Capítulo 24

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Lia

Cuando terminé de hablar con Yun me sentía aliviada y con un peso menos de encima. Desde que llegué aquí no hacía más que sentirme como un lastre, más cuando fuimos por el antídoto para Adalia y Erion. "No quiero un lastre" no sabía cómo interpretar lo que me dijo, pero después de hablarlo siento que puedo contar con él.

Cuando llegamos al campamento pude sentir como Danna y Valeria se acercaban a mi y me jalaban para estar al frente de una tienda cualquiera.

–Chicas, ¿Qué están?–Vale me tapo la boca, para poder escuchar.

–Están hablando de tu combate.

–¿Mi combate? –No tenía ni idea de lo que hablaban, a lo que me miraron con curiosidad.

–Tu combate, el que es en unos días, para decidir si te quedas en la resistencia o no. –Mi sangre se evaporó, había olvidado por completo ese combate.

–Mierda lo olvide por completo, ¿qué han dicho?

–Por regla no puede ser tu maestra actual, ya que ella conoce tus movimientos y tu forma de pelear, tiene que ser un superior que no sepa tu forma de pelear para que no haya ventajas.

Aysha

Esta mesa redonda es inutil, todo el mundo estaba gritando y alegando que su estudiante era lo mejor, que todos iban a poder pasar así que querían un reto. Este mes la asignación es más difícil, no llevo ni 3 horas despierta después de haber sido envenenada y ya tengo que tomar decisiones antes de retomar el curso hacia el siguiente campamento.

–No lo entiendes Marissa, Alexis no es lo suficientemente bueno para combatir contra Erion, ¿en verdad quieres que se quede?

–No te atrevas a insinuar que quiero que mi alumno estrella se vaya, jefa en verdad el chico tiene talento, estoy segura que la sorprenderá cuando venza a Erion. –Yo tenía mi mano en la cabeza, no me dolía pero estaba empezando a hartarme. No fue hasta que Erion vino a mi rescate.

–¡Basta ya! La jefa acaba de despertar, podemos continuar esta discusión después. Todos a sus puestos, ¡ahora! –Su tono autoritario puso fin a la charla, y, aliviada, pude relajarme por un momento. Pero solo por un momento.

Veía como todos se iban uno por uno, mientras que algunos se iban Yun entró a la tienda, aliviando un poco mi pesadez y el estrés que estoy a punto de entrar. Erion también estaba en la entrada corriendo a los que quedaban. Miraba divertida cómo todos estaban quejándose y murmurando impropiedades hacia él por correrlos.

–Llegas tarde. –Le dije a Yun quien se acercó y me dio un ligero beso en la frente. –Un segundo más y te juro que me desmayaba. –Dije en tono de burla a lo que Erion rió.

–Perdona ninfa, esa junta con los herreros me tomó más tiempo de lo que pensé, el campamento se está preparando con más energía que nunca para este combate. – Dijo mientras sus manos pasaban suavemente por mi cabeza.

–Jefa, perdón por interrumpirlos en esta escena tan... –despegue la mirada hacia Erion quien tenía una cara incómoda, aleje a Yun con un ligero toque en su codo. –es solo que tengo que hablar contigo.

–Yo también quería hablar contigo.

Sabía que Yun quería quedarse a la plática, porque sabe que la última vez que nos vimos a solas casi fue el día de nuestra muerte. Pero esta plática puede enmendar nuestras peleas, es un conflicto interno del tamaño de un incendio forestal y solo dos personas pueden acabar con esto.

Una vez de que Yun nos dejara a solas, le pedí que se sentara frente mío, en parte por la noticia que le daré antes. Erion, como el terco que es, nos sirvió un vaso de agua antes de sentarse.

The Truth Untold //EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora