Capítulo 20

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Yun

Los ojos de Aysha ya no se abrieron, intente llamar su apodo para ver si reaccionaba, pero fue en vano. Desesperado busqué los latidos de su corazón y solo pude respirar de nuevo cuando vi que aún había pulso.

Lauren me intentó apartar y aunque al principio estaba reacio a no moverme, ella necesitaba darle el tónico para limpiar su estómago. No entiendo cómo pudo haber sido envenenada, todos comimos lo mismo. Mis manos temblaban por la impotencia, de no poder hacer nada para salvar a mi ninfa.

"No la mates", esas fueron las últimas palabras ¿matar a quien? ¿Acaso ella sabía quien la envenenó? De ser así ¿por qué la protege? Mi mente trata de darle sentido, quién podría ser tan importante como para protegerla... Mire a Danielle/Lia, estaba pálida y temblaba de miedo al ver la escena. Ella trajo a un desmayado Erion, ella fue quien se dio cuenta de su ausencia y según me dice Will y Maurine, ella los estaba buscando específicamente.

–Tu sabes algo, ¿no? –pregunte en un tono de voz bajo, lo único que siento es furia. Alguien se atrevió a lastimarla frente mio. –Lia, ¿tu sabes algo?

Dije su nombre con asco y desconfianza mientras me levantaba de mi lugar. Ella tembló con mucha más notoriedad.

–Yo, –su voz tartamudeaba con descaro. –Les di jugo, hice un jugo de bayas azules.

–Lia, ¿estás segura que eran bayas azules? –preguntó Lauren, mientras yo apretaba los puños con rabia. Mi ninfa está en peligro de muerte y posiblemente por su culpa. –Este tipo de reacción es por envenenamiento de belladona, hay variantes que pueden ser similares a unas bayas. ¿estás segura que escogiste solo bayas?

–Yo... no sé. –Suficiente.

Camine hacia ella, la tome del cuello de su camisa y la lleve a un poste cercano. Sus lágrimas caían por sus mejillas y estando así de cerca podía sentir como su corazón latía a toda velocidad. He escuchado como ella y la cocina no se llevaban bien, pero la línea entre la estupidez y la ignorancia es muy delgada, ella la usó como una soga para saltar, poniendo en riesgo a la única persona que me importa.

–¿Hiciste sola el maldito jugo? –Asiente. ¿Quién fue el maldito hijo de perra que dejó sola a esta inutil en la cocina? Maurine. –Escúchame bien, dale gracias a tu dios de turno que ella haya pedido que no te matara, pero pon atención a mis palabras, si ella deja de respirar tu sufrirás cuatro veces más de lo que ella ha hecho. ¿Entendido?

Pudo asentir, en cuanto lo hizo, la solté y cayó desplomada al suelo. Podía escuchar su llanto, pero no le di importancia.

–¿Qué podemos hacer? –pregunte a Lauren, quien estaba atendiendo a Erion.

–Es difícil saber, necesito saber cuanto tiempo llevan con el veneno en sus cuerpos ¿Lia? –Pregunta mirándola, ella está divagando en su mente. Mi paciencia en esta situación es bastante corta.

–Te están hablando. –Dije tratando de controlar mi voz, este tema no lo debe de saber el resto del campamento.

–Umm, yo... no estoy segura, no fue hace mucho, creo que fue una hora, tal vez un poco menos.

–Entiendo, el lavado estomacal debería ayudar parcialmente, pero necesitamos el antídoto para poder evitar lo peor. –Dijo mientras estaba tomando sus temperaturas, Aysha estaba empezando a temblar y temí que estuviera sufriendo. Dios, por favor no me la quites, a ella no. –Lo malo, es que esa planta es rara y en el país hay un solo poblado que la tiene. –La mire esperando que termine, iré por esa planta, así esté al otro lado del mundo.

–¿Cómo se llama y dónde la encuentro?

–Está en el llano de las almas, se llama nuez de Eseré. Espera, creo que tengo un dibujo. Si parten ahora, es probable que regresen mañana en la tarde, para ese entonces espero que todo se mantenga estable, pero si tardas un poco más no podré estar segura de su estado.

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