𝑳𝒐𝒃𝒂 𝑺𝒐𝒍𝒊𝒕𝒂𝒓𝒊𝒂 || 𝑨𝒍𝒊𝒄𝒆 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏 (𝒈𝒙𝒈) [1]

Capítulo 59

Estábamos sentadas en la habitación de Bella, y con Edward, Bella, Alice y yo allí, el espacio parecía realmente pequeño. Miré a mi alrededor mientras Edward intentaba explicar que los vampiros no eran las únicas criaturas sobrenaturales en el mundo. No parecía haber suficiente espacio aquí para todos nosotros y mi forma de lobo, a menos que echara a Bella y a Edward de la cama, pero esa cama parecía frágil comparada con la de Alice o la mía. No me soportaría.

—Lo que Edward está tratando de decir, y tan mal, es que soy una cambiaformas —interrumpí su torpe introducción, y él me fulminó con la mirada—. Soy una mujer lobo —le dije a Bella, observando cómo la incredulidad se reflejaba en su rostro.

Edward parecía preocupado mientras Bella me miraba y luego miraba al vacío, como intentando asimilarlo todo.

—Jacob dijo que su gente descendía de lobos —dijo Bella en voz baja, tratando claramente de recordar.

—Él realmente no lo cree —sentí una punzada de dolor al recordar a mi primo. Siempre había sido tan amistoso, cariñoso y alegre, y siempre fue así. Odiaba pensar que me odiaría por desaparecer de su vida, aunque no tuviera otra opción. Aparté los pensamientos sobre él para concentrarme en la conversación actual—. Pero es verdad. Solo algunos de nosotros nos transformamos en lobos, y mantenemos eso en secreto ante los demás.

—Entonces te conviertes en una loba —Bella palideció un poco mientras me miraba de nuevo—. No puedo creerlo —su voz tenía una calidad de asombro que me preocupó un poco.

—Sí, en una loba grande y hermosa —respondió Alice por mí, rodeándome con sus brazos por la espalda y mirando por encima de mi hombro hacia Bella—. Su pelaje es de un color rojo precioso. —Alice hablaba un poco más rápido y me sonrojé al escuchar cómo describía mi pelaje de lobo.

No había imaginado que le gustara tanto. Podía ver que Alice intentaba que me viera como algo más suave y tierno, y me resultaba raro ser la que asustaba aquí. Bella aceptaba a los vampiros como si nada, pero parecía un poco nerviosa conmigo.

—¿Hay otras cosas allá afuera? —preguntó Bella, con los ojos moviéndose de Alice a Edward, cada vez más rápida—. ¿Hadas, brujas, zombis? —Mi cuerpo tembló un poco al escuchar la palabra "zombi" y Alice me miró con curiosidad mientras yo intentaba fingir que no me perturbaba la idea de que existieran.

—Hasta donde sabemos, no existen —respondió Edward, y sentí alivio.

Nunca había preguntado directamente, pero era reconfortante saberlo.

Edward miraba a Bella con preocupación, pero en ese momento ella solo tenía ojos para mí. Me sentía como una exhibición mientras me miraba en silencio, y sus palabras susurradas sonaron casi tímidas.

—¿Puedo verte? —Vi cómo sus ojos se agrandaban, y no pude evitar esbozar una sonrisa hacia Edward, quien estaba convencido de que esto sería demasiado para Bella.

Lancé una mirada a la habitación en busca de espacio, y Alice me ayudó a levantarme y empujó la silla hacia el escritorio.

—Esto va a estar un poco apretado —murmuré.

—No quiero que Bella se lastime si te transformas demasiado cerca de ella —la voz de Edward se elevó un poco y los tres guardamos silencio para escuchar si Charlie había notado algo. No fue así, y solté un suspiro de alivio.

—Bella estará bien, no seas tan pesado —Alice le gruñó un poco a Edward antes de pararse frente a él, mirándolo directamente—. Y si crees que te voy a dejar quedarte aquí mientras MI loba se quita la ropa para transformarse, estás loco. —Me sonrojé un poco, pero él parecía aún más impactado y avergonzado que yo.