Adiós resident evil

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El ambiente en el refugio era denso, cargado de la incertidumbre que siempre acompaña a la última fase de una batalla. Ethan, Rebeca y el resto del equipo, incluido Jill, se preparaban para lo que podría ser el golpe final contra Umbrella. Sabían que la destrucción de la corporación significaría no solo la caída de un imperio de maldad, sino también el final de un ciclo oscuro que había dejado miles de víctimas a su paso. Pero, más allá de eso, era la última oportunidad de que todos los sacrificios que habían hecho tuvieran sentido.

La base en la que se encontraban, improvisada pero estratégica, se llenaba con las tensiones del último plan. Todos sabían que la misión no solo era difícil; era suicida. Si fallaban, el mundo tal vez nunca se recuperaría de la devastación causada por Umbrella. Pero el sentimiento de justicia y la necesidad de detener la amenaza de una vez por todas les daba fuerzas para avanzar. La verdad era que nadie quería que la historia de Umbrella continuara más tiempo, y menos aún que sus horrores siguieran infectando el mundo.

Ethan se encontraba de pie frente a una mesa de operaciones, la pantalla iluminada frente a él mostraba detalles sobre la ubicación de los laboratorios principales de Umbrella. A su lado, Rebeca revisaba las tácticas finales del asalto, asegurándose de que todo estuviera en orden. Jill, por su parte, estaba concentrada en su propia misión personal. Sabía que, al destruir Umbrella, también estaría acabando con una parte de su propio pasado, el cual aún la perseguía.

“Este es el momento”, murmuró Rebeca, sin mirar a Ethan, pero sintiendo el peso de sus palabras. Sabía que la destrucción de Umbrella también significaba cerrar un capítulo doloroso en sus vidas. Habían sido jugadores clave en la lucha contra el bioterrorismo, pero nunca se imaginaron que el precio de su victoria sería tan alto.

Ethan asintió. "Sí, este es el final. No podemos fallar".

Había una mirada en sus ojos que Rebeca reconoció perfectamente: el mismo ardor de determinación que había visto tantas veces antes en los momentos más oscuros. Pero hoy, algo era diferente. Esta vez no estaba solo. Había un equipo a su lado, y todos compartían el mismo objetivo. No podía permitir que esa oportunidad se les escapara.

La ofensiva final

El asalto a la base principal de Umbrella no fue como los anteriores. No era una simple incursión en un laboratorio aislado o una infiltración en un edificio abandonado. No. Era el enfrentamiento definitivo. Un ataque directo al núcleo de la organización. Habían reunido información suficiente para saber cómo destruir el corazón de Umbrella, pero también sabían que no podían hacerlo solos. Tenían que ser rápidos, precisos y decisivos.

El equipo se desplegó en el terreno, con Ethan liderando el grupo hacia las instalaciones subterráneas. Cada paso estaba calculado, cada movimiento se realizaba con cautela, pero todos sabían que la batalla estaba a punto de estallar. No habría marcha atrás.

Al llegar a las puertas del complejo, la tensión se palpaba en el aire. Ethan miró hacia atrás, viendo a Jill, Rebeca, y el resto de la unidad con miradas llenas de determinación. No había tiempo para dudas ni para arrepentimientos. Solo quedaba hacer lo que tenían que hacer: acabar con Umbrella.

"Estemos alerta", dijo Ethan mientras miraba al horizonte oscuro, donde las luces del complejo comenzaban a brillar, iluminando la entrada del infierno al que se adentrarían.

La misión se desarrolló con la frialdad de un reloj perfectamente sincronizado. Los enfrentamientos fueron brutales, pero el equipo se mantuvo unido, avanzando a través de las instalaciones con la destreza de un grupo que ya había aprendido a pelear juntos. A lo largo del camino, el enemigo intentó detenerlos con cada recurso a su disposición, pero el equipo estaba decidido. Los objetivos se iban alcanzando uno por uno.

Viaje Multiversal Apocaliptico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora