Capítulo 24
Escena: Ecos en la oscuridadYuji despertó sobresaltado, su respiración entrecortada y el corazón latiendo con fuerza. La oscuridad de la habitación lo envolvía, y por un momento, no entendió qué lo había sacado de su sueño. Miró el teléfono en su mesa de noche: 12:44 a.m.
Yuji: “¿Me quedé dormido en el sofá?” pensó, aún aturdido, mirando alrededor. La luz de la sala seguía encendida, y algo en su interior le decía que algo no estaba bien.
Con un suspiro, se frotó los ojos y se levantó, estirando el cuerpo adolorido. Al girar hacia la entrada de la sala, vio algo que le hizo detenerse en seco. En la penumbra, una figura estaba inmóvil, observándolo desde un rincón, su presencia inconfundible.
Yuji: ¿Qué demonios...?" murmuró, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda. Su respiración se hizo más rápida, y su cuerpo se tensó. Intentó enfocar la vista, pero las sombras solo parecían intensificarse. Finalmente, el nombre salió de sus labios, como si fuera un susurro de duda.
"Makima..."
Encendió la luz con rapidez, pero el rincón estaba vacío. No había rastro de la figura. Yuji retrocedió unos pasos, confundido y asustado.Yuji: "Debe ser mi mente jugando trucos... Esto no tiene sentido," se dijo, intentando calmarse.
Pero un ruido sordo proveniente del segundo piso lo interrumpió, sacándolo de su distracción. Yuji miró hacia las escaleras, su cuerpo paralizado.
“¿Qué fue eso?” pensó, su mente ya buscando una explicación lógica. Sin embargo, no encontró ninguna que lo convenciera.
“¿Un ladrón? No, todo está cerrado…” murmuró, comenzando a subir las escaleras lentamente. Cada paso resonaba en la quietud de la casa, y el sonido del crujir de la madera parecía amplificarse en la oscuridad. Cuando llegó al segundo piso, observó cada rincón, buscando algo, alguna señal de movimiento. Pero nada. Todo parecía normal.El silencio, sin embargo, no duró mucho. Un susurro, suave pero persistente, comenzó a llenar el aire. Yuji se giró rápidamente, buscando el origen de esos murmullos que parecía escuchar desde todos los rincones.
"¿Quién está ahí?" preguntó, tratando de mantener la calma. Pero la respuesta fue solo un eco incomprensible, como si miles de voces se estuvieran mezclando en una lengua desconocida.
“Esto no puede ser real…” pensó, la ansiedad apoderándose de él. Los susurros se intensificaron, envolviendo la casa. Yuji giró frenéticamente hacia todos lados, pero no veía a nadie. Todo estaba vacío.
El sudor le recorría la frente, y una sensación de claustrofobia lo invadió. La casa parecía más pequeña, las paredes, más cercanas. Yuji empezó a sentirse atrapado, como si algo estuviera observando desde las sombras.
Desesperado, se quitó el buzo negro que llevaba puesto, el calor lo ahogaba, y se quedó con la camiseta gris ajustada. Intentó tomar aire, tratando de controlar su respiración, pero algo lo mantenía inquieto, en alerta.
Se acercó a la ventana de su habitación, esperando encontrar algo que lo calmara. Miró al exterior. La ciudad estaba tranquila, la luz tenue de los postes iluminaba las calles vacías. "Todo está en orden afuera," pensó, pero el nudo en su estómago no desapareció.
“Es aquí dentro donde algo está mal…” murmuró, sintiendo que la presencia dentro de la casa lo observaba en silencio.
Un pensamiento oscuro se coló en su mente, y no pudo evitar hacerlo suyo. "¿Makima...? Esto comenzó desde que la conocí. Todo esto... Su presencia, su mirada... ¿Qué me está haciendo?"Se apartó de la ventana, el aire de la habitación frío al contacto con su piel, y se dejó caer sobre la cama, sosteniendo su cabeza con ambas manos. Las voces que antes lo atormentaban parecían haberse callado, pero los ecos persistían, como una sombra que no lo dejaba en paz.
“Estoy perdiendo la cabeza…” murmuró, cerrando los ojos con fuerza. Pero incluso cuando intentaba ignorarlo, la imagen de Makima se le presentaba en su mente. Su sonrisa enigmática, su mirada que penetraba en lo más profundo de su ser, dejándolo vulnerable, expuesto.
“¿Quién eres realmente?” susurró, como si esperar una respuesta.
Pero no hubo respuesta. El único sonido que lo rodeaba era el silencio absoluto de la noche.El reloj de la habitación marcaba las 1:15 a.m. y Yuji, atrapado entre la realidad y la paranoia, no podía dejar de preguntarse si todo lo que estaba viviendo era solo producto de su mente o si, en realidad, había algo mucho más oscuro acechando en las sombras.
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bajo el control del destino
Mistero / Thrilleresta es una historia donde yuji conoce a una persona que parece ser buena pero al final yuji se da cuenta que no es