Viaje Multiversal Apocaliptico.

Amor y resolución

El sol apenas comenzaba a ponerse en el horizonte, cubriendo el cielo con matices de naranja y púrpura. La base de las Fuerzas Internas (IF) estaba en completo silencio, una calma tensa que contrastaba con el caos de los últimos días. Ethan Collins caminaba por los pasillos del cuartel general, pensativo, cada paso resonando en las paredes frías. Sabía que algo grande estaba por suceder, algo que cambiaría todo. Las piezas estaban en su lugar, pero la incertidumbre seguía siendo su compañera más constante.

Hace solo unas horas, Marcus Warren y su equipo de extracción habían regresado con un prisionero, alguien que Ethan nunca imaginó encontrar. Four Eyes, miembro del infame Wolf Pack, una unidad de élite conocida tanto por sus éxitos como por su despiadada eficiencia. Aunque su identidad había permanecido oculta para la mayoría, Ethan sabía exactamente quién era. Había sido parte de los primeros contactos que Umbrella había establecido en su mundo, y ahora, Four Eyes, una de las operativas más peligrosas de Umbrella, estaba aquí.

El encuentro con Four Eyes no era fortuito, ni mucho menos. Ethan sabía que las fuerzas que movían los hilos detrás de la guerra que se libraba eran mucho más oscuras de lo que imaginaba. Mientras caminaba hacia la sala de interrogatorios, su mente no podía evitar divagar sobre el papel de esta mujer en la trama mayor. ¿Qué quería Umbrella con ella? ¿Y por qué sus caminos se habían cruzado de esta forma?

Al entrar a la sala, las luces brillaban sobre la mesa de interrogatorio, y a través del cristal, observó a Four Eyes. Su rostro, cubierto por una máscara, no mostraba emoción alguna. Estaba sentada, inmóvil, pero Ethan podía percibir la tensión en su postura. No era un prisionero común, sabía que cualquier error podía llevar a su escape. Un líder de Wolf Pack nunca era fácil de doblegar.

Antes de poder entrar a interrogarla, la puerta se abrió detrás de él. Rebecca Chambers entró con paso firme, sus ojos reflejando una determinación que Ethan había llegado a admirar. Ella había sido su ancla, la voz de la razón en su vida, pero sabía que incluso ella podía sentir la gravedad del momento.

“Ethan, lo sé”, dijo Rebecca, su voz suave pero segura. “Sé lo que estás pensando. Pero tenemos que actuar rápido. Umbrella está más cerca de lo que creemos.”

Ethan asintió lentamente, su mente girando con cada palabra de Rebecca. Ella había estado allí desde el principio, siempre dispuesta a arriesgarlo todo por la causa. Pero ahora, con el regreso de Four Eyes, las preguntas sobre Umbrella se volvían cada vez más complejas.

Interrogatorio a Four Eyes:

Con una mirada silenciosa, Ethan se acercó a la mesa donde Four Eyes estaba sentada, su presencia imponente. No se molestó en sentarse; prefería observarla de pie, como si eso pudiera darle alguna ventaja psicológica.

“Sabes por qué estás aquí”, dijo Ethan con voz firme, su mirada clavada en la de ella. “Tú y tu equipo han causado más daño del que cualquiera de nosotros podría haber imaginado. Pero ahora, te vas a enfrentar a lo que hemos estado luchando todo este tiempo.”

Four Eyes no reaccionó, su rostro inmutable. Pero Ethan pudo ver algo en sus ojos. Una sombra de duda. Ella no era una máquina, a pesar de la fachada que intentaba mostrar. Había algo que la hacía humana, algo que podría ser su debilidad.

“¿Qué quiere Umbrella de ti?” preguntó Ethan, sin apartar la mirada.

“Eso no te concierne”, respondió Four Eyes, su voz fría y distante. “Lo único que te interesa es que no soy una amenaza… por ahora.”

Ethan suspiró. Sabía que no obtendría respuestas fáciles. En lugar de seguir presionando, dio un paso atrás y permitió que la situación se calmara. Mientras observaba a la prisionera, su mente no podía evitar divagar nuevamente. ¿Qué pasaba con ella? ¿Qué le había llevado a trabajar para Umbrella?