Capitulo 16

344 66 52
                                    

Meciendo la cuna del amor


Sí, sí, sí, sí, sí, sí.


Aquello ardió como una bola en llamas. Cuando el rebelde tomó como novia a una inocente criatura sólo para provocar, sí, claro que sé cómo complacerte, sí.





Denver Colorado


Hotel Ritz Carlton


Mayo 1981



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



-Aún no Pitufina


-No puedo más


-espera un momento...shhh no hagas ruido


-Terry por favor...


-Aún no te vengas Pecosita, espera...


Terry trataba de ahogar los gemidos de Candy besándola, pero parecía una misión imposible, él mismo estaba jadeante y muy caliente.


- Nunca me habías llamado Pecosita- apenas pudo pronunciar aquella frase.


- Nunca me habías tenido arriba de ti clavado entre tus piernas, no hagas tanto ruido, no quiero despertar a los "gemelos fantásticos".


Terry se empujaba contra ella casi con desesperación, disfrutando la sensación de sentir cómo su piel ardía mientras se hundía profundamente en ella.

Disfrutaba plenamente de aquella visión: ella estaba transfigurada por el placer, sus senos hipnotizantes moviéndose al mismo ritmo que mantenían sus cuerpos, su hermoso cabello alborotado y una fina capa de sudor cubriendo su piel, su cara sonrojada y sus pecas encendidas...Ella estaba a punto de alcanzar su máximo punto de excitación, Terry le marcaba el ritmo con sus manos sujetando sus caderas.


- ¡Te dije que aún no te vinieras! - demandó él saliendo intempestivamente de ella, jadeando casi dolorosamente.



Candy abrió sus ojos parpadeando rápidamente, incrédula de que él hubiera hecho semejante atrocidad, después se enfadó mucho incorporándose en su cama casi al borde de la histeria.



- ¡A mí nadie me dice cuando venirme o no! ¡idiota! ¡Si no lo haces tú, lo haré yo! - le reclamó fuera de sí.

Espacios VacíosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora