Final un nuevo comienzo

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La noche se cernía sobre los restos de Raccoon City, pero el grupo de sobrevivientes había logrado escapar del caos. Su travesía los llevó al corazón de un bosque denso, lejos de las ruinas y del horror que dejaban atrás. El silencio reinaba, roto solo por el crujido de las hojas bajo sus botas y el murmullo del viento entre los árboles.

Ethan Collins lideraba la marcha, su mente dividida entre el cansancio y la responsabilidad que cargaba sobre sus hombros. A su lado caminaban Rebecca Chambers y Jill Valentine, quienes compartían con él algo más profundo que una lucha por la supervivencia: un vínculo nacido en medio del caos.

Detrás de ellos, el resto del grupo mantenía una marcha silenciosa. Marcus Warren, el último sobreviviente de su unidad de las Fuerzas Internas, llevaba una mirada de acero, pero sus movimientos traicionaban la carga emocional que llevaba. Los desertores de Umbrella también seguían, formando una mezcla extraña pero funcional: Ada Wong, siempre cautelosa y calculadora; Cristin Yamada, alias Four Eyes, con su mirada distante; y John Martinez, conocido como Ghost, cuyo silencio era más elocuente que cualquier palabra.

Cuando llegaron a un claro del bosque, algo cambió. El ambiente se tornó gélido, el tiempo pareció detenerse y el aire adquirió un peso extraño. Antes de que pudieran reaccionar, una luz cegadora llenó el lugar, y una entidad divina apareció ante ellos. Su presencia era etérea, casi indescriptible, y aunque no emitía amenaza alguna, la sensación de poder absoluto era innegable.

—Ethan Collins —su voz resonó no solo en el aire, sino también en sus mentes—. Has llegado al final de tu camino en este mundo. Has sobrevivido a la muerte, al caos y a tus propios demonios, pero ahora, un nuevo destino te espera.

Ethan dio un paso al frente, sintiendo cómo la mirada de la entidad perforaba su alma.

—¿Por qué yo? —preguntó finalmente, su voz quebrada por el cansancio y la duda.

La entidad inclinó levemente su cabeza, como si contemplara la pregunta.
—Porque no perteneces aquí. Este mundo nunca fue tuyo, pero tu llegada fue necesaria. Ahora, te ofrezco un nuevo inicio… para ti y para quienes te siguen.

La mirada de la entidad se posó entonces en el grupo. Jill y Rebecca se acercaron a Ethan instintivamente, tomando cada una una de sus manos. Ese gesto era sencillo, pero reflejaba la conexión que habían forjado entre los tres. Ethan las miró y sintió un renovado propósito.

—¿Y nosotros? —preguntó Jill, rompiendo el silencio.

—Ustedes han sufrido tanto como él, pero han elegido seguirlo —respondió la entidad, con una voz más cálida—. Eso los hace dignos de este nuevo comienzo. Pero el lugar al que van no será fácil. Será un mundo nuevo, donde podrán reconstruir sus vidas, aunque no sin desafíos.

Ada Wong fue la primera en hablar entre los demás. Su tono era sereno, pero sus palabras cargaban un peso calculado.
—No importa dónde sea. Este mundo no tiene nada más para mí.

Cristin Yamada levantó la vista, su habitual frialdad quebrada por un atisbo de vulnerabilidad.
—No sé si lo merezco, pero si existe una oportunidad, la tomaré.

Ghost simplemente asintió, con una expresión seria.
—Es hora de dejar todo esto atrás.

La entidad los escuchó, asintiendo lentamente antes de levantar una mano. Un portal se abrió frente a ellos, mostrando un paisaje desconocido pero lleno de luz. La sensación de esperanza era palpable, aunque también traía consigo un aire de incertidumbre.

—Antes de cruzar, miren este mundo una última vez —dijo la entidad, como una advertencia o un consejo.

El grupo se detuvo. Jill y Rebecca apretaron las manos de Ethan, y juntos miraron hacia atrás, hacia las sombras del bosque y más allá, a las ruinas de Raccoon City. Jill rompió el silencio, su voz cargada de emoción contenida.
—Tantas pérdidas… tanto dolor… pero también encontramos algo en medio del caos.

Rebecca asintió, recostándose levemente contra Ethan.
—Sobrevivimos. Y eso significa que podemos seguir adelante.

Ethan, con ambas manos tomadas por las dos mujeres que ahora formaban parte de su vida, respiró profundamente. No sabía qué les esperaba al otro lado, pero sabía que no lo enfrentaría solo.

Uno por uno, comenzaron a cruzar el portal. Marcus Warren dio un último vistazo al cielo nocturno antes de entrar. Ada cruzó con la misma calma calculadora que la caracterizaba. Cristin y Ghost intercambiaron una mirada antes de seguir, ambos con la esperanza de que este nuevo inicio no se convirtiera en otra pesadilla.

Cuando solo quedaron Ethan, Rebecca y Jill, los tres se giraron para dar un último vistazo a su mundo. Las luces de la destrucción aún brillaban en la distancia, un recordatorio de lo que habían dejado atrás.

—¿Listos? —preguntó Ethan, sus palabras cargadas de emoción.

Rebecca asintió, sonriendo levemente. Jill le dio un apretón en la mano.
—Contigo, siempre.

Los tres cruzaron juntos el portal, dejando atrás el pasado y adentrándose en lo desconocido. La entidad observó cómo el portal se cerraba, dejando solo silencio en el claro del bosque.

Y así, el capítulo final de su historia en este mundo llegó a su fin, pero un nuevo comienzo los esperaba más allá de la luz.

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Primer capítulo de la segunda temporada ya está en mi perfil si quieres seguir leyendo esto.

Viaje Multiversal Apocaliptico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora