Aysha
Me duele la cabeza, es la última vez que acepto una bebida de Danielle, cuando abro los ojos sé que ya no estoy en la misma tienda de enfermería. Tengo que checar si tengo movilidad en todo, a ver; mano izquierda, sí, dedos de los pies sí. ¿Por qué siento pesado el lado derecho de mi cuerpo?
Levante la cabeza para ver si tenía algo encima y me di cuenta que sí, solo que no era algo, era alguien. Levante el brazo izquierdo y acaricie lentamente la cabeza de Yun, quien al sentir algo se levantó rápido y se pudo a la defensiva.
–Y yo que creía que eras torpe recién despierto. –dije con tono de burla, pero él al verme pude notar como su cuerpo entero se relajaba.
–Estás despierta. –Dijo con un claro tono de alivio. –Despierta y viva.
Su emoción era tan grande que no dejaba de besarme toda la cara, en cuanto llegó a mis labios, puse la mano.
–Amor, siento los labios amargos, si aun tengo pizcas de veneno no quiero arriesgarte.
–Será un honor morir por solo un beso tuyo. –Reí suavemente, él estaba encima mío, por lo que levanté mis manos y lo tomé de la cara, tenía barba de unos cuantos días. Al levantar mi mirada pude notar como tenía sus ojos cerrados gozando de mi toque. –Creí que te perdía.
–Hace falta más que veneno para matarme, el que me preocupa es... –Al mirar la cama a lado mío vacía, temí lo peor, supongo que Yun adivino lo que pensaba porque de inmediato respondió.
–El imbécil vive, despertó hace un par de días.
–¿Despertó antes que yo? Va a estar insufrible. –Me imagino la burla de que él me ganó en esto de estar envenenado.
–Técnicamente tú despertaste antes, solo que perdiste la conciencia después. –Dijo yun mientras que despacio fue acostándose a lado mío y me acomodo para que estuvieramos abrazados. Podía escuchar cómo su corazón latía tan rápido, aunque es lindo estar así. –No vuelvas a hacer eso.
–No es como si quisiera estar envenenada. –Dije mientras acariciaba su pecho y sentía que él acariciaba mi espalda.
–No me refiero a eso, sabías que algo olía mal y decidiste beberlo. He estado notando un patrón en donde si tienes oportunidad de arriesgar tu vida, lo haces sin pensarlo.
Me quedé callada, no lo había notado hasta que lo menciono, creí que era impulsividad pero incluso en el sueño yo no dude en ir con mi familia hasta que escuche a Sara... Mierda, Sara
–¿Y Sara?
–La obligue a comer, no se quería separar de tí. En cuanto sepa que estás despierta no tardará en venir, pero no me cambies el tema, ¿hay algo que quieras hablar?
–No sé qué decirte Yun, no lo hacía de manera consciente. Yo estoy confundida, no dejo de soñar la muerte de mis padres y me siento perdida y a veces sola. –Pude sentir como su agarre se tensó. –No digo que tu compañía no me basta, al contrario me ayuda bastante, es solo que todos a los que he amado siempre les pasa algo malo; mis padres, murieron, James, muerto, Sara, casi muere. No quiero que salgas herido por culpa mía, así que trato de protegerlos siendo yo quien pelee y siendo yo quien se arriesgue.
–Ninfa, no hay cosa en este mundo que me lastime más que el verte herida. Antes de tí pase por todo lo que te puedas imaginar; hambre, soledad, abandono, engaño. El único momento en donde en verdad fui feliz y no necesité de opio para ser feliz fue en el instante que me salvaste de ser ahogado. Lo que te dije antes era verdad. Eres mi luz y mi alegría; fuiste mi primer aliento después de estar asfixiado por tanto tiempo, si algo te llegara a pasar quemaría el mundo por ti.
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The Truth Untold
Teen FictionEn el corazón del próspero reino de Daylia, un oscuro presagio se cierne sobre el futuro. Danielle, la princesa heredera, ha crecido rodeada de privilegios y responsabilidades, preparándose para gobernar con justicia y sabiduría. Pero cuando el cast...