Espacios Vacíos

Capítulo 6

Estoy en medio de nada sin ningún plan

Soy un muchacho y al mismo tiempo soy un hombre

Tengo 18 años

Y no sé lo que quiero

Tengo que alejarme, tengo que salir de este lugar

Tengo 18 años y me gusta!

"Numbed Crows, Parte I"

Pasado

Julio 1973

Cambridge

Los veranos en Cambridge eran muy festivos y alegres, la pequeña ciudad se llenaba de turistas y jóvenes que habían decidido pasar su verano estudiando alguna asignatura relajada, los campos y jardines se llenaban de gente joven haciendo picnics, el río Cam se atestaba de las típicas embarcaciones llamadas punts y los pubs estaban llenos cada día y cada noche.

Terry y Archie esperaban impacientes a que Stear regresara para las vacaciones de verano, él tenía un año estudiando ingeniería electrónica en el Polytechnic of London y ellos empezarían en septiembre a estudiar Administración de las Artes, mudándose los tres a los dormitorios de la universidad, pero un maravilloso verano lleno de alcohol y chicas les esperaba. Aunque aún les hacía falta un baterista, los tres ya eran bastante conocidos en Cambridge y los dejaban tocar en casi todos los pubs y eran invitados a casi todas las fiestas que organizaban los universitarios.

Era un sábado por la noche, Stear apenas había llegado por la mañana y los tres estaban en su pub favorito, hacía un poco de calor, momentos antes ellos habían tocado varios covers de los Rolling Stones, The Who y de los Beatles, su turno había terminado y otra banda se preparaba para subir al escenario. El tierno de Stear, mientras sostenía su cerveza, trataba de explicar a un grupo de chicas de cómo se podía mejorar el sonido de su bajo usando cálculo diferencial, Archie conversaba animadamente con una exuberante pelirroja que lo toqueteaba cada que tenía oportunidad y Terry...bueno, Terry era un caso aparte.

Terry era de naturaleza tímida y recelosa, pero desde casi un año antes, sabía que con un par de whiskys, un calorcito surgía de su interior y después era capaz de ser el alma de la fiesta y conquistar a toda fémina que se le atravesara en el camino, y esa noche no sería la excepción.

Los dos primeros shots los saboreó con placer pecaminoso, una siempre buscada calma lo invadía y relajaba su cuerpo, los siguientes shots le daba esa sensación de calor, encendía sus mejillas y podía sentir esa efímera felicidad que nunca lograba sentir al estar sobrio. Ahora con los efectos del whisky en su cuerpo, podía ser hablador y ocurrente, casi hasta simpático, él se sabía muy guapo gracias a los benditos genes de su madre por supuesto, pero el alcohol era lo que le daba la valentía de hablar y conquistar a mujeres desconocidas y casi siempre mayores, sabía que difícilmente una chica le diría que no, pero casi siempre necesitaba ese empujoncito que el alcohol le daba para quitarse sus inhibiciones. Si quería tener sexo, trataba de no excederse en la cantidad de alcohol tolerado porque perdía un poco el control y también se volvía torpe, pero si ya había obtenido alguna relación íntima casual y rápida y quería seguir divirtiéndose, bebía hasta que a veces le era muy complicado mantenerse en pie, y llegaba a casa en medio de regaños y reclamos de Maggie que no podía dormir hasta que se aseguraba de que él llegaba sano y salvo a casa.