En los ojos de Laura

21. Luz

Brendan:

—Señor Lawrence.—Menciona el oficial y me pongo de pie acercándome a la celda.—Pagaron su fianza.

Detrás aparece Valeria y el abogado. Abren la reja y abrazo a mi hermana.

—Tenemos mucho que discutir.—Me dice ella.—No ha acabado.

(***)

—Solo pagamos la fianza de su salida.—Comenta el abogada, una vez en mi departamento.—Los cargos debe afrontar..

—Lo se.

—Lo sabemos bien.—Consigue decir Valeria.—Ya hemos pasado por esto antes. 

El abogado nos mira.

—Si hubo un caso antes claramente lo sacaran en un juicio.—Encoje los hombros.—Enfoquémonos en lo que debe hacer.

—Soy culpable de todo lo que hice.—Digo enseguida.—Alteración de documentos... fraude, como quieran llamarlo. Hice lo que tuve que hacer para que pusieran a Laura baja mi "tutela",  como su enfermero.—Aclaro. 

—De acuerdo, no tenemos que discutir el como se declara, las soluciones que puedo darle es si colabora en todo.

—Lo hare.

Asiente.

—¿Estas seguro?—Pregunta Valeria. 

—Ya no voy a mentir, no tengo un objetivo por el cual hacerlo. —Respiro profundo.—Y si me disculpan, ire a pedirle perdon a la mujer que amo.

Empiezo a irme, pero Valeria me llama.

—No lo sugiero.—Se mete el abogado.—¿La demandante..

—No es mi demandante. 

—Brendan.—Me vuelvo hacia mi hermana.—Despierta, ella te acuso.

—Ella dijo...

—No importa lo que dijo y asi tenga motivos, lo único que me importa es que te puso detrás de una celda y no voy a perder a otro hermano por eso, asi que te sientas y le haces caso al abogado.

Observo al hombre, pero no me muevo.

—¿Quiere que levante una orden de restricción en tu contra? 

—Brendan, por favor escúchalo.

—Ella no lo haría, y dijo...

—Le sorprendería lo que haría una mujer enojada.

—No hable como si la conociera.

—Brendan.

—No voy a perderla, Valeria.—Niego. 

—No lo harás, pero si vas ahora mismo el resultado no cambiara.—Se me acerca.—Hermano, solucionemos esto primero y despues si aun quieres ir por ella no te impediré irte, pero porfavor... si tu también terminas ahi yo... no se que hare.

Me abraza y no la aparto de mi.

Unos dias despues:

—¿Estas lista para quitarte las venda?

—¿Por qué tanto suspenso? Solo hágalo, doc.

—¡Laura!—Me regaña Danna.

Respiro profundo y el doctor ríe.

—Bien, lo hare a su modo.

Siento como me quita las vendan y aun cuando ya lo hizo, me niego a abrir los ojos. De por si no recuperare la vista de uno y una parte de mi no quiere abrirlos, y no ver "nada".

Todas las esperanzas que jure no tener se verán representadas en ese momento.

—Puedes abrir, Laura.—Me quema la luz de su linterna en el rostro.

La luz...

—Laura.—Me llama mi hermana.

Arrugo la frente y poco a poco abro ambos los ojos.

—Laura... ¿Puedes?

—Si.—Logro decir y una lagrima cae hacia mi mejilla.—Yo te estoy viendo.