Un lugar nuevo

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Estaba flotando en la oscuridad, una negrura abrumadora que me envolvía sin fin. Era como si estuviera atrapado en un sueño del que no podía despertar. En medio de esa penumbra, de repente vi una luz tenue, un destello que comenzó a ampliarse, envolviéndome en su calidez. Sentí que me atraía, y en un instante, todo se desvaneció.

Me desperté en un lugar que no reconocía. Las paredes estaban pintadas de un blanco deslucido, y la luz del sol se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente casi cálido. Sin embargo, una inquietud persistía en mi interior. Miré a mi alrededor, tratando de asimilar lo que me rodeaba.

Me levanté lentamente de la cama, sintiendo el crujir de las sábanas bajo mis movimientos. ¿Qué había pasado? ¿Cómo había llegado aquí? Intenté recordar, pero la neblina en mi mente solo trajo más preguntas. Al mirar por la ventana, vi una ciudad que parecía vibrante, llena de vida. Sin embargo, había algo en el aire, una tensión que se podía sentir, como un susurro de peligro al acecho.

Mientras trataba de encontrar sentido a mi situación, una imagen fugaz cruzó mi mente: un momento antes de mi muerte. Un eco de dolor y desesperación que me hizo tambalear. ¿Por qué estaba aquí? Me pasé la mano por el cabello, intentando despejar mis pensamientos. ¿Qué haría ahora en Raccoon City? La idea de enfrentar una nueva vida en un lugar tan familiar y, al mismo tiempo, desconocido, era abrumadora. Mis conocimientos sobre armas eran escasos, y mi experiencia en combate cuerpo a cuerpo se limitaba a lo básico.

Mientras seguía reflexionando, comencé a tener recuerdos vagos de alguien que había estado en el apartamento. Una figura que se desvanecía en la bruma de mi mente, pero que me resultaba inquietantemente familiar.


Busqué un espejo en la habitación y, al mirarme, vi un rostro que no recordaba haber visto antes. La imagen que reflejaba el cristal era de un hombre joven, con cabello castaño desordenado y ojos que parecían contar historias que no podía recordar.

Había algo en mí que no encajaba, como si fuera un rompecabezas con piezas que no pertenecían. No sabía si este rostro me pertenecía o era solo un producto de mi confusión. Me pregunté si la persona que había estado en el apartamento tendría respuestas. Mientras tanto, el sonido de la ciudad afuera seguía presente, una mezcla de risas y voces que resonaban como un eco distante.

Decidí que debía actuar. Ignorando el creciente temor en mi pecho, me vestí con ropa que encontré en un armario, prendas que parecían adecuadas para un día normal en la ciudad. Pero en mi interior, sabía que nada sería normal. Tenía que averiguar qué había pasado y cómo podía lidiar con esta nueva realidad.

Al salir del apartamento, el aire fresco de Raccoon City me envolvió. La luz del sol iluminaba las calles, y la gente pasaba a mi lado, ajena a la tormenta que se avecinaba. Mientras caminaba, cada paso resonaba en mi mente como un recordatorio de que no solo había regresado a la vida, sino que también debía encontrar un propósito en ella.

Viaje Multiversal Apocaliptico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora