𝑳𝒐𝒃𝒂 𝑺𝒐𝒍𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂 || 𝑨𝒍𝒊𝒄𝒆 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 (𝒈𝒙𝒈) [1]

Capítulo 47

Trabajé hasta poco después de la hora en que normalmente habría salido de la escuela, desmontando estantes, llamando a quienes los habían comprado para que los recogieran, ayudando a cargarlos y reorganizando los libros para ocupar menos espacio. Erika estaba ocupada vendiendo y conversando con los demás dueños de tiendas que pasaban a hablar sobre su jubilación. Me sentía especial, porque a cada dueño le mencionaba lo mucho que deseaba haberme encontrado antes, lo buena trabajadora que era. Sentía que intentaba ayudarme a encontrar otro trabajo, aunque yo aún no había empezado mi búsqueda.

Después de estacionar el coche de Alice en el garaje, bajé y escuché voces elevadas en el piso de arriba. ¿Cómo podían ya estar discutiendo? Pensé que hoy llegaría antes que ellos de la escuela.

—¡Idiota! ¡Imbécil! —La voz de Rosalie era lo suficientemente fuerte como para oírla desde fuera de la casa—. Has puesto en peligro a toda la familia. Tenemos que matarla antes de que diga algo; no podemos dejarla sola.

Eso fue lo que escuché al abrir la puerta.

Mi cuerpo empezó a temblar y mis ojos se abrieron con sorpresa al escuchar a mis vampiros hablar de asesinato con tanta naturalidad. Vi a Jasper asentir, dándole la razón a Rosalie. Estuve a punto de intervenir y decirles que yo era una protectora y que no podía permitirles hacer eso, cuando Edward habló.

—No le dirá a nadie —su voz sonó baja, pero decidida.

—Es solo una niña inocente —intervino finalmente Carlisle—. Hice la vista gorda cuando mataste a aquellos hombres que te abusaron, Rosalie; fue una forma de justicia, pero ella es inocente.

Solté el aire en un suspiro de sorpresa al enterarme de más de lo que jamás había sabido sobre estos vampiros. Mi mente se quedó dando vueltas sobre el hecho de que Rosalie había matado. Había oído alguna mención de "deslices" en el pasado, pero esto había sido intencionado. Luego pensé en que los hombres que la mataron, que abusaron de ella, merecían su castigo. Podía sentir que la familia seguía discutiendo, pero yo estaba mirando a Rosalie, tratando de comprender. ¿Podía justificar sus asesinatos, siendo una vampira contra humanos? Quería hacerlo, y en parte lo entendía, pero de eso a que sugiriera matar a una chica inocente... estaba anonadada.

—Alice, ¿Qué ves? —La voz de Edward, usando el nombre de Alice, me sacó de mis pensamientos.

—No puedo ver nada —parecía gruñir ligeramente—, de lo que pasaría si la dejamos en paz.

Vi cómo Edward miraba a Jasper y Rosalie con ojos fríos. Carlisle ya había dicho que no iban a matar a Bella, pero como Alice no podía ver ningún futuro en el que la dejaran con vida, alguien estaba pensando en desobedecer.

Estaba parada cerca de la pared, intentando seguir el ritmo de la conversación. Esme se veía angustiada, mientras Jasper y Rosalie parecían enojados. Alice negaba con la cabeza, y odiaba verla tan frustrada.

—Jasper, te detendré —dijo Edward, su voz sonaba helada—. Si alguien intenta hacerle daño, hacer que pague por mi error, lo impediré.

—No, no tiene que llegar a eso —Alice miró a Jasper, con un ruego en sus ojos que hizo que el corazón me doliera. Detendría a Jasper por ella, sin necesidad de escuchar lo que tenía que decir—. Porque Bella será mi amiga. No puedo ver qué pasará si la dejamos en paz todavía, pero puedo ver que será mi mejor amiga.

Un gruñido bajo salió de mi garganta mientras fulminaba con la mirada a los vampiros que lastimarían a Alice hiriendo a esa chica Swan. Alice se giró hacia mí, sorprendida cuando se desvaneció su última visión.

—No, cachorra, no necesitas hacer eso. Por favor, nunca lo hagas —me miró, y luego dirigió sus ojos a Jasper—. No será necesario enfrentarse a Jasper, porque él no me haría daño de esa manera.