Deseos Prohibidos

Capítulo 27: Picante.

Caleb Garnol.

Aprieto con fuerza el volante maldiciendo entre dientes.

—Maldita sea .—Gruño con enojo.

Recuesto mi cabeza en el volante, no me gusta nada eso, ¿Dejar que Aurora corra gran peligro? Maldición¿Cómo accedí?

Cierro la puerta del auto con fuerza, mis pasos resuenan por el estacionamiento, me adentro en el elevador, las puertas se cierra y recuesto mi cuerpo en la pared.

Al estar en el último piso las puertas del elefante son abiertas y mis pasos resuenan por todo el vestíbulo.

—Buenos días joven Caleb —

—Hola María buenos días .—Tomo el café que me tiende.

—Joven .—Sigo su mirada y junto mis cejas—La señorita Valen lo está esperando desde temprano en su oficina —

Joder.

No poder besar a Aurora, hacerla mía antes de venir, las malditas palabras de ese bastardo aún resonando en mi mente y ahora esto.

Puta mañana de mierda.

Parezco un pequeño niño haciendo un berrinche.

—¿Sabes que desea? —Me detengo antes de pasar.

—No se señor, ella llegó y paso directo a su oficina, desde que llegó a estado sentada en el mueble, no se ha movido —

—De acuerdo .—Me detengo antes de entrar—María por favor ahora, en la noche vaya para la casa, Aurora y yo necesitamos hablar con usted —

—Ahi estará señor —

Inhaló profundo y bebo un trago largo de café y me adentro a mi despacho, hago una mueca, el olor del perfume de Gaviota está impregnado por todo el lugar.

—Caleb, cielo .—Se levanta con una sonrisa y se acerca a mí, bajo la vista hacia su barriga al verla inchada —No sabes cuánto te extrañe.—Aflojo mi corbata y me alejo de ella sentadome en mi silla.

—¿Que quieres Gaviota? ¿Te recuerdo que paso la última vez que pisaste la empresa? —

—¿Por qué tan gruñón? —Ronronea, se desliza y me aleja de la mesa, junto mis cejas dispuesto a levantarme cuando me detiene arrodillándose frente a mí —¿Acaso necesitas que te liberen el estrés? —Hago una mueca de asco cuando baja sus manos y aprieta mi pene.

Mi cuerpo se sacude y me levanto como resorte sin importarme que caiga al suelo de forma brusca.

Demonios ¿Cómo permiti que está mujer me tocará antes?

Me acerco a ella apretando su cuello con fuerza, mi cuerpo se llena de adrenalina y la sangre me hierve.

—Vuelve a tocarme una vez más en tu miserable vida y te mato .—Ella abre sus ojos buscando aire.

—Caleb por favor .—Intenta liberarse de mí—Por favor Caleb, no puedo respirar—

De mala gana la suelto lanzadola lejos, ella empieza a toser llevándo su mano hacia su cuello. Las ganas de vomitar vuelven cuando la observo sonreír y gemir.

—Caleb ¿Por qué eres tan duro conmigo?—Abre sus piernas, ruedo mis ojos y me alejo —¿Ya encontraste otro coño en dónde meter tu polla? No me preocupo porque siempre vuelves a mí —

—Antes lo hacía porque solo eras un coño que me servía, pero ahora .—Me sirvo un poco de whisky —No me interesas, solo eras mi puta del momento—

—¿Tan bueno es? —Me volteo y le sonrió.

—Él mejor que jamás he probado —

—No me importa.—Se levanta y se acerca a mí, me intento correr cuando presiona sus labios con los míos.