Capítulo 14

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Danielle

No se cuanto tiempo estuve rodando en la cama, llego un punto donde las sábanas estaban desacomodadas y se sentían incomodas, yo me sentía incomoda. Frustrada me quede viendo el techo un buen rato, tal vez si me quedo quieta el sueño regresara, pero eso solo empeoro ya que ahora eran mis pensamientos los que no se quedaban quietos.

En menos de 3 días mi vida cambio de manera muy brusco, mi nana se sacrificó por mí, me uní a los rebeldes casi sin dudarlo, siento que traicione a mi pueblo, estoy con la misma gente que asesino a mi mejor amiga, la misma que se sacrifico por mi cuando me capturaron. Suficiente.
Si el sueño no venía por sí solo tendré que provocarlo, el recuerdo de mi fracaso con la prueba regreso a mi memoria, tal vez si practico más podre mejorar para cuando tenga la primer clase, sí. Así Erion verá que solo fue un mal momento mío y dejará de ser tan engreído.

Con la motivación al tope me levante de la cama, como me tire a la cama lo único que tuve que hacer es ponerme los zapatos y salir. El bullicio de afuera disminuyo casi por completo, eso significa que debe ser demasiado tarde, no importa estoy casi segura de que alguien fue descuidado y dejo algún arma. Había algunas antorchas en la parte de afuera que ayudaban a iluminar las calles, aunado a eso también ayuda mucho la gran fogata que estaban preparando hace unas horas, hay gente sentada frente a ella y gente dormida a su alrededor.

No tuve que caminar mucho para ver una espada tirada, sabía que encontraría una, marque una pequeña X en el suelo para recordar donde la encontré, obviamente la regresare a su lugar solo quería practicar un rato, lo suficiente como para cargarla sin balancearla.

La espada estaba un poco pesada, pero podía cargarla, me adentre solo un poco al bosque, lo suficiente cerca para seguir viendo el pueblo, pero suficiente lejos para que no me vieran (o me capturaran).

Ahora en parte la luna era mi compañía, tome la espada y empecé a practicar en erguirla, ese sería el primer paso. Las primeras veces se me caía por el peso, pero después de un par de intentos más por fin pude sostenerla bien con ambas manos. ¿Ahora qué? Ah, sí. Aprender como atacar. Intente alzarla, pero mis brazos estaban cansados, supongo que tendré que aprender a golpear de esta altura mientras tanto. Me acerque a un árbol grueso y le pegue, pero creo que fue demasiado fuerte porque se encajo mucho en el tronco, cuando conseguí sacarla volví a intentar y parece ser que fue más débil ya que no hice ni un rasguño ¿Cómo es eso posible, si literalmente la hoja de la espada es filosa?

–Sabes, si querías más leña para la fogata solo tenias que preguntar. –La voz de Adalia sonó detrás mío causando que brincara del susto y tirara la espada. –Princesa, no te han dicho que robar cosas que no son tuyas no es apto de la realeza.

Mi corazón palpitaba como loco, mi cara se sonrojaba, me puse la mano al pecho mientras trataba calmarme. Mi objetivo de que el sueño regresara se esfumo por completo.

–Quería practicar un poco. Planeaba regresar la espada, lo juro.

Ella me miraba con curiosidad, tenia las manos en sus caderas, soltó una pequeña risa y se acerco a tomar la espada, me sorprendió cuando lo hizo con tanta facilidad con una sola mano, me tomo bastante cargarla con dos. Se puso a analizar la hoja de la espada.

–No llegarías bastante lejos, le hace falta filo. Supongo que el poco filo que tenía lo agotaste cuando decidiste atacar a ese pobre árbol. –dijo mientras le echaba una mirada al árbol el cual ahora tenia una gran fisura. –Admiro tu esfuerzo princesa, pero es mas peligroso para ti practicar con armas dado que no sabes como utilizarla.

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