Capítulo 25: Primera cita parte 2.

39 8 3
                                    


Me río mirando por unos segundos a Caleb para luego volver a mirar el cielo, él extiende sus manos llevandolas de un lado a otro contándome sobre cada estrella y lo que hay detrás de cada una de ellas…

—No creí que tú aún siguieras interesado en las estrellas luego de que mamá murió—

No lo miró, aunque hayan pasado años aún es un tema difícil para ambos.

—Al principio si, quería dejarlo, pero era algo que mamá amaba mucho, no podía dejarlo sabiendolo. Era algo que compartia con mamá.—Besa mi mano con gentileza.

—Me parecen hermosas, pero nunca compartí el amor y el deseo de saber más de ellas como tú —

—Cada uno tenemos algo especial, tu por ejemplo amas la adrenalina, igual que papá—

Me río cuando cada beso me hace cosquillas.

—Deja me da cosquillas.—Intento apartar mi mano, pero no me deja.

—¿Los extrañas? —

—Cada minuto del día, la vida puede ser injusta a veces ¿Cómo sería nuestra vida si ellos estuvieran vivos? —Me afinco en mi brazo cuando logro quitarselo.

—No lo sé .—Él suspira.

Me gusta esto, estar así, hablando de hipótesis, de cosas triviales, me da una sensación de hogar y que todo está bien, correcto.

—¿Que tanto me miras? —Cierro mis ojos al sentir su mano pasar lentamente por mis labios.

—¿Ya no puedo verte? —Susurro lentamente.

—Puedes verme cuánto tú quieras después de todo .—Abro mis los al sentirlo levantarse, me quedo quieta con mi corazón latiendo de prisa y con una sonrisa cuando se coloca encima de mí—Soy tuyo .—Trago saliva—Completamente tuyo, cada parte de mi cuerpo te pertenece, de mi mente, mi corazón, mi alma.—Su sincera me asfixia por un momento ¿Acaso Caleb no entiende la gravedad de sus palabras?

—¿Que estás diciendo Caleb? No digas estupideces—

Muevo mi rostro hacia un lado nerviosa.

—No lo son .—Toma mí mentón con fuerza, con demanda —Te pertenezco de pies a cabezas, desde el maldito día en que te probé, ¿Acaso lo entiendes? La moralidad, el significado de lo correcto, de lo moral, de lo que está bien se perdió el día en que probre tus labios, bese tu cuerpo y ye hice mía, en qué nuestros cuerpos fueron unos solo.—Jadea al sentir sus manos bajar por mí cuerpo —Todo se perdió el día en que te deje de ver cómo una hermana y te empecé a desear como mujer, se que aquí .—Lleva su mano izquierda a su cabeza sin dejar de bajar su mano, levanta su cuerpo un poco para permitirle el acceso a su mano que vieja libremente por mi vestido —Aun hay muchas cosas, a veces chocan entre sí ¿Que está bien? ¿Que está mal? ¿Esto está mal? ¿Lo que estamos haciendo está mal? ¿Nuestros padres están decepcionados por lo que estamos haciendo? —

—Caleb .—Me calla con un beso que me roba el aliento.

—Pero cuando te miró, cuando te beso, cuando te toco toda esa mierda desaparece y mi corazón grita que todo esta bien, que tú y yo no somos hermanos realmente, que lo único que compartimos es el apellido nada más, se que cuidd de ti cuando murieron, eso tambien me mata¿Te vi crecer? ¿Eso en qué me convierte? ¿Soy un maldito pervertido? ¿Un asco de ser humano? ¿Una escoria? —

Mi corazón se agrieta Caleb también está mortificado, tal y como yo lo estoy.

—No me mal entiendas tenerte ha sido lo mejor que me ha pasado, no me arrepiento en nada ¿Eso en qué me convierte? —

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Deseos ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora