Capítulo 1: La muerte no tocó su puerta

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Me río cuando mi padre empieza a cantar la canción que suena por la radio, Bruno le sigue emocionado, Bianca solo lo ve con una mueca observando por la ventana.

—Oh, vamos, Bia, cuando ya tengas quince estarás todo arrugado por enojarte tanto.—Retengo la risa que quiere escapar de mi garganta.

—No estaría así si no fuera por ti, pedazo de.—Mi madre se voltea observándola —De nada.—Le sonríe a mi madre.

—Eres muy niña para decir malas palabras.—La regaña madre.

—Señora Mariela, tengo diez años, soy mayor.—Se queja con los brazos cruzados.

—Eres una niña .-)—Bruno le pica la mejilla.

—Tu igual bobo, eres mi mellizo .—Le dice con las mejillas sonrojadas por la familia, muerdo mis labios invitando reírme —¿A qué si, Aura?.—Hago una mueca

—Sabes que odio que me digas, Aura, mi nombre es Aurora .—Gruño enojada —Y si—

—Viste, Aura, me dió la razón —

—¡Que no me digas Aura! —Exclamó enojada—Mamá dile que no me diga, Aura—Mi madre me regala una sonrisa.

—Pequeña, Aurora .—Mi padre dice.

—Viste, A.U.RO.RA .—Deletreo con mis mejillas

Mis padres se ríen al observarme, volteo la vista indignada.

—Cariño, Caleb, dice ¿Que si vamos a estar para su partido el viernes? —Mi madre lee un mensaje.

—Dile que sí cariño .—Mi padre le responde observando algo en su tablet.

De repente todo pasó demasiado rápido, el chófer dió un volantazo, una luces nos encandilaron, las ruedas del carro chirriaron, para luego dar vueltas.

Una vuelta y luego otra y otra, mi visión se vuelve borrosa, para darle paso a la negrura.

Poco a poco y con pesadez empiezo a abrir mis ojos, todo me da vueltas, muevo un poco mi cabeza sintiendo la sangre bajar por la sien.

Escucho a muchas personas hablar, gritos, llantos. Mi respiración es un asco, mi corazón no deja de latir de prisa y el pitido incesante en mis oídos no me deja tranquila, miro a mi alrededor y todo está borroso, intento enfocar pero es en vano no lo logró.

¿Qué sucede?

No entiendo.

A lo lejos escuchó mucho ruido y solo logró ver un montón de luces borrosas, ¿Que pasa? ¿Dónde están Bianca y Bruno? ¿Dónde están mis padres? El olor a gasolina me alerta intento moverme pero mis piernas no responden.

Escuchó una explosión, mi respiración más acelerada, el pitido aumenta, mi corazón duele.

Sirenas, logro escuchar antes de caer en la oscuridad.

°°°

Varios murmullos logro escuchar, logro abrir mis ojos para luego parpadear varias veces para poder enfocar bien, lo primero que logro ver son paredes blancas y el olor del hospital me hace saber dónde estoy.

Siento que algo sujeta mis manos y al bajar la vista observo como mi hermano las toma entre las suyas.

Un nudo se forma en mi garganta al recordar los sucesos anteriores.

¿Dónde están mis padres?

¿Bianca y Bruno?

Miro hacia ambos lados intentando entender algo.

Muevo mi mano observando cómo él se empieza a mover.

Mi corazón empieza a latir con rapidez cuando sus ojos, dos pisos azules celeste chocan con los míos.

Indagó en ellos encontrando tristeza en ellos.

—¿Dónde? —Susurro débilmente, mi garganta arde y él se percata pasándome un vaso de agua —Caleb ¿Dónde están nuestros padres?—Él solo evita mi mirada.

—Aurora .—Susurra con pesar, su mirada me lo dice todo —Ellos ahora están descansando muy lejos de nosotros, pero siempre estarán cuidándonos .—Niego, con lágrimas en mis ojos.

Soy una niña, pero sé qué significan esas palabras.

—Desde ahora estarás conmigo, nunca te dejaré, princesa .—Me estrecha entre sus brazos —Eres mi hermanita, siempre estaré para ti, siempre .—Besa mi coronilla, mientras gruesas lágrimas ruedan por mis mejillas.

—¿Bianca y Bruno? ¿Ellos también? —Me alejo de su cuerpo sirviendo mi nariz.

—Bianca está bien .—Posa su mano en mi mejilla —Lo siento hermanita .—Mi corazón empieza a doler.

—¿Puedo ir con ella? —Mi hermano asiente.

Con cuidado me carga en sus brazos jalando el suero.

Pasamos por los pasillos donde varias personas nos observan.

Mi vista está dirigida hacia la televisión donde están pasando las noticias.

La familia Garnol ha sufrido un accidente, con dolor decimos que las únicas sobrevivientes de dicho accidente, es la hija menor del empresario Walmir Garnol y Leticia Garnol,/ y la hija del ex boxeador Fabrizio Denigues y la ex modelo fallecida Mirada Denigues, los sucesos.—No logro escuchar nada más.

—Aurora no debes escuchar nada de eso.—Con una mirada manda a apagar el televisor.

Meto mi cabeza en su cuello sintiendo su delicioso olor.

Al llegar a otro cuarto lo primero que logró observar es a mi mejor amiga echa un ovillo en la cama.

—Bia .—Susurro, ella levanta la cabeza llorando, Caleb, me acerca a mi amiga.

—Mi hermano .—Me abraza con fuerza.

—Él ahora nos cuida ahora .—La abrazo.

—Ya nos habíamos contentado y ahora lo he perdido para siempre .—Llora desconsolada.

—Ahora nos cuida desde allá arriba con mis papis .—Ella se separa dándome una sonrisa triste.

—Ahora nos cuidan .—Nos abraza a ambas.

Otros brazos nos envuelven, Caleb, muerde sus labios reteniendo las lágrimas.

Otros brazos nos envuelven, Caleb, muerde sus labios reteniendo las lágrimas

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