda la nueva creación, el nue...