Encuentro Nocturno
La noche había sido larga y pesada. Yuji había pasado el día lidiando con sus pensamientos, un torbellino de emociones que lo tenía al borde del agotamiento. Entre las alucinaciones y esa extraña sensación de estar siendo vigilado, la realidad y la imaginación parecían estar entrelazándose de manera peligrosa.
No podía soportarlo más. La casa se sentía asfixiante, como si las paredes lo estuvieran presionando, así que decidió salir a caminar. Necesitaba despejar su mente, respirar aire fresco, y quizás, encontrar algo de paz en la oscuridad de la noche.
Las calles estaban desiertas. La ciudad dormía bajo el cielo estrellado, y las luces de los postes parpadeaban ocasionalmente, sumando un toque inquietante al ambiente. Yuji caminaba con las manos en los bolsillos, dejando que sus pies lo llevaran sin rumbo fijo. El aire frío le golpeaba el rostro, pero eso no le molestaba. De hecho, lo agradecía; era mejor sentir algo que quedarse atrapado en sus propios pensamientos.
A medida que avanzaba, notó que el silencio de la noche no era absoluto. Había algo en el ambiente, un murmullo apenas audible, como un eco distante que parecía seguirlo. Al principio lo ignoró, pensando que era el viento o su mente jugándole otra mala pasada. Pero cuanto más caminaba, más claro se volvía.
— ¿Otra vez? —murmuró para sí mismo, deteniéndose en medio de una calle vacía.
El sonido se detuvo también. Por un momento, Yuji sintió que estaba completamente solo. Sin embargo, una presión en el aire lo hizo girar rápidamente. No había nadie.
— Alguien te sigue, Yuji.
Esa voz. Esa maldita voz en su cabeza. Desde la noche anterior, había estado escuchándola de vez en cuando, siempre susurrando cosas que no quería oír.
— ¿Quién eres? —preguntó en voz alta, mirando a su alrededor como un loco.
— No importa quién soy. Lo que importa es que no estás solo.
Yuji apretó los puños, sintiendo un nudo de frustración en el pecho. No sabía si estaba volviéndose loco o si realmente había algo más allá de lo que podía ver.
Siguió caminando, esta vez con un poco más de prisa, tratando de dejar atrás la sensación de ser observado. Sin embargo, sus pasos lo llevaron a un parque oscuro y solitario, un lugar que de día parecía tranquilo, pero que de noche se transformaba en algo completamente diferente.
Se detuvo junto a un banco y se dejó caer sobre él, mirando hacia el cielo. Las estrellas brillaban con fuerza, pero no le ofrecían el consuelo que esperaba. En su mente, las palabras de la voz seguían resonando, y ese sentimiento de ser acechado era cada vez más intenso.
De repente, un ruido detrás de él lo hizo levantarse de un salto. Era un crujido, como si alguien hubiera pisado una rama.
— ¿Quién está ahí? —preguntó, su voz firme pero cargada de incertidumbre.
El silencio fue su única respuesta. Sin embargo, a pocos metros de distancia, pudo distinguir una figura que se movía entre las sombras.
Yuji dio un paso atrás, su corazón latiendo con fuerza. La figura se acercó lentamente, saliendo de la penumbra y revelándose bajo la tenue luz de un poste cercano.
Era una mujer. Alta, con un porte elegante y una mirada que parecía atravesarlo. Su cabello rojo, recogido en una trenza, brillaba bajo la luz, y sus ojos amarillos, rodeados de un anillo rojizo, lo observaban con una intensidad que lo hizo estremecerse.
— ¿Estás perdido? —preguntó ella, su voz suave pero cargada de un poder que Yuji no podía ignorar.
— No… solo estaba caminando. —respondió, tratando de mantener la compostura.
La mujer sonrió ligeramente, un gesto que no supo si interpretar como amistoso o amenazante.
— Caminando a estas horas… interesante. —dijo, acercándose un poco más—. La noche tiene formas curiosas de revelar las verdades que tememos enfrentar.
Yuji sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había algo en ella que lo ponía en alerta, una presencia que no podía entender pero que sabía que no debía ignorar.
— ¿Quién eres? —preguntó finalmente, intentando sonar seguro.
La mujer lo miró durante unos segundos antes de responder.
— Mi nombre no es importante… aún. Pero tú, Yuji Itadori, pareces ser alguien interesante.El corazón de Yuji se detuvo por un momento.
— ¿Cómo sabes mi nombre?Ella sonrió de nuevo, pero esta vez había algo oscuro en su expresión.
— Digamos que he estado observándote. Y no soy la única.Las palabras de la voz en su cabeza volvieron a resonar. “Te están acechando.”
— ¿Qué quieres de mí? —preguntó Yuji, dando un paso atrás instintivamente.
La mujer no respondió de inmediato. En lugar de eso, extendió una mano hacia él, como si lo invitara a acercarse.
— Lo descubrirás a su debido tiempo. Pero ten cuidado, Yuji. La oscuridad no es amable con los ingenuos.
Antes de que pudiera decir algo más, la figura de la mujer comenzó a desvanecerse, como si se disolviera en el aire. Yuji parpadeó, y en un instante, ella ya no estaba.
Se quedó allí, solo en el parque, con el corazón latiendo con fuerza y una pregunta rondando su mente: ¿Qué demonios estaba pasando?
![](https://img.wattpad.com/cover/385469484-288-k436695.jpg)
ESTÁS LEYENDO
bajo el control del destino
Misterio / Suspensoesta es una historia donde yuji conoce a una persona que parece ser buena pero al final yuji se da cuenta que no es