UNIVERSE Of NEW SPECIES (Universo de Nuevas Especies)

CAPITULO 24 LA REINA DE LA NOCHE.

Maleisha.

Con el veneno de Rashak fluyendo en mis venas, el dolor se torna en un fuego ardiente que consume cada fibra de mi ser. Mi cuerpo se contrae y se estremece bajo la presión de otra de las transformaciones.

En mi ser, una vorágine de pensamientos y emociones se mezclan en un torbellino frenético. La esencia de Dareya y Yaikai, lucha con fuerza, contra las esencias de Rashak y mía, sus presencias se mezclan y no puedo evitar que se entrelacen con la mía, en una danza macabra de poder, placer y deseo.

Mi abdomen se mueve con fuerza, como si muchas bestias estuviesen luchando por permanecer en él. Gruño con el dolor  y Rashak, espera que mi cuerpo calme. Mis guardianes están atentos, así como toda la Tribu de los Demonios Vampiros.

─ Solo faltan unas horas para complementarlo ─ murmura Rashak,  pasando ahora a buscar mis labios.

─ El Trial, es nuestro ─ susurro llevando mis manos a su cuello para atraerlo completamente.

Siento como mi sed de sangre  y mi hambre por él, están despertando con fuerza en mi cuerpo.

─ Soy la Reina de Rashak ─ Gruño.

La Reina de Rashak. 
La Reina de Rashak. 
La Reina de Rashak. 
La Reina de Rashak. 

Gritan al unísono.

─ Falta poco ─ Sonríe Rashak, exaltado de emoción. Mi cuerpo tiene hambre y sed y puedo oler también el ardor en la garganta de Rashak. Ambos nos observamos y la oscuridad más fuerte que la piedra Onice de sus ojos, se mezcla con los míos y su mirada se convierte en un abrazo cálido y familiar, mientras mis sentidos se agudizan aún más, absorbiendo cada matíz del mundo a mi alrededor.

Mi abdomen se mueve en un poco de descanso, el dolor va mermando y la sonrisa del Rey de los Vampiros se asoma, llevando nuevamente sus labios a los míos. Nuestras lenguas se unen en desesperación.

Siento el vibrar de nuestros cuerpos que entran en una ansiedad muy potente. Rashak, se ríe satisfecho y...

La sangre que cae del cielo oscuro y tenebroso, se siente como un néctar divino, y mi sed se vuelve insaciable.

La tierra bajo mis pies parece vibrar con una energía primitiva, como si este mismo y extraño  planeta reconociera mi nueva posición.

Los cuervos que siempre me han acompañado, vuelan a mi alrededor y emiten un coro siniestro, cantando una melodía que solo nosotros los vampiros  podemos entender, saciándonos todos entre la lluvia de sangre que despierta la sed y la lujuria en todos los vampiros.

Las bestias que están presentes y no pertenecen a nuestras Tribus, se encuentran poseídas y...

─ Es nuestra Reina ─ gritan eufóricos viendo el despliegue de las bestias, ofreciéndose ante los Reyes de estas tierras, los Reyes del gran Trial.

Rashak, se aleja ligeramente, permitiéndome observarlo con claridad. Sus ojos Onices, tan profundos como los abismos del océano, brillan con una intensidad que me desarma. Su sonrisa es un enigma, una mezcla de satisfacción y expectación.

— La transformación es solo el comienzo — murmura, su voz como un grito bestial de viento en una tórrida tormenta universal.

Mis manos, adornadas con garras más afiladas que las anteriores, se extienden hacia él, el deseo y el poder en mi interior agitando cada movimiento.

Me inclino hacia él, atrayéndolo con la fuerza de una marea oscura y sangrienta. Nuestros cuerpos se funden en un mar de rojo y la sed, que comienzo a saciar junto a Rashak, se vuelve una sinfonía de pasión y dominación, uniendo nuestras almas en un vínculo indestructible.